La Ssa se dice abierta a hablar con Greenpeace

Inocuos, los transgénicos autorizados para consumo

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Tanto la Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) como la de Salud (Ssa) tienen la responsabilidad de garantizar la inocuidad de los alimentos que consumen los mexicanos, mientras que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) está encargada de vigilar y proteger cualquier amenaza a la salud de la población.

Con esta premisa, ayer el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, rechazó que en el país se vendan productos para consumo que pudieran afectar a la población. Se refería a la denuncia hecha por la organización ecologista Greenpeace, de que la Ssa autorizó en 1995 la entrada al mercado mexicano de 25 productos de origen transgénico, como algodón, canola, soya, maíz, papa y jitomate. El funcionario puntualizó que estas autorizaciones son otorgadas ahora por la Cofepris, organismo adscrito a la estructura de la Ssa que funciona de manera autónoma. Señaló que las puertas de la dependencia y de la comisión están abiertas para escuchar los puntos de vista de Greenpeace y efectuar las evaluaciones que correspondan, aunque éstas ya se practican de manera rutinaria.

Por la tarde, la Ssa emitió un comunicado de prensa en el que asegura que autoridades de la Cofepris invitaron hasta en tres ocasiones a representantes de Greenpeace para integrar una comisión y dialogar con Alfonso Caso, comisionado de Fomento Sanitario, y Miguel Lombera, comisionado de Evidencia y Manejo de Riesgos.

Los representantes de la agrupación rechazaron asistir con los funcionarios. No obstante, según la Ssa, tanto Areli Carreón, coordinadora de la Campaña de Consumidores, y Alejandro Calvillo, director de Greenpeace, reconocieron que hasta el momento no existen evidencias de que los productos en cuestión puedan ser peligrosos, pues sólo se ha dicho que pueden producir alergias.

La SSA agregó que de 1995 a la fecha, la industria ha solicitado la evaluación de 33 productos transgénicos, de los cuales sólo 25 han demostrado seguridad para el consumo humano.