Personas de la tercera edad conmemoran hoy su día; inactiva y estigmatizada, la mayoría

Excesos y omisiones impiden una vejez digna

CAROLINA GOMEZ MENA ENVIADA

La Habana, 27 de agosto. Actualmente la mayoría de la población mundial mayor de 60 años experimenta envejecimiento patológico, fatalista y empobrecido, debido a las omisiones o excesos en que incurrió durante las décadas previas al arribo de la senectud, así como a la falta de estructuras sociales que garanticen una vida digna a quienes se halla en esta etapa de la vida.

Las principales desatenciones se dan en el campo de la salud; tan es así que, según cálculos, para 2020 las tres cuartas partes de los decesos en países en desarrollo estarán asociadas a esta vejez patológica, en la que se exacerbarán males cardiovasculares, cáncer, diabetes, osteoartrosis, desórdenes mentales, hipertensión y accidentes vasculares, entre otros padecimientos. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas enfermedades crónico-degenerativas están influyendo en casi la mitad de los fallecimientos de quienes superan los 60 años.

En países desarrollados, como Estados Unidos, al menos 80 por ciento de la población mayor de 60 años padece alguna enfermedad crónica y 50 por ciento sufre al menos dos de ellas. La diabetes, se estima, afecta a una de cada cinco personas en este rango de edad, y el Alzheimer duplica su predominio al cabo de cada lustro, luego de los 65 años.

Este sábado se celebra el Día Mundial del Anciano y, lamentablemente, para la gran mayoría de los poco más de 600 millones de adultos mayores en el mundo hay poco o nada qué celebrar, pues aunque se sabe que existen factores claves para tener una ancianidad activa y feliz, para muchos esta recomendación llega tarde.

De acuerdo con especialistas cubanos, seis factores influyen en una vejez prolongada y satisfactoria: la salud, la alimentación, la actividad física, el medio ambiente, la cultura y la motivación. Con estas premisas, con la convicción de que la "longevidad no se lleva con los excesos" y con la certeza de que el escritor argentino Jorge Luis Borges tenía razón cuando dijo: "la vejez puede ser el tiempo de nuestra dicha", en Cuba se emprenden acciones concretas para lograr una ancianidad digna.

El presidente del Club de los 120 años (instancia que ha desarrollado desde septiembre una estrategia en Cuba para lograr una vejez satisfactoria), el doctor en ciencias Eugenio Selman-Housein Abdo, destacó que en virtud de que no se envejece desde que se sobrepasa la curva de los 60 años, sino durante toda la vida, las acciones en pro de una vejez digna deben empezar desde temprana edad.

Destacó que uno de los campos más olvidados para este sector es la motivación, es decir, tener razones y alicientes para vivir.

Universidad para ancianos

Justamente para atender este aspecto se ha establecido en la isla la Cátedra del Adulto Mayor, un esquema mediante el cual se imparten clases sobre salud, desarrollo humano, seguridad social, desarrollo individual, cultura y uso del tiempo libre. Esta especie de universidad para adultos mayores es coordinada por la Facultad de Sicología de la Universidad de La Habana y el Club de los 120 años, y está auspiciada por el Ministerio de Educación Superior y la Central de Trabajadores, explica Teresa Orosa, coordinadora de la cátedra y presidenta de la sección Tercera Edad, de la Sociedad de Sicólogos de Cuba.

De acuerdo con la experta, estos cursos tienden a elevar la autoestima del adulto mayor, a "mejorar su diálogo con las nuevas generaciones" y a sentirse y ser útil, pero sobre todo a ''acabar con los prejuicios sobre la vejez y a desprenderse de la carga cultural que han interiorizado respecto a qué es ser viejo''.

Para la maestra en sicología y vocal del mencionado club, debe desterrarse la idea de que cuando se llega a viejo se da por terminado lo que uno fue de joven y adulto, y se empieza de cero para ser también cero. "Sin duda, cuando se llega a la vejez se sigue siendo lo que se fue durante toda la vida, uno envejece de acuerdo a cómo vive".

De 2000 a la fecha la cátedra ha graduado a mil 229 personas, y las sesiones se han transmitido en horarios estelares por la televisión cubana.