La biblioteca cumple cinco años de labores culturales

Generación del 68, apoyo para estudiantes de Tlatelolco

Debajo de un puente se construyó una biblioteca, un espacio que hacía falta a los niños y jóvenes que habitan en los edificios aledaños a la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. Han pasado cinco años desde su fundación y ahora comienza a tener más presencia de visitantes que acuden constantemente a esta zona por ser una de las más significativas e históricas que existen en la ciudad de México.

Se trata de la biblioteca pública Generación del 68, nombrada así en honor de los jóvenes que murieron el 2 de octubre en ese sitio. No obstante el significado que adquiere al estar inmerso en dicha zona, es un centro que ha contribuido a mejorar la seguridad y ambiente del lugar, así como un respaldo para las escuelas aledañas.

Antes de ser biblioteca era solamente un paso a desnivel del Eje Central Lázaro Cárdenas: el llamado Pasaje Antonio Caso. Cuentan vecinos que el lugar era inseguro, porque no había luz y la gente atravesaba con mucho temor; además durante mucho tiempo tuvo el aspecto de depósito para desechos.

Hace cinco años, la delegación Cuauhtémoc y la Dirección General de Bibliotecas del Conaculta hicieron un convenio para establecer un nuevo recinto en este lugar, a fin de rescatar ese espacio con un proyecto que fomentara el hábito de la lectura y la consulta de libros.

En Tlatelolco existen alrededor de cuatro bibliotecas, algunas pertenecientes al ISSSTE y otras a la Red Nacional de Bibliotecas Públicas; sin embargo, la relevancia de Generación del 68 es que tiene un acervo que se actualiza constantemente, de acuerdo con el programa educativo que maneja la Secretaria de Educación Pública, en los niveles primaria y secundaria, así como para los estudiantes de preparatoria.

Lo anterior fue explicado por Raúl Hernández Ramos, responsable de esta biblioteca, quien considera que en otros espacios el archivo no es tan completo como el que está bajo su supervisión, integrado por 3 mil 500 volúmenes.

El mayor reto, continuó, ha sido atraer a usuarios de otras colonias o delegaciones que sólo recorren Tlatelolco para visitar la zona arqueológica o la Plaza de las Tres Culturas. "Siempre hay gente en esta zona, así que debemos aprovechar para invitar a que entre a la biblioteca. Lo que resulta obvio es que la mayoría del público externo llega a pedir información sobre el Movimiento Estudiantil del 68".

Al respecto, Raúl Hernández comentó que sólo cuentan con el material básico de este hecho histórico, por tanto, si la gente desea mayor información se le canaliza al Archivo General de la Nación.