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En guerra
sí, pero contra el sida
Alejandro Brito
Es la primera vez que Ricky asiste a una mega conferencia
internacional sobre sida y no oculta su desconcierto. Se siente perdido
y confundido entre los cerca de 20 mil participantes de todo el mundo que
se desplazaron a Bangkok, Tailandia, para participar en la quince edición
de la Conferencia Internacional de Sida, la segunda semana de julio. Pero
también se le ve contento y entusiasta de encontrarse con otros
jóvenes de lugares tan distintos y distantes como Holanda y Nepal.
Tiene 22 años y desde hace cinco se sabe portador del VIH. Lo adquirió
compartiendo agujas sin desinfectar entre usuarios de drogas inyectables
en los barrios de Delhi, India. Aunque no estaba programado, se le dio
la palabra en una de las plenarias de la Conferencia para remarcar el interés
de los organizadores en darles un lugar central a los jóvenes. Ricky
comenzó su intervención entonando una canción a su
madre para expresarle su pesar por no haber respondido a sus expectativas.
Y luego habló recio: "Siempre que hay guerra, los gobiernos llaman
a sus jóvenes a pelear. Ahora es tiempo de que nos llamen a pelear
en la guerra contra el VIH/sida". Pero Ricky no sólo compone poemas
y canciones, también está comprometido desde hace tres años
en el trabajo comunitario en un programa de apoyo a jóvenes recién
diagnosticados VIH positivos. El sabe bien lo que significa recibir un
diagnóstico como ése. En los primeros dos años luego
de su resultado positivo, vivió oculto y en el aislamiento, dejó
a su familia y se fue de la ciudad. Ahora pertenece a una organización
de personas que viven con VIH/sida y está entregado de tiempo completo
al empoderamiento de esas personas.
Ricky ha decido informarle de su estatus a sus hermanas
y gente de su confianza luego de sensibilizarlos. Su novia también
lo sabe, ella vive en otra ciudad, y desde que se lo reveló Ricky
no está seguro si ella aún lo ama, si lo aceptará
así, por eso le ha escrito algunos poemas. Aún no está
bajo tratamiento por no necesitarlo, y explica que el gobierno de la India
los provee gratis, pero la gente es demasiado pobre para cumplir con los
complementos alimenticios necesarios, por lo que está peleando para
que se incluya junto a los tratamientos algún tipo de apoyo social
y económico. Además, también apela por una mayor participación
de las y los jóvenes. "La gente joven debe ser incluida en los programas
que la afectan si de verdad se quiere que funcionen", expresa convencido
el joven hindú ex usuario de drogas. |