México D.F. Miércoles 4 de agosto de 2004
ENTREVISTA / ANTONIO GARCIA
DE LEON HISTORIADOR Y ANTROPOLOGO
Los piratas, protagonistas en la génesis del capitalismo
AHORA LA PATENTE DE CORSO LA EXPIDE LA ONU, EXPRESA
No obstante su relevancia, la piratería es un
tema omitido por la historia oficial, por lo que el autor, en su obra Contra
viento y marea, plantea: ''¿quiénes eran más malos,
los piratas de antes o los de ahora?''
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Tepoztlan, Mor. El fenómeno de la piratería
en el Gran Caribe durante los siglos XVI y XVII va mucho más allá
de la ''visión romántica" recreada por la narrativa y del
estereotipo del personaje con pata de palo y parche en el ojo, pues en
realidad fue uno de los medios violentos fundamentales, como el esclavismo,
para la primera etapa de acumulación capitalista.
Imperios
como Inglaterra, Francia y Holanda crearon y cobijaron a piratas como Francis
Drake, Henry Morgan o Laurens de Graff -un holandés caribeño
mejor conocido como Lorencillo y quien atacó el puerto de
Veracruz- para minar el dominio de la corona española.
La pugna entre esas potencias por las rutas comerciales
y la riqueza de América, Africa y Asia fue de hecho la ''primera
guerra mundial de la historia", sostiene en entrevista el historiador y
antropólogo Antonio García de León.
También promotor del movimiento que ha hecho resurgir
el son jarocho, el investigador habla en estrevista -en su casa de Tepoztlán-
sobre su nuevo libro Contra viento y marea. Los piratas en el golfo
de México (Plaza & Janés), con el que hace un aporte
fundamental a un tema que, critica, no aparece en la historia oficial de
México pese a su relevancia. Y trae el asunto al presente.
''Hoy, cuando se dice piratas, puede pensarse en los estadunidenses
en Irak, pues se trata de una acción ilegal de una de las grandes
potencias en una región periférica. Lo que pasa es que Drake
o Morgan, que después se volvieron parte de la nobleza inglesa,
no tenían a las Naciones Unidas para sacar una resolución,
como se hizo con Panamá para capturar al general Manuel Antonio
Noriega.
''Aunque ésta fue una acción peor que la
de, por ejemplo, Morgan, quien nunca mató a 3 mil personas en una
sola incursión militar. Y uno se pregunta, ¿quiénes
eran más malos, los piratas de antes o los de ahora? Creo que hay
se van. Eso no se ha acabado, pero ahora la patente de corso la expide
la ONU."
Releer la historia de México
Con este libro García de León trata de dar
al fenómeno de la piratería un contexto amplio, ''mundial",
y también, hacer una ''relectura" de la historia oficial de México,
la cual no toma en cuenta los ataques de filibusteros como Lorencillo
o corsarios como Hawkins a los puertos de Veracruz o Campeche. Inclusive,
el volumen es una especie de ''reconocimiento" a éstos, Drake, Morgan
y muchos otros.
''Ellos son los fundadores del sistema capitalista, el
cual, de alguna manera, sigue siendo una acción pirática:
la dominación del más fuerte, grandes potencias que invaden
otros países, las guerras imperiales. El capital inicial necesitó
violencia para arrancar."
Y lo más trágico de esta historia, continúa,
es que las grandes potencias que promovieron a los piratas, como Inglaterra,
Francia y Holanda, al final los desconocieron y eliminaron por la vía
militar, aunque también convirtiéndolos en empresarios prósperos
y llevando mujeres a su sede principal, la isla de la Tortuga, para asentarlos.
Cuando los ingleses ya eran dueños del comercio
español, mediante la guerra de sucesión contra España
de 1713, y ya habían logrado acumular el suficiente capital para
la siguiente etapa del sistema capitalista, comenzaron a ''limpiar" los
mares de piratas, corsarios, filibusteros y bucaneros.
''Piratas en inglés se dice privateers,
que es casi como decir privados o iniciativa privada. Fueron incluso parte
de la iniciativa privada de la época. Así que la iniciativa
privada actual tiene entre sus antepasados más gloriosos a los piratas."
Como lo da a entender John Keynes, dice García
de León, toda la riqueza de Inglaterra, Francia, Holanda o España
es ''mal habida". Es decir, ''fueron grandes potencias que se apoderaron
de parte del mundo cometiendo actos de violencia".
Tierra adentro, mar en fuera
Antonio García de León recibió hace
dos semanas la Medalla Gonzalo Aguirre Beltrán por su contribución
al conocimiento de la llamada ''tercera raíz", en el contexto del
Festival Internacional Africaribeño realizado en el puerto de Veracruz.
Aguirre Beltrán, con trabajos precursores como
La población negra de México, ''nos hizo caer en la
cuenta de que esta población había existido", comenta.
Y es que aparte de libros como Resistencia y utopía.
Memorial de agravios y crónica de revueltas y profecías acaecidas
en la provincia de Chiapas durante los últimos 500 años de
su historia o Fronteras interiores: Chiapas,
una modernidad particular, García de León
es autor de El mar de los deseos: el caribe hispano musical, historia
y contrapunto.
Originario de Jáltipan, al sur de la entidad veracruzana,
García de León y su esposa Lisa realizan en la actualidad
la investigación amplia El puerto de Veracruz y la costa del
Sotavento, que abarca todo el periodo colonial, desde la llegada de
Hernán Cortés hasta la consumación de la Independencia
de México en 1821.
