Advierte Jean Zaru, activista por la
paz Ximena Bedregal
舠Toda mi vida la he vivido en Ramallah, más de la mitad de ella bajo la ocupación militar israelí, nunca fue fácil, pero nunca la situación ha estado tan difícil como ahora. Como resultado de las nuevas fases de la ocupación israelí, de su militarización apoyada por los Estados Unidos, estamos viviendo una situación realmente extrema. La gravedad y la frecuencia de las violaciones a nuestros derechos humanos, políticos, sociales y ambientales no hacen sino aumentar. No es sólo mi dicho, la ONU la está ya calificando como una verdadera crisis humanitaria.舡 Triple Jornada (TJ).- A este lado del mundo nos llega información general: el incumplimiento por parte de Israel de los acuerdos incluyendo el Mapa de Ruta, la destrucción de casas de familias palestinas, la construcción del muro, imágenes de dolor palestino y violencia contra ellos, de rato en rato también el dolor de israelíes muertos por una bomba suicida, etcétera, pero me parece que no sabemos bien a bien lo que todo esto significa en el cada día de las y los palestinos, en la vida cotidiana. A esto se suma el que las fronteras del mundo están cerradas para los palestinos y los países vecinos están llenos de refugiados y ya no reciben más. La única frontera abierta es Jordania y está llena de refugiados iraquíes y palestinos, ya no pueden recibir nuevos refugiados. Entonces ¿Qué puede hacer la gente? Se encuentra atrapada ¿Qué destino tiene la gente joven en un país donde la mitad de la población tiene menos de 16 años? Este dato es muy importante porque tiene muy asustado a Israel, ellos quieren un Estado judío y tienen una población palestina muy joven que va a crecer y extenderse, es un hecho que tiene connotaciones de seguridad para establecer un Estado judío. Por ello necesitan una tierra sin gente para gente sin tierra, de ahí su estrategia de destrucción del pueblo palestino.
Para la construcción del muro se están destruyendo los huertos, los campos de cultivo, los olivos, los invernaderos; hasta ahora se han extraído de raíz 102 mil 350 árboles. En medio de una crisis regional por el agua, se han destruido 35 mil metros de tubería de agua, y con el muro se ha privado a los palestinos de transitar libremente a sus fuentes alternativas de agua. Esto es un sistema estructurado para empobrecer aún más a los palestinos. Un pueblo donde el 60 por ciento de las familias vive con menos de dos dólares diarios y donde el aislamiento hace que los productos sean hasta más caros que en el mismo Estados Unidos. Un pueblo donde el 60% de su población está desempleada y no tiene ninguna esperanza pronta de que esto cambie. Dos dólares diarios alcanza únicamente para que cada miembro de la familia coma un falafel (tortilla de trigo rellena de una albóndiga de garbanza) y beba un refresco al día. Para ese 60 por ciento no existe salud, escuela, transporte, nada; todo ello queda fuera de sus posibilidades. La situación de los niños y niñas es dramática, tanto que ha surgido en palestina un organismo de defensa internacional de los niños que se dedica a proveer desayunos porque una mayoría llega sin alimentos y no tienen para el transporte, que con el muro se ha hecho aún más largo, complicado y caro. Esa es la situación cotidiana que no es sólo lo económico y social sino lo que implica en cansancio, en desgaste de energía, en inversión extra de fuerzas sólo para mal sobrevivir. TJ.- Cuando la publicidad del sistema mundial habla de que llegó la libertad gracias a que cayeron los muros, Israel está construyendo el muro más alto y más caro de la historia. La situación que ha provocado el muro es tan grave que grupos de israelíes, especialmente mujeres, se han organizado para chequear los retenes y testimoniar cómo los soldados israelíes tratan a la población palestina y, cuando pueden, parar estas agresiones; ellas mismas son frecuentemente, reprimidas. Es el caso de Gush Shalom y Bath Shalom, y un grupo de mujeres creado específicamente para la observación de los retenes, por ejemplo. Para ir a un lugar que está