México D.F. Sábado 4 de septiembre de 2004
Evidentes, sus vínculos con importantes
personajes del Revolucionario Institucional
Acusado de parcial, el IEV se alista a arbitrar los
comicios en Veracruz
Al amparo de que la ley le impide hacer muchas
cosas, mostró pasividad en el asunto de la fiscalización
de gastos partidistas y en la guerra sucia de la propaganda
GUADALUPE LOPEZ Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y
ENVIADO
Jalapa, Ver., 3 de septiembre. Con una legislación
que impide inhibir la violación del tope de campaña,
y sin la voluntad política de instrumentar medidas compensatorias
para evitar los millonarios gastos de las principales fuerzas políticas;
con los principales cargos de dirección bajo sospecha de parcialidad
en favor del Partido Revolucionario Institucional, ante los evidentes vínculos
con importantes personalidades, el Instituto Electoral Veracruzano (IEV)
se apresta a ser el próximo domingo el árbitro de la contienda
electoral más reñida que ha tenido el estado, en la que se
elegirá gobernador, 50 diputados locales y 212 ayuntamientos.
Tema
recurrentemente polémico en los comicios en el país, la fiscalización
de los gastos partidistas en esta entidad prácticamente no existe
por dos factores: una legislación que impide al IEV realizar auditorías
partidistas y una autoridad electoral sin la mínima voluntad política
para resarcir las insuficiencias que tiene la ley.
El consejero presidente, Salvador Martínez, se
atrinchera en los preceptos legales: la autoridad no puede hacer nada más
de lo que expresamente le confiere la ley. Y en esa lógica, todos
los partidos se acusan de haber resquebrajado los topes de campaña
hasta en 20 veces.
Yolanda Olivares, consejera electoral, asume las carencias,
pues "si bien existe un tope de campaña, hay limitaciones
presupuestales que impiden dar un seguimiento a los gastos por actos proselitistas
mediante un monitoreo, amén de la imposibilidad de realizar auditorías
a los partidos". Añade que, además de todo, en caso de que
se pudiera corroborar una ruptura de los límites de gasto de campaña
la sanción aplicable es meramente administrativa.
El consejero presidente atribuye la imposibilidad de desplegar
elementales acciones de control del gasto a las limitaciones presupuestales
del IEV. Con un recorte de 25 por ciento en el gasto para este año
electoral -en el que paradójicamente se eligen por primera vez,
al mismo tiempo, gobernador, diputados locales y alcaldes-, el IEV debió
asumir el "golpe económico" y adecuarse orientando el gasto a los
programas prioritarios, entre los que desde luego no se cuenta un monitoreo
a los medios electrónicos.
Es inmenso el gasto e imposible de asumir por el IEV,
para el cual, por supuesto, aunque sea el tema central de la democracia
mexicana en la actualidad, no es un asunto prioritario, si se juzga por
su eliminación. Es un asunto que deben resolver los legisladores
y parte de una agenda electoral pendiente, justifica Martínez.
Para el consejero Raúl Moreno lo más saludable
para una democracia sustentable que se pueda perfeccionar, es que todos
los partidos rindan cuentas de lo que hacen con recursos que no solamente
son privados sino que el estado subvenciona. No hay ninguna razón
para que los partidos estén exentos de esta rendición de
cuentas en el máximo grado posible.
La pasividad en este caso, como en el de la organización
de los debates, en acotar la injerencia del gobernador Miguel Alemán
Velasco en la campaña y en contener la guerra sucia de la
propaganda, abonan en favor de las acusaciones opositoras de que el IEV
está controlado por el PRI. Una oposición que parte de datos
ciertos: Salvador Martínez es cuñado del coordinador de campaña
del PRI y el secretario ejecutivo, Carlos Rodríguez, fue diputado
priísta hace cinco años.
Olivares lamenta, además, que el secretario ejecutivo
concentre tantas facultades, y cuestiona cómo se determinó
la forma de operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares
con los criterios de la secretaria general.
Para Martínez, con todo y ser ciertas las referencias
de conexiones con el priísmo, nunca han incidido en las decisiones
que toma el IEV. Eso dice él, "si lo hubiera sido ya habrían
puesto denuncias, y no lo hicieron".
Bajo el amparo de que la ley no les permite hacer muchas
cosas, el IEV tampoco intentó por lo menos hacer un exhorto a Alemán
para que no se inmiscuyera en la campaña, aun cuando en los anteriores
consejos estatales electorales se haya hecho.
Para Martínez, si se hubiera hecho a Alemán
se tendría que haber hecho a autoridades federales y municipales.
Como en el caso de las primeras no hay facultades, pues mejor no se hizo
para no hacer un exhorto tan genérico que no dijera nada. Lo mismo
pasó con los debates.
Con ese discurso, Martínez justifica todas las
omisiones del IEV, que simplemente en esta contienda dejo hacer, dejó
pasar. Una actitud, que a decir de la oposición, sólo tiene
un beneficiario: el PRI.
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