México D.F. Sábado 28 de agosto de 2004
Los remates de los iraquíes se estrellaron
en postes y travesaños
Italia venció 1-0 a Irak y se adjudicó
el bronce en el futbol varonil de Atenas
La solitaria anotación de Alberto Gilardino le
dio el triunfo sobre el equipo sorpresa del torneo
AFP Y DPA
Atenas, 27 de agosto. Con una gran dosis de buena
suerte y la anotación de Alberto Gilardino, Italia venció
1-0 a Irak y se consoló con la presea de bronce del futbol de los
Juegos Olímpicos.
El poste y el travesaño salvaron al calcio
en un par de ocasiones, y esta vez el futbol aguerrido de los iraquíes
no pudo reflejarse en el marcador.
Gilardino, atacante del Parma, anotó al minuto
ocho al cabecear con precisión un centro remitido por Andrea Pirlo.
Tras
un comienzo flojo y ya con el tablero en contra, Irak reaccionó
y mostró de nuevo el juego de garra y pundonor. Generó varias
situaciones de gol, pero en algunas ocasiones careció de calma en
la jugada decisiva, mientras en otras los postes salvaron la meta defendida
por Iván Pelizzoli.
Italia empezó a sufrir cuando Farhan Razzaq se
decidió a ir al ataque, gambeteó a Matteo Ferrari, pero se
cayó y desde el césped alcanzó a patear en forma sorpresiva,
el defensa Simone del Nero logró desviar a tiro de esquina para
evitar la anotación.
Poco después y tras nuevo córner, el guardameta
Pelizzoli se lanzó para rechazar un cabezazo de Munir Qusai; la
pelota se estrelló en el travesaño y en el rebote el portero
tuvo una gran reacción al desviar con la pierna una nueva arremetida
de Razzaq.
Italia de nuevo se salvó tras otro tiro de esquina
cobrado por Karim Mahdi; el esférico hizo comba, se fue cerrando
y chocó en el segundo palo de la meta de Pelizzoli.
En el complemento Irak acentuó su ataque, pero
entonces el portero italiano se creció para contener la ofensiva
rival. En un mano a mano no dudó en arriesgar el físico y
a menos de un metro contuvo un disparo del incansable Razzaq.
Los azzurri respondieron con un tiro libre de Pirlo
y luego Gilardino aprovechó un mal despeje de Jabar Haidar, para
intentar nivelar.
En una de las últimas arremetidas de los iraquíes
tomaron mal parada a la defensa italiana, pero el disparo de Sadir Salih
Qusai cimbró el travesaño y la opción se esfumó.
Ambos equipos salieron juntos y así posaron para
los fotógrafos en señal de repudio por el asesinato horas
atrás de un periodista italiano en Irak. Los europeos portaban un
brazalete negro en señal de duelo.
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