a unos metros, debes tomar horas porque debes bordear el muro y pasar por los retenes donde te revisarán y te dan o no permiso para seguir. Las restricciones de circulación incluyen más de 400 retenes sólo en el lado poniente, que es un área súper chiquita. Una separación completa y severas restricciones en la franja de Gaza junto con el cierre estricto de Jerusalén para los palestinos del lado poniente y Gaza. Los palestinos de Jerusalén enfrentan a diario humillaciones y la confiscación de sus tarjetas de identificación sin las cuales ya no pueden moverse. En el norte, la ciudad de Calquillia vive en un estricto gueto, sólo pueden salir algunos trabajadores, un rato antes de las 7 de la mañana, previa revisión, y tienen una hora para regresar al atardecer. ¿Puedes imaginar la situación para los estudiantes, para la gente que requiere ir a un hospital o ver a un familiar? ¡Simplemente no pueden! eso es lo cotidiano. TJ.- Pero todo este dolor no sólo lo viven como víctimas, también sé que están haciendo cosas, organizaciones, formas de revertir en la medida de lo posible esa realidad. JZ.- Tratamos, hay muchos grupos, muchas personas haciendo muchas tareas, tareas de educación a los niños sin escuela, paquetes didácticos en casetes, libros, se han hecho programas de intercambiar profesores, especialmente hacia las áreas más aisladas. Comités de salud para atender las urgencias y necesidades mayores. Hay muchos esfuerzos de la sociedad, pero las necesidades son tan enormes que nada alcanza a cubrir ni las mínimas necesidades. Aún cuando alcanzáramos la independencia tomaría muchos años revertir la situación. Piensa sólo en que además de toda la grave situación social y económica, tenemos 46 mil minusválidos producto sólo de los últimos tres años y medio de esta ocupación militar. Somos un país de minusválidos de guerra. Proporcionalmente a su población no sé si algún país ha tenido este nivel de heridos con consecuencias de minusvalías. Sin contar los traumas síquicos y emocionales, especialmente en la niñez palestina. La situación emocional de los niños en general pero especialmente aquellos cuyas casas han sido destruidas, los que han perdido un familiar, los de las 5 mil 700 familias con presos políticos es muy seria. Se trabaja con algunos de ellos pero nada alcanza. Cuando llega ayuda, vía los bancos árabes que son los únicos que tienen sucursales en Palestina, ésta es revisadas y controlada por Israel y por las redes de bancos estadounidenses que retienen los fondos, muchos son retenidos y nunca devueltos. TJ.- ¿Ves tú alguna solución? ¿Por dónde pasaría? JZ.- No es fácil. Ambos pueblos sufren, la economía israelí depende principalmente de la guerra. ¿Cuánto tiempo pueden depender del apoyo de estados Unidos? ¿Cuánto tiempo puede una sociedad vivir construyendo tanto odio en torno a la gente o la gente vivir en torno al odio? ¿Cuánto podrán vivir sin comprender que necesitan ser parte del Medio Oriente? ¿Cuánto tiempo les tomará a los israelíes darse cuenta que están ocasionando tanto sufrimiento a su alrededor creyendo lo que les dicen sus gobiernos? Insisto, no es ni va a ser fácil. Creo que la solución tiene sólo dos escenarios: la existencia de dos Estados viviendo lado a lado pacíficamente o un sólo Estado con derechos iguales para todos y todas. Personalmente creo en sociedades y Estados plurales. Si los judíos fueron segregados en tantas partes del mundo y vivieron lo peor en Europa, en Alemania y ahora viven en condición de ciudadanos iguales ¿por qué no podrían adoptar el mismo modelo? Lo grave es que cuando dices eso, los israelíes te dicen que quieren un Estado judío y yo pienso que esta idea es la causa del problema porque no pueden ya existir más en el mundo sociedades o países basados en la religión o en el grupo étnico. No sólo como idea de pluralidad y diversidad sino incluso por el movimiento de la gente hoy en nuestro planeta. Tenemos dos pueblos y (por lo menos) tres creencias religiosas ¿Qué hacemos con eso si no cambiamos los modos de pensar sobre esa diversidad y de vivir con ella? |