México D.F. Martes 24 de agosto de 2004
Reclutan a personas entre 18 y 40 años que experimenten la sintomatología
Investigan en la UNAM si la depresión afecta la memoria
CAROLINA GOMEZ MENA
La depresión es una enfermedad que puede padecer en algún momento de la vida casi 15 por ciento de la población; menos de 30 por ciento de quienes la experimentan recurren a ayuda médica, y las recaídas, en el caso del trastorno depresivo mayor, oscilan entre 50 y 90 por ciento de la ocasiones. Ante este panorama la Facultad de Psicología de la UNAM emprenderá un estudio para determinar qué tipo de pacientes responderán al tratamiento farmacológico y dilucidar si este mal altera de manera imherente la memoria y la atención del paciente.
La investigación de campo, que durará casi dos meses, está dirigida por la doctora en sicología Feggy Ostrosky y la académica Gabriela Castillo Parra, y se lleva a cabo en el Laboratorio de Sicofisiología y Neurosicología de la Facultad de Psicología de la casa de estudios. Para ello se está reclutando a personas entre 18 y 40 años que experimenten la sintomatología de este mal y que no se encuentren en terapia.
Entre los principales síntomas del padecimiento, uno de los trastornos mentales más comunes -en el país se estima que la sufren casi 4 millones de personas- están la pérdida del gusto por cosas o situaciones generalmente placenteras, un profundo sentimiento de tristeza, desesperanza, autodevaluación, dificultad para concentrarse, cansancio persistente, trastornos de sueño y apetito, así como alteraciones en la actividad sexual por baja de la libido.
Más de 150 millones de personas en el mundo la padecen, pero podrían ser muchas más, por la negación por el enfermo y la falta de diagnóstico, que asciende hasta 50 por ciento de los casos.
En entrevista, Castillo detalló que la intención es obtener el perfil neurosicológico de los afectados. Para ello se les practicará un estudio denominado Spect, mediante el cual se obtendrá una neuroimagen que permitirá evaluar el metabolismo cerebral, y se les dará tratamiento farmacológico con el antidepresivo fluoxetina.
Según la experta, se sabe que casi 80 por ciento de los enfermos responde a los tratamientos con fármacos; falta saber a qué clase de enfermos les será más difícil responder a esta terapia, y cuáles son los que no tendrán oportunidad de mejoría con ella. De acuerdo con Castillo, las recaídas suelen incrementar el estrés del individuo y aumentar las liberaciones de cortisol, lo que puede derivar en daño en algunas estructuras del cerebro y generar alteraciones en funciones cerebrales, como la memoria.
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