México D.F. Domingo 22 de agosto de 2004
Los gravámenes diferidos por las instituciones
ascienden a 36 mil 623.1 millones de pesos
Intacto, el privilegio fiscal de la banca; usa como
activos impuestos no pagados
En este sexenio los intermediarios han tenido utilidades
por un total de $78 mil 682 millones
La dispensa debió concluir cuando comenzaron
a tener ganancias, lo cual ocurre desde hace 4 años
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Mientras el gobierno federal y algunos estatales iniciaron
esta semana una campaña para promover un incremento en la carga
a los contribuyentes cautivos, las instituciones bancarias que operan en
el país, prácticamente todas extranjeras, mantienen un subsidio
fiscal directo del Estado que les permite contabilizar en sus activos impuestos
no pagados por un monto de 36 mil 623.1 millones de pesos, de acuerdo con
reportes oficiales.
El
conjunto de las instituciones del sistema bancario incluyen en sus activos
estos impuestos no pagados al fisco, lo que además de constituir
un subsidio fiscal permite que no aumenten los requerimientos de reservas
mínimas de capital.
La posibilidad de incluir en su contabilidad impuestos
no enterados a la Secretaría de Hacienda se abrió durante
el proceso de rescate bancario emprendido por el gobierno del ex presidente
Ernesto Zedillo después de la crisis que estalló en diciembre
de 1994, aunque en aquel tiempo se aseguró que la dispensa concluiría
una vez que la banca generara utilidades, lo que ha ocurrido al menos desde
hace cuatro años.
En los pasados cuatro años y medio, el conjunto
del sistema bancario que opera en México ha obtenido ganancias netas
por 78 mil 682 millones de pesos, aunque no ha cubierto al fisco los impuestos
diferidos.
Información de la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores (CNBV) detalla que a junio de 2004, el monto de impuestos
que la banca no había pagado y que mantenía contabilizados
como parte de sus activos era de 36 mil 623.1 millones de pesos, cantidad
similar a la registrada al cierre de 2003, cuando se situó en 36
mil 825 millones de pesos.
El martes pasado, en ocasión del fin de los trabajos
de la Convención Nacional Hacendaria (CNH), el gobierno federal
y algunos estatales hicieron pública la decisión de impulsar
en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso -que se
inicia el primero de septiembre- reformas fiscales para elevar la recaudación
de impuestos en al menos 5 puntos porcentuales del producto interno bruto
(PIB), unos 350 mil millones de pesos. Adicionalmente, legisladores del
Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el presidente Vicente
Fox, algunos diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI),
así como funcionarios de la administración federal y líderes
empresariales, insistieron a lo largo de la semana en crear un impuesto
de 4 por ciento al consumo de alimentos, idea que ya ha sido rechazada
en el Congreso en dos ocasiones en los pasados cuatro años.
El documento con las conclusiones de la CNH hace énfasis
en que una mayor recaudación puede ser obtenida con el aumento de
la carga fiscal a los contribuyentes cautivos. En ese texto se plantea
que el combate a la evasión no generaría suficientes recursos,
aun cuando cifras de la propia Secretaría de Hacienda establecen
que la evasión fiscal equivale a tres cuartas partes de la recaudación.
La posibilidad de no pagar la totalidad de los impuestos
y contabilizar esos recursos como parte de los activos es un privilegio
del que sólo han disfrutado las instituciones bancarias en México.
Fue parte de los apoyos que recibieron del gobierno del ex presidente Ernesto
Zedillo y que han mantenido en el actual. Cuando esta medida fue adoptada,
con el argumento de que aliviaba la situación financiera de las
instituciones de crédito en los difíciles momentos de la
crisis, la administración federal estableció que esos beneficios
serían retirados cuando hubiera utilidades.
De acuerdo con cifras oficiales, el conjunto de las instituciones
bancarias que opera en México obtuvo en 2000 utilidades por 13 mil
452 millones de pesos; un año después, alcanzaron 12 mil
364 millones; sumaron 11 mil 289 millones de pesos en 2002 y se situaron
en 29 mil 302 millones de pesos en 2003. En la primera mitad de este año,
las ganancias netas de la banca fueron de 12 mil 275 millones de pesos.
Al cierre de 2001, el monto de impuestos no pagados por
el sistema bancario a la Secretaría de Hacienda e incluidos como
parte de sus activos fue de 45 mil 624.7 millones de pesos; en 2002, la
cifra alcanzó 43 mil 894.8 millones; en 2003, fue de 36 mil 825
millones y de 36 mil 623 millones de pesos en junio pasado, conforme a
los datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
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