México D.F. Martes 31 de agosto de 2004
Magdalena Gómez
El proyecto alternativo de nación
La movilización en defensa de Andrés Manuel López Obrador ante una ciudadanía procedente de todo el país fue el escenario propicio para que el político tabasqueño presentara su propuesta de "cambio verdadero", colocando con ello al destino de la nación por encima de la implicación que tendría la privación que sobre sus derechos políticos le vienen preparando desde el poder constitucional, liderado en los hechos por el metaconstitucional. Anticipando también la definición personal, más allá de la que la clase política pretenda imponerle.
Tras reiterar su inocencia, habló de proponer una alternativa capaz de aprovechar la globalización, disminuir la desigualdad social e impulsar el crecimiento con equidad; para ello, señaló, se debe impedir la privatización de la industria eléctrica y del petróleo, reactivar la fuente de empleos ponderando la industria de la construcción y la política de fomento, y recuperar el campo. Indicó además que la gobernabilidad es posible sin autoritarismo y con respeto a los derechos humanos. Se refirió al papel de las fuerzas armadas en el resguardo y preservación de la soberanía. En un tema polémico, el de la inseguridad, partió de la tesis de que no es viable ningún proyecto que no la enfrente asumiendo que no es sólo asunto de policías y ladrones. Asimismo, ubicó la política exterior como extensión de la política interna (sin referirse a la necesaria alianza latinoamericana en la agenda común). Respecto al espinoso tema de la relación con el gobierno de Estados Unidos anotó que debe ser de "respeto y colaboración", ubicando a la migración como el tema principal de la agenda. Habló de austeridad, del combate a la corrupción, de evitar los privilegios fiscales y de crear una comisión de la verdad para transparentar el caso de Fobaproa. Concluyó con la necesidad de alcanzar un pacto nacional con todos los sectores.
Al margen de que se discutan estos planteamientos y se aclare la diferencia entre un programa de gobierno y el proyecto de nación, la decisión de orientar su discurso en ese sentido, y no sólo en el de agraviado, sacó de foco toda la embestida que algunos medios y analistas venían tejiendo para cuestionar el derecho ciudadano a manifestarnos en torno a un tema que está en el terreno de "la ley".
Sin embargo, pese a la confirmación de un ánimo social consciente de la injusticia que se ha estado fraguando, no debemos generar expectativas de que una movilización ciudadana de esta magnitud tendrá respuestas sensibles de manera automática; recordemos la experiencia de la marcha zapatista.
Por lo pronto habría que reiterar que es muy grave todo este proceso contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal, pues en los hechos estamos viviendo una trivialización del llamado "Estado de derecho", que para algunos lo es cuando se usa para orquestar desacatos y desafueros, y no lo es cuando se le invoca para defenderse de tales desviaciones de poder, así sea ejerciendo derechos ciudadanos de mayor rango que los implicados al "dueño" de El Encino.
Por ello se engañan los legisladores y dirigentes del PRIAN cuando afirman que el juicio de procedencia en curso será abordado "con la ley en la mano", cuando pudieron impedirlo haciendo uso de la misma, ante las públicas y evidentes pruebas de que la solicitud que les remitió la PGR fue construida con desproporción y mala fe, pues de existir las evidencias de violación a la suspensión de un juicio de amparo con motivo de la "probable" apertura de una calle, no sería el jefe de Gobierno el responsable directo de la misma, no sólo por el rango que ostenta, sino porque no tiene a su alcance todas las facultades operativas que entraña la conducta que le es atribuida de manera directa. Así que en la sección instructora de la Cámara de Diputados se sumaron a la maniobra política y convalidaron con ello el uso faccioso del derecho y en ese terreno están, cocinando a fuego lento su decisión.
La propuesta denominada "cambio verdadero" muestra que, en efecto, otro México es posible; para ello hay que dar un cambio de timón que trascienda las reflexiones superficiales y cálculos sobre los espacios de poder que se busque ocupar. Por ello cobra mayor sentido que tomemos la propuesta de López Obrador y la pensemos como el inicio de un gran movimiento nacional que rescate a la nación "más allá de quién sea candidato" en 2006, como él mismo aclaró, y que nos involucremos en la discusión sobre los grandes temas y tesis que enunció, también "más allá" del PRD y de sus alcances y limitaciones.
Por lo pronto, el punto seis, relativo a la deuda histórica con los pueblos indígenas, es emblemático, pues fija posición sobre una de las grandes traiciones con las que el llamado gobierno del cambio marcó el rumbo y sentido de este tan largo e inútil sexenio.
|