Se inaugura el Museo de la Insurrección en memoria de 200 caídos

Recuerda Polonia a oponentes de la invasión nazi

AFP

Varsovia, 31 de julio. Varsovia inauguró este sábado el Museo de la Insurrección, recinto que conmemora el 60 aniversario de un episodio que suele ignorarse en los compendios de historia universal, a pesar de que causó la muerte de 200 polacos, víctimas del fuego alemán durante la defensa que hicieron de su territorio en 1944 para evitar, sin éxito, la ocupación nazi.

Las fuerzas polacas de liberación se sublevaron también, si bien políticamente, contra las tropas soviéticas, pues en lugar de combatir a los alemanes, como estaba previsto, se detuvieron en la línea del río Vístula, a las puertas de Varsovia, y dejaron que los nazis aplastaran la insurrección para entrar el 17 de enero de 1945 en una ciudad trasformada, por órdenes de Hitler, en un cúmulo de ruinas.

"Antiguos combatientes, la historia les hace justicia hoy. Polonia está en la Unión Europea y sería bueno que Europa no olvide este trágico capítulo'', declaró el primer ministro Marek Belka en la ceremonia de apertura.

Varios combatientes, vestidos con uniformes y bufandas rojas y blancas -los colores de la bandera polaca-, estaban presentes, entre ellos Wladyslaw Bartoszewski, ex ministro de Relaciones Exteriores y opositor anticomunista.

Entre los invitados se distinguieron el cardenal primado de Polonia, monseñor Jozef Glemp; el antiguo presidente polaco en el "exilio", Ryszard Kaczorowski, y diversos representantes extranjeros.

El alcalde de Varsovia, Lech Kaczynski, hizo tañer las campanas y la misa oficiada por monseñor Glemp signó la apertura del museo situado en una antigua central eléctrica de tranvías, en el noreste de la capital.

No se espera que participen personalidades rusas en las ceremonias que concluirán el domingo con la presencia del canciller alemán, Gerhard Schroeder; el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell; el viceprimer ministro británico, John Prescott, y una docena de alcaldes europeos.