No pensé que fuera a darse la descalificación; iba bien: Noé

Me sentí solo y con el peso de un país que quería una medalla: Omar Segura

NOTIMEX, AFP, DPA Y REUTERS

Atenas, 20 de agosto. "Para mí es un fracaso personal por no haber entrado entre los 10 primeros... Me sentí solo y desmotivado, sin nadie más que yo en la competencia y con el peso de un país que quería una medalla y sin poder luchar por ella'', dijo resignado Omar Segura tras concluir su participación en los 20 kilómetros de marcha.

En lo que fue su primera experiencia olímpica, Omar, de 23 años, ofreció disculpas "al pueblo de México, porque había prometido que llegaría entre los cinco primeros lugares y mucha gente creyó en mis palabras''.

Mientras, Noé Hernández no podía asimilar su descalificación y se dirigió a los brazos de su esposa Vianney Pedraza para romper en llanto. Luego declaró:

"Me sentí medio incómodo porque sabía que venía la tercera (amonestación), pero no tan rápido, y no pensé que fuera a darse. Estaba fatigado, pero me sentía bien''.

Explicó que por momentos pensó alcanzar al ecuatoriano Jefferson Pérez, quien iba en tercer lugar: "me sentí muy rápido, lo recorté bastante, ya tenía un poco más de velocidad y empecé, yo creo, a flotar, o no sé cómo fue, y precisamente ahí estaban los jueces. Hoy me tocó perder. Trataré de asimilar lo que pasó y pensar en el futuro''.

Elogió el recorrido ateniense "muy bien, con bajaditas, subiditas, pero parejo'' y confesó su sorpresa por el triunfo del italiano Ivano Brugnetti.

Bernardo Segura, por su parte, dio varias excusas. Dijo que su abandono de la prueba fue porque "me falló la pierna'' y aunque trató de seguir el dolor era intenso, además de que los jueces estuvieron muy atentos de él "y me bajaron la moral'' cuando recibió dos amonestaciones en los primeros cinco kilómetros.

Frente a las cámaras de televisión, el medallista olímpico de Atlanta 96 argumentó que se resintió de la pierna derecha porque no tuvo tiempo suficiente para "estirar y calentar los músculos'', ya que llegó 25 minutos antes de que comenzara la competencia, por un retraso en el transporte "que me dejó'' en la Villa Olímpica, donde tomó una unidad particular, cuya persona no sabía cómo llegar al estadio.

Sostuvo que esa "distracción me costó muy caro'' y entró al estadio olímpico gracias a la ayuda de los ex deportistas Ernesto Canto y Jorge Camacho, ambos acreditados como comentaristas.

Los marchistas mexicanos eran mencionados como potenciales medallistas dentro de la delegación de acuerdo con los pronósticos de la Conade, por lo que ahora dependerá de la suerte de sus compañeros de 50 kilómetros, el día 27.