México D.F. Viernes 3 de septiembre de 2004
Buscan distorsionar las tendencias en su favor, dice
Estoy compitiendo con estructuras de poder, afirma Dante Delgado
ANDRES T. MORALES Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y ENVIADO
Veracruz, Ver., 2 de septiembre. Las encuestas en las que cree el candidato de Unidos por Veracruz, Dante Delgado Rannauro, ya le dan -asegura- un empate técnico con el priísta Fidel Herrera Beltrán.
Pese al repunte que dice haber logrado, los comicios del próximo domingo no los mira con tranquilidad: "Tenemos nubarrones de dudas".
Nubarrones que, dice, provienen de la autoridad electoral, la misma que ha rehuido su responsabilidad en la organización de debates o en la promoción del voto. "Se han alineado al gobernador. Es manifiesto que sus funcionarios han estado marcadamente vinculados al personal del PRI, pues finalmente fueron nombrados en connivencia entre el PRI y el PAN. No es un instituto ciudadanizado, sino partidizado."
Desde su visión, la campaña ha sido una carrera cuesta arriba, que -asegura- se ha agudizado hacia el final de la contienda, cuando se han recrudecido los ataques en su contra.
Las últimas encuestas dan cuenta de que "estamos empatados con Fidel, pero faltan los votos de los indecisos. Por eso estos ataques arteros, esta guerra sucia para querer bajar a Dante Delgado."
Según sus cuentas, sus cruces entre las tendencias de votación partidista y los augurios de los encuestólogos, Herrera Beltrán arrastra al PRI tres puntos a la baja en su votación histórica, y Buganza hace lo propio con dos por ciento en el caso del panismo.
De Buganza le han irritado en particular los últimos mensajes de la campaña llamando al voto útil por el PAN: "Es un hombre sin propuestas; por eso todo su ejercicio ha sido el agravio y la confrontación con el otro candidato".
Su paso por el penal de Rancho Viejo fue un tema recurrente que sus adversarios se encargaron de reciclar en la campaña y, a base de tanto repetirlo, Delgado Rannauro ha terminado por tratar de capitalizarlo comparándose con los "grandes hombres que han pasado por la cárcel", cuyos liderazgos, dice, les han sido combatidos por la vía de la crítica y la descalificación.
-Se auguran elecciones tan cerradas que tendrían que definirse en los tribunales.
-No lo creo. Sin embargo, lo que puedo decir es que si hay irregularidades se tiene que agotar lo que establece el Código Electoral de Veracruz, y si hay medios de impugnación se van a utilizar.
Delgado Rannauro tiene una certeza: "Estoy compitiendo con estructuras de poder; una que representa el PRI-gobierno estatal, y otra el PAN-gobierno federal. Ambas usan todo lo que tienen a su alcance para favorecer a sus candidatos; aún así tenemos la tendencia de crecimiento".
A ello atribuye que desde el gobierno del estado se busque distorsionar las tendencias de la mayoría de las encuestas, mediante la difusión de una encuesta oficial, "donde tratan de minimizarme porque saben que Unidos por Veracruz va a ganar. Tienen claridad de que el PAN está desesperado, tan desesperado que se escuda en espots cobardes para llamar al voto útil en su favor".
Ciertamente no elude que se habló con ese mismo panismo para concretar una alianza opositora, la cual finalmente no cuajó por las diversas prioridades que había, pues desde Unidos por Veracruz esta alianza debía tejerse en función de las potencialidades de crecimiento de los candidatos y no en otra cosa.
En su escenario hay todavía un margen de 17 por ciento de votantes que están indecisos, y que son los que finalmente decidirán la elección en su favor. La única fuerza que concede a sus adversarios es la estructura partidista, afirma.
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