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México D.F. Jueves 23 de septiembre de 2004
MEMORIAS DE LA CIUDAD /ZOOLOGICO
RODANTE
De cocodrilos al pulpo verde, el transporte
dominante de la urbe
JORGE LEGORRETA ESPECIAL
Durante el siglo XX y lo que va del XXI la ciudad de México
ha contado con un sin fin de modelos vehiculares para el servicio de transporte
público, en los cuales han viajado millones de personas. En la medida
en que la urbe ha crecido y se ha expandido, se han utilizado nuevas unidades,
entre las que destacan principalmente los autobuses de combustión
interna, que nacieron de las tecnologías automotrices que se implantaron
en las urbes desde finales del siglo XIX. En México son mejor conocidos
como camiones, que cumplen ya 88 años y siguen felices y campantes
circulando por los mil 500 kilómetros de asfalto. He aquí
una breverelato sobre su historia, que forma parte de las memorias de nuestra
ciudad.
Fotingos y julias
Producto
de la huelga de tranvías en julio de l916, audaces choferes improvisaron
como transporte público viejas unidades Ford utilizadas para carga;
fueron los primeros camiones que circularon por la ciudad y se conocieron
popularmente como fotingos. Al poco tiempo aparecieron otras unidades
mejor adaptadas por algunos fabricantes de vehículos, con capacidad
para 10 a 14 pasajeros llamadas julias; una de ellas utilizada por
la policía en ese entonces, se encuentra en el Museo del Automóvil
ubicado en la avenida División del Norte.
Cocodrilos y cotorras
A mediados de los años 50 aparecieron en las calles
de la ciudad de México vistosos taxis conocidos popularmente como
cocodrilos. No se sabe el porqué de ese nombre, sólo
lo que narra el historiador don Mariano Monterrosa: "Un cocodrilo transportaba
a San Heleno para cruzar el río Nilo, y aquí, por los rumbos
de Michoacán, el clérigo Fray Juan Moya, en el siglo XVI,
ocupaba un caimán para cruzar el río Balsas". Sea lo que
fuere, los cocodrilos citadinos, utilizados en épocas decembrinas
como taxis colectivos, son parte de esta incipiente jungla de asfalto de
mediados del siglo XX, a los que se sumaron las cotorras, éstas
más modernas y elegantes.
Pulpos grises, delfines y ballenas
El transporte automotor, dicho sea de paso, ha sido uno
de los factores en las crisis de contaminación atmosférica
de la ciudad, por ejemplo, entre 1983 y 1987; su dominio en el servicio
público se originó a principios de los años 60 y culminó
en 1982, con el retiro de las concesiones privadas al denominado pulpo
camionero, en manos, principalmente, de Isidoro Rodríguez y
Rubén Figueroa, dos poderosos líderes de camiones urbanos
y foráneos en ese entonces; a finales de ese periodo circulaban
ya, en una despiadada lucha contra los últimos tranvías,
miles y miles de unidades con el nombre de delfines y ballenas.
La Ruta 100 y los pitufos
La Ruta 100 surgió en 1942, cuando sus unidades
empezaron a circular por Paseo de la Reforma; en 1958 la adquirió
el entonces Departamento del Distrito Federal y se convirtió en
la empresa estatal de autobuses más importante y eficiente que ha
tenido la ciudad. Con el crecimiento y el predominio que tuvieron las empresas
privadas de autobuses durante los años 60 y 70, operó de
manera marginal, pero la situación cambió en 1981, a partir
del retiro de concesiones privadas del gobierno de Carlos Hank González.
Todas la unidades de todas las empresas privadas del transporte que operaban
en ese entonces en el Distrito Federal pasaron a depender de Ruta 100;
para 1983 cubrían 86 por ciento de superficie del área urbanizada
de la capital mexicana. En sólo dos años pasaron de 4 mil
800 a 7 mil 100 kilómetros de servicio en trayectos mejor planificados
y con las tarifas más bajas que los autobuses del estado de México;
inclusive varias rutas penetraban hacia diversos municipios conurbados.
Fue la época de oro del servicio público de transporte, fundamentado
en una política social de subsidios plenamente justificada. La mayoría
de la unidades eran los antiguos delfines de las empresas expropiadas
y se adquirieron nuevas unidades llamadas metrobuses.
