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México D.F. Jueves 23 de septiembre de 2004
La hija del Che visita México
para sensibilizar sobre cubanos presos en EU
Los mexicanos tienen inspiración de sobra para
luchar, destaca Aleida Guevara March
Cuba debe trabajar con los jóvenes para que entiendan
la importancia de la revolución, sugiere
BLANCHE PETRICH
La biografía completa de Ernesto Che Guevara,
"la buena", a los ojos de su familia, todavía no está escrita.
Al menos no hay una que Aleida Guevara March, su hija de 42 años,
quiera recomendar. ''Pero tampoco es tan necesaria si los interesados son
capaces de leer lo que el Che escribió. Ahí está
paso a paso toda su vida, escrita por él mismo'', afirma.
Pediatra
alergóloga, madre de dos adolescentes y brigadista que ha cumplido
misiones internacionales en la Nicaragua sandinista y en Angola, Aleida
llegó ayer a México para emprender una campaña de
solidaridad con los cinco cubanos recluidos en Estados Unidos, acusados
de espionaje y algunos sentenciados a cadena perpetua. En una gira relámpago
recorrerá 16 ciudades, desde este jueves hasta el 5 de octubre,
promoviendo la exigencia de liberación de estos presos políticos
que en Cuba son considerados héroes.
En entrevista, Guevara March habla de la filmografía
y las biografías de su célebre padre, del árbol genealógico
de los descendientes del Che y de los retos de las nuevas generaciones
en la revolución cubana.
De películas y libros
Antes de Diarios de motocicleta, de Walter Sales
-próxima a estrenarse en México-, la filmografía del
icono cubanoargentino era ''escasa y no muy buena''. Pero la reciente obra
del cineasta brasileño sobre la aventura iniciática de un
Ernesto Guevara Serna de 19 años, entonces apodado Fúser,
le parece extraordinaria. Todo le gusta, en especial la caracterización
del sex-mex Gael García. Con un pero. ''Aunque Gael tiene
ojos muy lindos no es tan buen mozo como papi.''
Esta cinta sobre un Che antes de ser mito ''es
la primera que nos llega, porque lo tratan con respeto. Hay otro proyecto,
de Vinicio de Toro, sobre los días finales del Che en Bolivia.
El tema es escabroso, pero si la película continúa por donde
va, puede ser excepcional. Así que en pocos años tendremos
estas dos películas, una de su juventud, de un hombre en formación,
y la otra de un hombre ya formado que muere a los 39 años''.
El acervo literario y biográfico sobre Guevara
no corre la misma suerte en el análisis de Aleida. ''Es poco afortunado.''
El archivo completo de notas, cuadernos, diarios, cartas y discursos de
este hombre mito que escribía obsesivamente es resguardado en el
Centro de Estudios Che Guevara, que custodia celosamente su viuda Aleida
March. Su hija advierte que, contra lo que se cree en el exterior, ''de
la vida de papi queda muy poco inédito; casi todo está publicado''.
De las biografías escritas cita entre las más
interesantes la de John Anderson, "que tiene cosas buenas, pero a la que
le falta la esencia, que es la del Che como formador de hombres,
como constructor''. Aunque, objeta, es un biógrafo que, como muchos
otros, ''no se pudo sustraer del gancho publicitario'': la hipótesis
sobre la supuesta ruptura entre Fidel Castro y Guevara como causa de la
partida de éste Bolivia. Sobre este tema, que evidentemente la lastima,
no deja siquiera que termine la pregunta. ''¡Es la cosa más
idiota que he oído en mi vida!''.
Refiere una conversación que sostuvo hace tiempo
con el presidente de Cuba:
-A ver, tío -le pedí-, cuéntame de
mi papá, háblame de esas supuestas discusiones, cuéntame
alguna.
-Ven acá -me dijo-. Una discusión que yo
tuve con tu papá fue en México. Por si caíamos presos,
había ordenado que nadie podía dar su afiliación política.
Y tu papá lo primero que dijo fue que era comunista y no sólo
eso, sino que se puso a discutir con el custodio de la cárcel sobre
la personalidad de Stalin. Claro, como consecuencia nosotros salimos y
él siguió preso. ¿Te das cuenta de que tu papá
no puede mentir? Y yo aprendí a respetarlo así.
Del guevarismo y el zapatismo
-Por generaciones, el guevarismo se identificó
en América Latina como base ideológica de la lucha armada.
Para las nuevas generaciones, ¿qué significa?
-Es que el guevarismo no es solamente guerra de guerrillas.
Es analizar, es entrega a un pueblo que te necesita, que te está
diciendo qué es lo que quiere. Che Guevara significa un hombre
capaz de dar la vida por un ideal. Con lucha, claro, porque él decía
que no hay que tener miedo a la guerra si desgraciadamente hay condiciones
que no permiten el cambio que los pueblos están esperando.
-¿Se identifica el ideario del Che con el
zapatismo?
-Nunca comparo ni personas ni movimientos. Pero busco
las causas de esos movimientos y las causas son las mismas: situaciones
de humillación y explotación que viven pueblos enteros durante
siglos y que un día quieren reclamar sus derechos. Eso es lo que
me llama la atención de la historia de México, que tiene
uno de los pueblos que más han peleado, desde tiempos de la conquista,
cuando los indios defendieron cada palmo de tierra. Por eso pienso que
los mexicanos no tienen que buscar inspiración para luchar en ninguna
parte, aquí la tienen de sobra. Cada movimiento se nutre de otro.
-¿Cómo vive la nueva generación la
revolución cubana y el reto de su futuro inmediato, ya sin la presencia
física de Fidel?
-Cuando triunfa la revolución nuestras generaciones
tuvieron cosas que nunca habíamos tenido los cubanos. Cuarenta años
después los muchachos han nacido con todas estas cosas, ya no las
ven, las tienen asumidas. Cuando se preguntan: ''¿y qué me
da a mí la revolución?'', ahí tenemos un problema
que tenemos que enfrentar y trabajar. En lo cultural, para que las nuevas
generaciones puedan ver lo que tienen, y en lo ideológico, para
mantener el proceso revolucionario.
-¿Y la crítica?
-Es lo básico. Si los jóvenes no son críticos
se quedan estancados. En el sistema cubano los niños aprenden a
crecer con el derecho a hablar y a ser escuchados. Los cubanos somos en
general muy críticos, pero además sabemos que tenemos que
ser consecuentes con esa crítica; tenemos que proponer soluciones.
En eso consiste el poder popular.
Aleida tuvo una hermana mexicana, Hilda Guevara Gadea,
que murió hace ocho años de cáncer y le perdió
la pista a sus dos sobrinos. Uno de ellos tiene una niña, la primer
bisnieta del Che, a quien le encantaría encontrar. Además,
el Che sería abuelo de otros ocho vástagos, todos
cubanos: Estefanía y Celia, de 15 y 14 años, hijos de Aleida;
Camilita, de cinco, hija de Camilo; Javiera, de ocho, y Aleida Camila,
de seis, hijos de Celia, y tres retoños del menor, Ernesto: Rocío,
de 14, que está en España con su mamá; Ernestico,
que tiene nueve, y Elenita, de un año.
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