México D.F. Domingo 22 de agosto de 2004
Hoy, Brutality of fact, de Cristina Maldonado,
y Emoción plástica, de Pilar Noriega
Cierra el ciclo Tecnología en la Danza con dos
obras que se prevén polémicas
ARTURO JIMENEZ
Acompañadas tanto por la aceptación como
por el rechazo del público, este domingo se presentarán por
última vez en el foro del Centro Cultural Los Talleres dos obras
dignas para la polémica, dentro del ciclo Tecnología en la
Danza, que así concluye.
Se
trata de Brutality of fact, de Cristina Maldonado, y Emoción
plástica, de Pilar Noriega, ambas bailarinas y coreógrafas
de la nueva generación y caracterizadas por su distanciamiento de
los cánones escénicos.
Brutality of fact es una recreación a partir
de la visión del pintor Francis Bacon sobre cómo otras disciplinas
afectan al cuerpo y su movimiento. Es el estreno en México de la
tercera parte de un tríptico cuyas dos primeras entregas se pusieron
en Praga. Toda la obra se presentará en la capital checa a finales
de año y aquí en 2005.
Emoción plástica es un "videoperformance
para cuatro televisores y una solista" que aborda la soledad y la depresión
mediante la interacción y yuxtaposición de la realidad escénica
y la realidad virtual y onírica presenciada en los monitores.
En Brutality of fact la acción de la única
protagonista es ubicada en una especie de "hiperrealidad", que a su vez
podría colocarse entre la realidad y la metarrealidad. Con la intención
explícita de alejarse de los cánones de la danza, Cristina
Maldonado comenta:
"La visión de Bacon me ayudó a ver el cuerpo
dentro de la danza también como un material, en lugar de solamente
buscar el movimiento por sí mismo. Para mí hubo como un salto
entre el abordar el movimiento desde la perspectiva subjetiva del bailarín
y el planteamiento de que el cuerpo tiene que reaccionar para resolver
cosas concretas, como enfrentarse a diferentes objetos."
En
Brutality of fact, de manera arriesgada pero consciente, la protagonista
desarrolla su no historia en un espacio escénico-instalación
desconectado, primero, de cualquier desarrollo dramático y, segundo,
de toda búsqueda de una relación con el espectador, dejando
la puerta abierta a las interpretaciones al infinito.
Es entonces que pega a imanes dos hilos horizontales con
agujas, se contempla en cristales que aumentan las dimensiones de su rostro,
se cuelga pinzas quirúrgicas en la cara y en los dedos de sus manos
(enrojecidas y lastimadas), coloca rizos en un hilo vertical, avienta tenedores
para que se adhieran a una pared de metal, o bucea en una pecera, en la
que decenas de clavos se pegan al visor.
Pero también proyecta imágenes en blanco
y negro de mujeres haciendo el amor, y danza y se mueve por el escenario,
y con las manos imita figuras con cierta carga freudiana. Todo escasamente
iluminado por pequeños focos enchufados a una batería de
automóvil.
''Las tres partes conforman un estudio del cuerpo humano.
Aunque Bacon no lo declara de manera directa, su obsesión constante
es la de transformar el cuerpo humano y definirlo emocionalmente.
''Yo también tengo esta obsesión por el
cuerpo y por definir lo que puede ser el ser humanos. Estos hilitos, imanes,
clavos y pinzas son un poco como un proceso quirúrgico y de alquimista.
Lo que me interesa es mostrar los límites y la vulnerabilidad del
cuerpo."
Soledad, pesadillas y video
En Emoción plástica, de Pilar Noriega,
el circuito cerrado de cuatro videos se convierte en el escenario de las
pesadillas y es a la vez una pesadilla en sí, la cual se relaciona
de manera directa con los deseos suicidas y con el aislamiento del individuo
ante el predominio de una sociedad decadente.
''En mi generación, de los cercanos a los 30 años,
predomina la soledad y la depresión. A esta edad aún no se
tiene una concreción económica ni de pareja. Aunque también
es un momento de búsqueda'', comenta Noriega sobre este proyecto,
que surgió a partir de una beca en el Banff Center, de Canadá,
convocada por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
En escena la protagonista recibe una llamada de alguien
que la visitará pero no aparece, aunque después tocarán
a la puerta y recibirá a un personaje muy conocido por ella, a la
manera de la "vuelta de tuerca" de los finales sorpresivos de algunos cuentos.
Quizá lo que más habría que destacar
en los trabajos de Cristina Maldonado y Pilar Noriega es la congruencia
con sus planteamientos y que, aunque pequeño, tienen un público
que está dispuesto a sacrificar las convenciones de un desarrollo
dramático en favor del experimento, es decir, la cuerda floja de
la búsqueda en las artes escénicas.
Brutality of fact y Emoción plástica
se presentarán por última vez en Los Talleres (Francisco
Sosa 29, Del Carmen Coyoacán), este domingo a las 6 de la tarde.
|