Poemas de Nuria Gómez Benet
El berrinche de Moctezuma
El monarca Moctezuma hoy está de mal humor. Se han cansado de pedirle que sonría, por favor.
--¡No sonrío! ¡Hoy no quiero! ¡Por favor, déjenme en paz! ¡Que se quede mi ayudante! ¡Que no entre nadie más!
--¡Pero si hay mucho trabajo! ¿Qué no ha oído el caracol? Ya sonó para la junta, allá, en el templo del Sol.
Y recuerde que hoy le toca cuatro códices dictar... Muy furioso Moctezuma le termina por gritar:
--¡A volar con los ministros! ¡Con los códices también! ¡Ya no quiero ver a nadie porque no me siento bien!
--¡Está bueno! ¡Ya me iba! ¡No se puede hablar de nada, porque está usted de peor genio que la serpiente emplumada!
En la casa del monarca todo el mundo preocupado se pregunta en los pasillos --¿Qué mosquito le ha picado?
Le llevaron de regalo fino traje de guerrero. Moctezuma emberrinchado les gritó: ?¡Que no lo quiero!
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Consiguieron un penacho con mil plumas de colores. Tantas aves desplumadas no cambiaron sus humores.
Y se hicieron sacrificios y vinieron los danzantes... Pero el recio Moctezuma les gritaba más que antes.
Ya después de mucho rato alguien vio la solución: ?Que preparen enseguida xocolatl del fogón.
Reinó entonces el silencio. Todo el mundo se calló. Se detuvo el teponaxtle y la música paró.
--Aquí tiene, mi Monarca, mi señor, gran Moctezuma: xocolatl calientito, bien batido y con espuma.
Al momento de probarlo el monarca se quemó. Pero al templarse el jarrito relamiéndose gritó:
--¿Por qué todos me están viendo? ¡Bailen! !Toquen otro son! ¡Xocolatl para todos porque alegra el corazón!
Varios siglos han pasado, la conquista, el misionero, pero nuestro xocolatl hoy alegra al mundo entero. |
Nuria Gómez Benet nació en la ciudad de México. Escribe cuentos y poemas para niños, y ha sido productora de programas de radio como De puntitas, que transmitió Radio Educación y contó con una gran audiencia de niños camino a la escuela.
Junto con "Una fiesta chipocluda", "El Berrinche de Moctezuma" se acaba de publicar en un librillo de la meritoria editorial independiente Verdehalago, dedicada desde hace años a la publicación de poesía en las formas más frescas posibles. Son memorables sus hojas de poesía y sus cajitas de cerillos retacadas de haikús, o cuentos chinos y cortos. Ahora también edita libritos de bolsillo con "poesía como para los grandes". (Verdehalago Infantil, México, 2004).
Una fiesta chipocluda
Un chilito jalapeño que era un poco parrandero un festejo le hizo un día a su primo el habanero.
Invitó a todos los chiles, los parientes, los hermanos. Y vinieron los Morita, los Guajillo, los Manzano.
El señor chile poblano, rellenito, muy sabroso, saludó al chile serrano, chiquitín, pero picoso.
No invitaron al morrón porque casi no picaba, pero dijo el muy gorrón que él solito se invitaba.
Platicaba el chile de árbol con su prima la chilaca: ¡Qué milagro que te veo, pero cómo estás de flaca! |
Puros chistes bien picosos contó el viejo Cascabel, hasta que doña Pasilla lo pateó bajo el mantel.
La bailada está en su punto todo es ritmo allá en la pista. Toca junto a la rajita, enlatado, el baterista.
Se lució el chile piquín con un rap muy aplaudido. Bailó bien, sólo que al fin acabó todo molido.
El mulato y el costeño bailan rumba, bailan mambo, pero nunca el cuaresmeño, porque alega que está zambo.
Para un grupo tan picado el festejo fue un instante, a pesar de que bailaron tanta salsa y tan picante. |