México D.F. Viernes 3 de septiembre de 2004
Considera que la fiscalía especial ha
actuado de manera "extravagante"
El ex ombudsman De la Barreda pide amnistía
para represores
ALFREDO MENDEZ ORTIZ
Luis
de la Barreda Solórzano, ex presidente de la Comisión de
los Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), se pronunció
en favor de que el gobierno federal emita una amnistía que beneficie
a ex funcionarios implicados en crímenes de lesa humanidad cometidos
en décadas pasadas, incluido su padre, Luis de la Barreda Moreno,
ex titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), con el propósito
de que sea "justa" la aplicación de ese beneficio que se concedió
en el década de los setenta a ex guerrilleros y luchadores sociales.
Entrevistado al termino del coloquio Análisis del
proyecto de reforma al sistema de justicia penal, el ex ombudsman
capitalino aseguró que la Fiscalía Especial para Movimientos
Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) ha actuado de manera "extravagante"
en las consignaciones que ha hecho contra ex funcionarios que presuntamente
cometieron delitos en el pasado, además de que ha manipulado pruebas
con la finalidad de quedar bien ante la opinión pública.
Añadió que en el caso de su padre, acusado
de ser uno de los presuntos responsables de las desapariciones de Jesús
Piedra Ibarra e Ignacio Salas Obregón, ex miembros de la Liga Comunista
23 de Septiembre, ocurridas en la década de los setenta, así
como de haber contribuido a la matanza y represión estudiantil del
10 junio de 1971, "ya se demostró que los datos en su contra fueron
falseados y por ello le concedieron un amparo".
Respecto a la amnistía, De la Barreda Solórzano
indicó: "siempre que se dicta ese tipo de perdón para los
involucrados en un conflicto armado debe favorecer a todos los implicados,
y aquí la amnistía que en 1978 concedió el ex presidente
José López Portillo benefició sólo a una parte
de los involucrados en la confrontación (gobierno contra grupos
guerrilleros). Ahora, 30 años después, se está persiguiendo
a otra parte, lo cual no parece ser justo, porque no se ve el espíritu
central de una amnistía".
Agregó que si bien son graves los delitos que la
Femospp imputa a ex servidores públicos, "los actos ilícitos
por los cuales se condenó a los guerrilleros de los años
setenta también eran graves, pues tenían que ver con colocación
de bombas, secuestros, homicidios e incluso con ejecuciones entre ellos
mismos".
-¿Hace falta una amnistía para ex funcionarios?
-se le preguntó.
-Sí, una amnistía en términos muy
similares a la que benefició en 1978 a quienes habían tomado
las armas.
-Pero si se concede la amnistía, ¿cómo
se podrá llegar a la justicia en los crímenes cometidos en
el pasado?
-Amnistía significa que se extingue la acción
penal. Significa, políticamente, que se toma en cuenta la exculpación
de los hechos, y entonces el Estado decide no llevar a cabo el ejercicio
de la acción penal. En el caso de México hubo una amnistía
en los años setenta que sólo benefició a una parte,
por lo cual es parcial.
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