México D.F. Miércoles 15 de septiembre de 2004
Acepta la Ssa que el cuidado médico se
ha convertido "en factor de empobrecimiento"
Al año, 3.5 millones de familias van a la ruina
por gastos en salud
Es la principal causa por la que la gente empeña
sus pertenencias, señala Frenk Mora
Creciente, el número de mexicanos que pagan la
falta de financiamiento al sector
JOSE GALAN Y CAROLINA GOMEZ MENA
Ante funcionarios de la Secretaría de la Reforma
Agraria (SRA) y representantes campesinos, Julio Frenk, titular de Salud,
afirmó que cada año alrededor de 3.5 millones de familias
"se arruinan" por cubrir gastos de atención médica.
De
ellas, añadió, 85 por ciento carecen de seguridad social,
por lo que tienen que pagar esos gastos de su bolsillo. "Esta es la peor
forma de financiar un sistema de salud, es la manera más injusta
e ineficiente", expresó.
Orador invitado en la llamada tercera Reunión Nacional
del Sector Agropecuario, organizada por la SRA en un hotel de esta ciudad,
Frenk aceptó que el cuidado a la salud se ha convertido en "factor
de empobrecimiento porque no hemos creado los mecanismos solidarios de
financiamiento. Y cuando alguien tiene el infortunio de padecer alguna
enfermedad grave, encima de la tragedia debe liquidar sus activos".
Esa es, añadió, una situación "inaceptable".
Sostuvo que la causa principal que lleva a la gente a empeñar sus
pertenencias en los montepíos es la liquidación de cuentas
producto de atención médica y medicinas. Además, admitió
que en el país prevalecen rezagos en el sector. Hay desde enfermedades
infecciosas y respiratorias agudas hasta males diarreicos, "sobre todo
en comunidades rurales, entre la población indígena".
Por si fuera poco, "ya tenemos encima los problemas de
los países industrializados: diabetes, males del corazón,
cáncer, problemas de salud mental y adicciones. De alguna manera
hemos ido acabando con las enfermedades fáciles de prevenir y curar,
pero ahora tenemos algunas más complicadas". De igual forma, indicó,
se ha dado un cambio en la tecnología, porque cada vez hay más
medicamentos, algunos más potentes, pero más costosos. "Ahí
está, por ejemplo, el caso del sida, enfermedad que ni siquiera
existía hace 20 años. Hasta 1995 o 1996 era prácticamente
una sentencia de muerte.
"¿Y qué sucedió? No mantuvimos al
día el financiamiento a la salud, contra estas nuevas enfermedades,
ni el potencial de estos nuevos medicamentos y aparatos. Tampoco los procedimientos
quirúrgicos que hoy la ciencia ha puesto a nuestra disposición.
"No haber mantenido al día ese financiamiento público
implica que cada vez le pasamos más a las familias la carga de pagar
por la salud", destacó. "La mayoría del gasto en salud es
privado, que viene del bolsillo de las familias cuando se enferman. Es
un gasto de bolsillo."
Certificación de unidades médicas
Durante los pasados dos años han sido certificadas
526 unidades de atención médica. Ello como parte de la Cruzada
Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud, informó Frenk,
al especificar que en dicho lapso se ha logrado evaluar 11 establecimientos
de atención ambulatoria, entre ellos dos de alta especialidad de
la Secretaría de la Defensa Nacional.
De acuerdo con Frenk, desde que comenzó el programa
de certificación también se ha logrado diversificar los centros
médicos que se incluyen en el esquema. Tanto así, dijo, que
se han sumado los de atención ambulatoria, siquiátrica, unidades
de medicina de rehabilitación y de hemodiálisis. Precisó
que existe gran interés de los nosocomios por participar en el proceso,
y una de las razones es que sólo podrán ser incorporados
al Seguro Popular los establecimientos que hayan acreditado sus servicios.
Sobre ello, el funcionario aseguró que hay gran
interés en los centros por certificarse para así sumarse
al Seguro Popular y obtener el financiamiento extra que esto conlleva,
pero sobre todo para elevar el nivel de atención, pues la expectativa
es que, para antes de que concluya 2006, 5 millones de familias (22 millones
de nacionales) estén integradas al Seguro Popular, al cual, hasta
ahora, se han afiliado un millón.
Durante los 24 meses de operación del programa
de certificación se han inscrito 667 unidades, de las cuales 127
son de atención ambulatoria, 16 de siquiatría y el resto
hospitalaria. También se han autoevaluado 389 unidades.
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