El libro se llamará Tierra adentro, mar en fuera.
La Veracruz colonial y su costa de Sotavento. Se trata de una investigación
histórica que concluirá a finales de año y que hace
hincapié en los aspectos sociales, políticos y económicos,
pero que de hecho arrojará muchas luces sobre el Sotavento, una
región cultural ''de largo aliento" con 5 mil años de continuidad,
desde la civilización olmeca.
Este trabajo, dice García de León, surge
como una necesidad de determinar cuál es el mercado interno del
puerto de Veracruz, que por lo general había sido estudiado sólo
en su tráfico marítimo internacional y su relación
con el Altiplano (Puebla y la ciudad de México).
El territorio que abarca dicha investigación va
del puerto de Veracruz al sur del actual estado, más parte de Tabasco
(Cárdenas y Huimanguillo) y Oaxaca (Tuxtepec y Loma Bonita).
Son 40 mil kilómetros cuadrados divididos en lo
que eran cinco jurisdicciones coloniales, todas, excepto la del puerto
de Veracruz, de origen prehispánico: Cosamalopan (nahua y popoluca),
Los Tuxtlas, Huaxpaltepec (cerca del actual Playa Vicente) y Coatzacoalcos-Acayucan
(área de origen olmeca).
Hoy, de manera popular, sólo se le llama Sotavento
a la Cuenca del Papaloapan, dice, pero aclara:
''Manejo el término Sotavento (opuesto geográfico
a Barlovento) como lo utilizaban los españoles en el siglo XVIII,
principalmente el ingeniero militar y geógrafo Miguel del Corral,
quien hizo la famosa Relación de la costa de Sotavento. Este
enviado de los Borbones fue el abuelo de los hermanos Lerdo de Tejada."
Piratería y contrabando
Y en su búsqueda en archivos y bibliotecas de México,
Guatemala, España e Inglaterra comenzó a salir mucha información
sobre los piratas. ''Y para que no nos estuvieran atacando los piratas
los neutralizamos metiéndolos en un libro", comenta.
Sucede, explica García de León, que la piratería,
el contrabando y la economía colonial mantenían una relación
estrecha. ''Por ejemplo, descubrimos que para la segunda mitad del siglo
XVII, 60 por ciento de la actividad económica era contrabando, informal,
pues muchos no pagaban impuestos".
La región sur de Veracruz se prestaba mucho para
el contrabando por sus grandes ríos navegables y sus cursos caprichosos,
que permiten meterse por todos lados. Por ejemplo, el río San Juan
baja de la sierra de los mixes, se desvía al sur casi hasta Acayucan,
regresa bordeando Los Tuxtlas, se une al Papaloapan enfrente de Tlacotalpan,
donde desemboca en la laguna de Alvarado, y de ahí, al mar.
''Encontramos que los contrabandistas se conectaban con
los piratas. No había una ruptura. Los piratas se aliaban a estos
pequeños grupos, llegaban a las comunidades y se relacionaban con
las autoridades locales indígenas, como Hixhuatlán."
Era un tanto parecido al de los narcotraficantes actuales,
pues establecían pactos con las autoridades. Pero cuando éstas
rompían los acuerdos y los querían apresar, ''pegaban fuerte"
en venganza.
Por ejemplo, el ataque de Lorencillo al puerto
de Veracruz en realidad se debe a la ruptura de un pacto porque ya no les
querían permitir seguir metiendo mercancías de contrabando.
''Sin embargo, las autoridades de la época, como
las de hoy, estaban muy interesadas en aparentar que no tenían nada
que ver con los piratas y los llamaban 'enemigos de la sociedad'. Así
pasaba en el resto del Gran Caribe (que también abarca Centroamérica
y parte de Norte y Sudamérica."
Rescatar a Lorencillo y Yanga
Contra viento y marea incluye parte de la información
encontrada sobre Lorencillo, quien con Francisco de Grammont y Van
Horn tomó y saqueó el puerto de Veracruz en 1683, en contubernio
con funcionarios coloniales locales. A las violaciones y cientos de muertes
y al botín de oro, plata y joyas se sumó el secuestro de
mil 500 esclavos negros.
Lorencillo, quien de esa manera realizó
uno de los ataques más cruentos en la historia de ese puerto, incluso
había residido ahí y fue miembro del ejército español.
En la última etapa de su vida fue enviado a combatir a las tribus
levantadas de La Florida, donde se convirtió en empresario ''de
prestigio" y murió.
Como en el caso del líder afromexicano Gaspar Yanga,
quien encabezó una rebelión que en 1632 creó el ''primer
pueblo libre de América" en las cercanías de Córdoba,
el ataque de Lorencillo a Veracruz casi no se ha investigado ni
es reconocido por la historia oficial.
Pero García de León ya tiene ubicada en
el Archivo de Indias de Sevilla información inédita sobre
Yanga y en ese y en otros acervos ha recopilado documentación sobre
Lorencillo, quien también atacó el puerto de Campeche.
La historia completa aparecerá en un capítulo de Tierra
adentro, mar en fuera. La Veracruz colonial y su costa de Sotavento.
Escenario cartográfico del Gran Caribe y la piratería
en la Colonia. Imagen tomada de Contra viento y marea, el nuevo
libro de Antonio García de León
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