México D.F. Jueves 26 de agosto de 2004
El sábado se inaugura Paracaidista.
Av. Revolución 1608 bis en el Carrillo Gil
Geometría estructural y materiales de ''tercera''
para una vivienda-parásito
La propuesta de Héctor Zamora incluye arquitectura,
intervención y performance
ARTURO JIMENEZ
Desde avenida Revolución la casa flotante construida
por el colono invasor, diseñador gráfico y artista Héctor
Zamora se observa como gigantesco panal de 70 metros cuadrados adherido
a la parte superior de las paredes del Museo de Arte Carrillo Gil.
Se
trata de la ''exposición-intervención" Paracaidista. Av.
Revolución 1608 bis, que se inaugurará este sábado
a las 12 horas y comenzará a ser habitada por Zamora durante tres
meses.
Montada sobre una estructura de metal colgada de la azotea
del museo mediante un sistema de grúa y cubierto su exterior por
láminas de cartón acanaladas, los interiores de esta vivienda-''parásito"
están forrados de cartón corrugado, con pisos de madera ''de
tercera" y ventadas protegidas por plásticos (La Jornada,
25/08/04).
El colono Zamora recibe a este diario
en la primera puerta de ingreso a la casa panal, sobre
la banqueta del museo, en avenida Revolución. Es una torre de madera
de unos 12 metros de altura construida por el maestro albañil Ventura
López y que lleva en espiral a la entrada de la vivienda, ya en
las alturas.
Con apoyo de sus ayudantes, el maestro soldador Bonifacio
López y el maestro carpintero Mario López dan los últimos
toques. Son seis trabajadores, pero en un momento estuvieron
laborando una docena de ellos.
Un largo pasillo en forma de escuadra une todas las habitaciones.
En un nivel superior, sobre Revolución, se encuentra el baño,
con regadera eléctrica, tina de latón, excusado y paredes
recubiertas de acrílico.
Experiencia múltiple
Las tomas de agua hechas con magueras, el sistema de drenaje
con pvc y la instalación eléctrica están conectados
de manera parásita al museo, a la manera de los paracaidistas de
las zonas marginadas.
Por
un par de escaleras de madera se baja a las dos habitaciones, una de las
cuales ocupará el nuevo paracaidista de San Angel y otra será
para las visitas. De nuevo en el nivel superior, sobre el pasillo, se llega
a la sala, ya ubicada sobre Altavista. Las letras doradas que anuncian
''Museo de Arte Carrillo Gil" adornan la pared principal.
Al fondo hay un estante con fregadero y dos hornillas
eléctricas y al lado un pequeño refrigerador. Por esa cocineta
se sale a una pequeña terraza cuyo piso es parte de la estructura
de concreto del museo. Ahí Zamora acomodó escobas, otros
enseres y muchas plantas e instaló un lavadero.
Las barras de metal utilizadas, explica, son ''perfil
comercial" denominado ''R-300", no estructural, como sí es el ''PTR",
que son más gruesas y pesadas. Pese a ello, Zamora asegura que ese
material ligero es resistente si se le sabe utilizar mediante la geometría
estructural.
De hecho, el ingeniero Antonio Silva, de la Universidad
Nacional Autónoma de México, tras una supervisión,
acababa de dar el visto bueno sobre el trabajo de cálculo de Héctor
Zamora.
''Aquí todo está basado en geometría,
porque si no el puro perfil comercial no lo soportaría", señala,
y comenta que el viento no es problema para la construcción, salvo
que llegue con lluvia horizontal, que se puede colar por el espacio de
la pared.
''Pero no pasa de la gotera usual en una vivienda de este
tipo. Es parte de la vida de un paracaidista y de la complejidad de una
casa que es pionera y asentada en un espacio anormal."
Desde este sábado, luego de la inauguración
de la "exposición-intervención", Zamora comenzará
a recibir en su sala, con vista a la calle de Altavista, a los visitantes-espectadores.
Mediante la interacción, tratará de generar
con ellos una experiencia de temas múltiples: arquitectura, ingeniería,
urbanismo, arte público, relación social del arte, intervención,
instalación, performance y crítica a la burocracia
cultural, entre otros, en los cuales lo público y lo privado podrían
confundirse.
Aspectos de la sui generis construcción
del diseñador gráfico Héctor Zamora, erigida en el
''espacio anormal'' del Museo de Arte Carrillo Gil. En la foto de la derecha,
al fondo, la tina de baño FOTOS JOSE ANTONIO LOPEZ
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