A
ese parque vehicular, de aproximadamente 7 mil 500 autobuses, se sumaron
otras unidades de alta capacidad, con tecnologías de punta: los
autobuses tipo gusano para 200 pasajeros conocidos como ikarus,
de origen húngaro; los GM de manufactura estadunidense, y los Volvo-Novoplan,
de origen alemán. Durante algún tiempo operaron de manera
experimental -con excelentes resultados- sobre Paseo de la Reforma y avenida
Insurgentes, pero desafortunadamente las presiones de las empresas privadas
que esperaban confiadas en su retorno -como sucedió- provocaron
su retiro. Las rutas de estos modernos sistemas de transporte superficial
no requirió de carriles exclusivos o confinados. Con esa experiencia
en la memoria de la ciudad, a mediados de 1994 el sindicato hizo el último
intento por fortalecer la empresa pública. Entonces se creó
el Servicio Metropolitano de Transporte 100, con cuatro grandes rutas de
200 autobuses articulados para 160 autobuses Masa, de fabricación
nacional. Pero los procesos de privatización los harían desaparecer
del escenario público. Es relevante recordar que durante los últimos
años de vida de Ruta 100, los trabajadores y empleados constituyeron
uno de lo sindicatos más combativos defensores de las políticas
sociales con la rectoría del Estado.
También el estado de México hizo un intento
por fortalecer la transportación de propiedad pública. A
raíz de la municipalización de autobuses del Distrito Federal,
el gobierno de la entidad creó, igualmente en 1982, una empresa
estatal denominada Sistema de Transporte Troncal (STT), para operar exclusivamente
en los municipios conurbados. Por lo colores blanco y azul de las unidades
se les conoció popularmente como pitufos y, al igual que
los de la Ruta 100, tenían el propósito de poner límite
a los excesos de las empresas privadas. Además, el servicio era
notoriamente mejor, entre otros factores, por sus rutas de largo alcance
con tarifas más económicas; pronto despertaron las presiones
sobre la administración estatal. A los pocos años desaparecieron.
Entonces, la jungla de asfalto fue tomada por un nuevo pulpo camionero.
El pulpo verde
El llamado pulpo verde comenzó su larga
trayectoria al finalizar los años 70 con los llamados peseros, esto
es, automóviles sedanes de alquiler o privados que cobraran un peso
por pasajero. Posteriormente en forma por demás ilegal y al amparo
del tradicional corporativismo político, aparecieron las famosas
combis; a partir de entonces, fue notable su expansión hacia zonas
de asentamientos ilegales y desplazando paulatinamente a los pitufos
y a la Ruta 100. Tal crecimiento generó su denominación como
el nuevo pulpo verde de la ciudad, por el color de sus unidades.
A mediados de la década de los 80, las empresas concesionarias ya
legalizadas por el Estado empezaron a introducir microbuses y desplazar
las combis hacia las colonias de la periferia. Y en los años recientes,
las empresas que han logrado consolidar su proceso de monopolización,
empezaron a introducir autobuses en los ramales más rentables.
Para finales del siglo XX, el predominio en la transportación
pública de este peculiar sistema de transportación privada
ya era incuestionable: en sólo 10 años, de 1986 a 1995, transportaron
de 31 a 65 por ciento de los viajes persona día. Hoy, en 2004, se
estima que transportan en toda la ciudad, incluyendo el área conurbada,
seis veces más pasajeros que el Metro.
La Ruta 2, por ejemplo, es una de las empresas privadas
más grandes de microbuses y autobuses de pasajeros y, según
anunció hace días el gobierno capitalino, formará
parte de la nueva y más reciente empresa mixta de camiones, la cual
circulará por la avenida de los Insurgentes.
Trasmilenios y metrobuses
Inspirada en los sistemas de transportación automotor
en carriles exclusivos o confinados de varias ciudades -principalmente
Bogotá, llamado allá trasmilenio- el Gobierno del Distrito
Federal anunció la construcción, en breve, de un sistema
similar cuyo proyecto técnico ha sido impulsado por el Fondo Ambiental
Global con recursos del Banco Mundial. Se le ha bautizado con el nombre
de metrobús.
La nueva empresa, que operará el primer tramo con
autobuses articulados tipo gusano para 160 pasajeros sobre Insurgentes,
de los Indios Verdes a Copilco, se conformará con la participación
de una pequeña empresa de capital mixto denominada Red de Transporte
Público (RTP) y la mencionada Ruta 2. No se conoce aún el
monto de la tarifa del nuevo servicio de autobuses.
Hasta aquí la historia de casi cien años
de camiones, el transporte que domina y predomina hoy el traslado cotidiano
de 22 millones de personas en el valle de México; un transporte
automotor que junto con el automóvil, ha requerido para su crecimiento
de vialidades y más vialidades cubiertas por asfalto. Otros sistemas
eléctricos de transportación pública, como los tranvías,
han tenido menos suerte; los últimos desaparecieron entre 1984 y
1986. Es de esperar también que algún día vuelvan
a transitar por nuestra ciudad.
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