México D.F. Lunes 16 de agosto de 2004
La censura impuesta en la zona de conflicto,
"sin precedente": Reporteros Sin Fronteras
Ordenan a periodistas salir de Najaf al reanudarse
la ola de combates
Acciones de la resistencia en Bagdad, Fallujah y Wassint;
Moqtada Sadr llama al diálogo
AFP, DPA Y REUTERS
Bagdad, 15 de agosto. Al reanudarse los combates
en la ciudad santa chiíta de Najaf entre las fuerzas estadunidenses
y las milicias del clérigo radical Moqtada Sadr, las autoridades
de esa localidad ordenaron a los periodistas que salieran de la ciudad
o serían detenidos e instaron a los milicianos a entregar las armas
y abandonar el mausoleo del imán Alí, mientras en Bagdad
con la presencia de todos los partidos políticos y enmedio de fuertes
explosiones que dejaron dos muertos, comenzó la Conferencia Nacional
iraquí.
Un oficial superior de Najaf señaló a la
prensa: "Ordenamos que abandonen inmediatamente la ciudad, de lo contrario
serán detenidos. Antes, el jefe de la policía de Najaf, no
identificado por Afp, ordenó a todos los periodistas que abandonaran
la ciudad por razones de seguridad.
La organización Reporteros Sin Fronteras denunció
"la censura de la información impuesta en Najaf", al señalar
que "se trata de una decisión sin precedente en Irak".
Los
combates se reanudaron hoy en Najaf, y se escuchaban disparos de cañones
del lado del cementerio, al norte del mausoleo del imán Alí,
donde están atrincherados los milicianos leales a Sadr. Al menos
tres iraquíes murieron y otros ocho resultaron heridos.
Moqtada Sadr llamó a que se reinicien las negociaciones
suspendidas el sábado por el gobierno iraquí, declaró
el portavoz Ahmad Shaibani. Sin embargo, el ministro del Interior, Sabah
Kazem, afirmó que "una ofensiva de gran envergadura va a ser lanzada
rápidamente para poner fin a los combates en Najaf".
Miles de seguidores del clérigo chiíta formaron
este domingo un escudo humano en torno al santuario del imán Alí.
Ali Somaysem, vocero de Sadr, acusó al gobierno
interino del primer ministro Iyad Allawi de "preparar una matanza de iraquíes",
y aseguró que saboteó de forma intencional las negociaciones
de paz.
Los nuevos combates en Najaf coincidieron con el inicio
en Bagdad de la Conferencia Nacional iraquí, destinada a elegir
una asamblea consultiva en la que participan mil 300 delegados.
El secretario de Estado para las gobernaciones, Wael Abdel
Latif, leyó ante la Conferencia un discurso en nombre de Allawi
en el que instó al Ejército de Mehdi a deponer las armas
sin condiciones si desea una solución pacífica en Najaf.
Varios delegados abandonaron la sala donde se reúne
la Conferencia Nacional, tras conocer la reanudación de los combates.
"¡Mientras sigan los bombardeos no habrá conferencia!", gritaron
al salir del foro.
Al tiempo que se realizaba la conferencia, una persona
murió y 17 resultaron heridas por varios obuses de mortero que cayeron
en el barrio Allawi, centro de Bagdad, afirmó el Ministerio de Salud.
Asimismo, un soldado estadunidense perdió la vida tras la explosión
de un objeto al norte de la capital la madrugada de este domingo.
En la sunita Fallujah, al oeste de Bagdad, un helicóptero
estadunidense fue derribado este domingo según la cadena Al Jazeera,
que no informó de víctimas, al tiempo que cinco iraquíes
murieron tras bombardeos de la aviación estadunidense.
Cuatro militares ucranianos resultaron heridos la tarde
del domingo durante dos ataques contra un convoy en la provincia de Wassint,
al sur de Bagdad. A su vez, un soldado holandés fue abatido y varios
más heridos en combates la noche del sábado en la provincia
de Al Muthanna, al sur de Irak.
Las autoridades iraníes responsabilizaron al gobierno
de Bagdad por la seguridad de su diplomático secuestrado, Fereidoun
Jahani, mientras pusieron en duda la autenticidad de las exigencias del
grupo Ejército Islámico de Irak, que reivindicó su
secuestro y amenazó con "castigarlo", si Irán no libera en
48 horas a 500 prisioneros de guerra capturados durante el conflicto que
enfrentó a los dos países entre 1980 y 1988.
Finalmente, se informó que más de 40 mil
católicos iraquíes abandonaron Bagdad en las últimas
dos semanas a raíz de los atentados contra sus iglesias en el país,
a principios de este mes.
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