México D.F. Jueves 26 de agosto de 2004
Ante las protestas del sindicato del IMSS, plantea
"profundizar el diálogo"
Levy exige cambios al contrato colectivo
FABIOLA MARTINEZ
El
director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Santiago
Levy, planteó que la reforma a la ley del organismo no resuelve
"en su totalidad" el problema financiero, por lo que es necesario "profundizar"
el diálogo con el sindicato para "realizar los cambios contractuales
y legales necesarios y recuperar la viabilidad financiera de mediano plazo".
El funcionario presentó ayer su informe ante la
94 asamblea general ordinaria del IMSS, hecho difundido por la coordinación
general de Comunicación Social del instituto a través de
un boletín de prensa, ya que no hubo invitación.
Mientras tenía lugar la asamblea, cientos de afiliados
al sindicato realizaban un plantón frente al edificio principal
del IMSS, en repudio a la reforma y para exigir la renuncia del titular
del instituto.
Colocados en la lateral de Paseo de la Reforma, los empleados
del IMSS advirtieron que los cambios aplicados son "inconstitucionales"
y violentan diversas cláusulas del contrato colectivo. Por ello,
señalaron, continuarán con su plan de "resistencia", que
incluye diversas movilizaciones el próximo 31 de agosto así
como un "paro colectivo" el primero de septiembre, justo el día
del cuarto Informe del presidente Vicente Fox.
Como se ha difundido, el sindicato prepara también
una solicitud de amparo contra la reforma, que se presentará ante
un juez de distrito la próxima semana, como la vía para que
el Poder Judicial dé marcha atrás al cambio legal.
Adentro, Levy se dirigía a los integrantes del
consejo técnico (integrado por enviados de los sectores obrero,
patronal y del gobierno federal), quienes promovieron la reforma y la inmediata
aprobación de ésta a cargo de legisladores del PAN y la mayoría
del PRI. Ante ellos, reiteró que la situación financiera
del instituto es "crecientemente delicada".
De paso, en las observaciones finales, Levy señaló
que "es conveniente ponderar si el IMSS debe o puede mantener a futuro
actividades y servicios que tal vez otras instancias del Estado mexicano
puedan proveer de mejor manera".
Si bien trató de fijar una postura de conciliación
con el sindicato, expuso que aunque los esfuerzos realizados por más
de 370 mil empleados permiten que los principales proyectos del organismo
estén en marcha, hay "claros límites" y no representan la
"solución permanente".
Entonces señaló que la reciente enmienda
es sólo "un paso decisivo y firme" para construir un nuevo marco
legal que sirva de base para generar acuerdos y consensos en busca de resolver
problemas pendientes.
Sin embargo, agregó, los desequilibrios ya acumulados,
sobre todo el derivado del pasivo laboral, gravitarán sobre la institución
en los próximos años y requerirán del esfuerzo de
todos para solventar esta situación.
Las prioridades del instituto, prosiguió, han sido
marcadas con toda claridad por el Legislativo y corresponde a las autoridades
del IMSS y a su sindicato buscar la mejor manera de aplicar estas disposiciones.
Expresó su reconocimiento a los legisladores y al Presidente por
"esas trascendentes reformas" y ofreció darles cumplimiento puntual.
Insistió en que la enmienda no afecta ninguno de
los derechos adquiridos por los actuales pensionados y jubilados y da certeza
jurídica a los más de 370 mil trabajadores en activo para
respetar las prestaciones establecidas en su régimen de jubilaciones
y pensiones (RJP).
Fijó también una lista de objetivos prioritarios,
en la que señala que es necesario "realizar los cambios contractuales
y legales necesarios para recuperar la viabilidad financiera de mediano
plazo". Además, promover "el cambio organizacional en la institución"
y acrecentar y profesionalizar el manejo de las reservas.
Otros puntos se refieren a la necesidad de fortalecer
la medicina de familia y revalorar la prevención; fomentar la rehabilitación
para el trabajo; mejorar y desconcentrar el abasto; aumentar la calidad
de la atención médica; expandir el servicio de guardería,
y recaudar con mecanismos más modernos, estrictos y eficaces, entre
otros puntos.
Admitió que el instituto tiene gran rezago en inversión,
conservación, equipamiento y contratación de nuevo personal.
En ese punto insistió en que "se deben crear más reservas
para su pasivo laboral y sus ramos de aseguramiento".
De acuerdo con los más recientes indicadores financieros
difundidos por el IMSS (2001-2003), que fueron destacados en el informe
de Levy, se precisa que el pasivo laboral (obligaciones por beneficios
proyectados) se ubica actualmente en poco más de 419 mil millones
de pesos.
Una vez más planteó que "el problema fundamental
es el impacto que el RJP tiene sobre la operación del instituto",
de ahí que "aumentar las contribuciones de todos los afiliados al
IMSS para financiar el régimen, independientemente de las consideraciones
de equidad, reducirá la cobertura de la seguridad social".
En las consideraciones finales del informe, aprobado por
la representación obrera y patronal en la 94 asamblea general, el
funcionario reitera que "de forma esencial se requiere una modificación
al RJP para, con respeto a los derechos de los trabajadores, revertir la
actual trayectoria de deterioro operativo y financiero".
Menciona también que se requiere fortalecer la
base fiscal del Estado para que éste pueda, a su vez, apoyar al
Seguro Social.
"No pueden plantearse modificaciones legislativas que
aumenten las transferencias de recursos del gobierno federal al instituto
sin simultáneamente plantear sus fuentes de financiamiento", declaró
el funcionario.
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