Obra seleccionada por el programa Artes por todas partes de la Secretaría de Cultura

Montaje escénico critica, en tono de comedia, la omnipresencia de la televisión, ''el nuevo dios''

Un hombre llega a su casa, deja sus llaves y su saco y lo primero que hace, aunque apenas se haya mal acomodado, es prender la televisión.

Al escuchar el aparato, le da la primera bocanada al ruido que lo distrae de su soledad, se arrellana en el sofá y se pone a cambiar de canal, control remoto en mano.

En realidad no le interesa ver nada, pero sigue apretando el botón en un acto reflejo que termina hipnotizándolo.

Un canal, tras otro, tras otro. ƑQuién mira a quién?, Ƒquién tiene bajo control a quién?

Esta escena, que se repite millones de veces en el ámbito mundial, sirve como punto de partida del espectáculo unipersonal Bajo control, de Carlos Alvarez. Se trata de una aguda comedia sobre la omnipresencia del nuevo Dios TV (Dios te ve) y la dependencia que todos, en mayor o menor medida, hemos desarrollado ante la pantalla chica.

Formado por maestros como Héctor Mendoza, Ludwik Margules y, sobre todo, Julián Pastor, Alvarez incursionó en los terrenos de la sátira política que a comienzos de los años 90 se practicaba, aún con ciertas reservas, en el escenario del Bar Guau.

Fue allí donde tuvo sus primeros acercamientos con el stand up comedy, género cómico-teatral de contacto directo con el público, que surge en la atmósfera íntima de los foros pequeños.

Aprovechando su habilidad de caracterización, el actor da vida a un teleadicto que sólo puede expresarse utilizando las voces de la llamada caja idiota.

Así, por la ''pantalla" desfilan más de un centenar de personajes que cotidianamente atormentan o entretienen a millones de mexicanos: Javier Alatorre, Benito Bodoque, el Papa, Joaquín López Dóriga, Vicente Fox, Ricardo Lavolpe, Homero Simpson. Ahora su mente está formada por fragmentos de todos ellos.

El espectáculo no sólo pretende hacer reír, ni plantea que la televisión es un monstruo abominable, aclara su autor. Pero la crítica al enorme poder fáctico de la pantalla chica está presente de todas maneras.

Una década de presentaciones

Por ser hijo de padres invidentes, Carlos Alvarez se acostumbró a desarrollar el sentido del oído y el sexto sentido del humor. Y quizá por ello sabe ver el filo gracioso al hecho de pasar 100 canales sin encontrar nada bueno.

''Existe la falsa idea de que lo interesante es aburrido, que la televisión tiene que ser nada más para llenar tiempos y poner lo que sea. Estamos robotizados y no le ponemos atención a lo que vemos, por la falta de contenidos.

''La televisión es un invento maravilloso, pero desafortunadamente se ha revertido contra nosotros, y ahora sólo parece llenar de ruido nuestras existencias para no dejarnos pensar."

Bajo control, obra seleccionada por el programa Artes por todas partes, de la Secretaría de Cultura del DF, cumple 10 años de presentaciones y lo conmemorará con la develación de una placa el próximo sábado 28 de agosto. Asistirán Germán Robles, Julián Pastor y Martha Verduzco. La cita es en el Teatro Bar Mascarada del Centro Cultural Veracruzano, avenida Miguel Angel de Quevedo 687, Coyoacán.

FERNANDO CAMACHO SERVIN