México D.F. Viernes 3 de septiembre de 2004
Como proporción del PIB es similar al de 1995, según datos de INEGI y el BdeM
En dos años cayó la capacidad de ahorro al nivel más bajo en una década
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La capacidad de ahorro de la economía mexicana cayó en los últimos dos años de la gestión del presidente Vicente Fox al nivel más bajo en al menos una década, al resultar incluso similar al registrado en 1995, cuando el país vivió la crisis económica y financiera más severa en 70 años, reveló información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y del Banco de México.
El ahorro total en la economía, medido como proporción del producto interno bruto (PIB), se ubicó 19.8 y 20.9 por ciento en 2003 y 2004, respectivamente, nivel apenas comparable al que existió en 1995, que fue de 19.8 por ciento, indicaron los reportes del INEGI y el banco central, contenidos en el anexo estadístico del cuarto Informe de gobierno del presidente Fox.
La crisis de 1995, en la que la economía mexicana se sumió en la recesión luego de que su capacidad de pago fue superada ampliamente por las deudas que vencían ese año, puso en evidencia la debilidad de la capacidad de ahorro. Incrementar ese potencial fue uno de los objetivos centrales del plan de ajuste establecido por el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo después de la devaluación del peso en diciembre de 1994.
Los reportes contenidos en el anexo estadístico del informe muestran que a partir de 1997, cuando alcanzó su nivel máximo de los últimos años, al representar 25.8 por ciento del producto interno bruto, la capacidad de ahorro de la economía ha ido perdiendo dinamismo.
Las fuentes de ahorro en la economía son esencialmente dos: la derivada de la obtención de recursos en el exterior -principalmente por la contratación de deuda- y la interna. Esta última, por su parte, se nutre con el ahorro en las sociedades financieras y no financieras, el ahorro del gobierno y los hogares, y el generado por las instituciones privadas sin fines de lucro. Una de los usos principales del ahorro es la formación bruta de capital fijo, es decir, la inversión en infraestructura y en bienes que aumentan la capacidad de crecimiento de la economía.
La información oficial detalla que en 1990 el ahorro total de la economía era equivalente a 23.3 por ciento del producto interno bruto. De esa proporción, 20.5 puntos correspondían al ahorro generado con fuentes internas y los otros 2.8 puntos al que tenía como origen el exterior.
Hasta 1993 esa proporción se mantuvo estable, hasta que disminuyó en 1994 a 21.7 por ciento del producto interno bruto y luego volvió a caer a 19.8 por ciento del producto interno bruto en 1995, el año de la crisis en que la economía tuvo un desplome de 6.7 por ciento.
A partir de ese año comenzó una modesta recuperación, que alcanzó su punto máximo en 1997, cuando el ahorro total de la economía se ubicó en un monto equivalente a 25.8 por ciento del producto interno bruto, unos 820 mil 956 millones de pesos.
Entre los años 2002 y 2004 se ha observado un deterioro en este indicador, cuya evolución muestra que empeoró la capacidad interna para financiar el crecimiento y también pone de relieve que el país sigue siendo ampliamente dependiente de la fuente complementaria de ahorro externo.
En 2002, el ahorro total de la economía fue equivalente a 20.7 por ciento del producto interno bruto; un año después esa proporción disminuyó a 19.8 por ciento y se situó en 20.9 por ciento del PIB en el primer trimestre de 2004, última cifra reportada en el anexo estadístico del Informe de gobierno presentado por el presidente Vicente Fox.
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