México D.F. Domingo 1 de agosto de 2004
Comienza en Bellas Artes homenaje nacional
Desafíos morales, literarios y políticos
marcaron la conducta y la obra de Salvador Novo (1904-1974), quien, dueño
de un gran oficio y disciplina, fue homenajeado el viernes en el Palacio
de Bellas Artes con motivo de su centenario.
La cancelación de la estampilla postal conmemorativa,
la proyección de un video sobre Novo, la lectura de El tercer
Fausto, y las intervenciones de Saúl Juárez, director
del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); el titular de la Sogem,
Víctor Hugo Rascón Banda, y el escritor Carlos Monsiváis,
constituyeron los actos de este homenaje a una de las personalidades literarias
más singulares del siglo XX.
La poesía de Novo mantiene su perdurabilidad y
es enriquecedor acercarse a esa poesía amorosa de resonancias tan
profundas -señaló Carlos Monsiváis-; esas décimas
o sonetos donde la autoflagelación va revelando su calidad de autohomenaje
a concretarse en las siguientes generaciones y donde lo llamado grosería
se disuelve en las renovaciones del habla cotidiana.
"Junto a tu cuerpo totalmente entregado al mío/
junto a tus hombros tersos de que nacen las rutas de tu abrazo,/ de que
nacen tu voz y tus miradas, claras y remotas,/ sentí de pronto el
infinito vacío de su ausencia..."
Durante la ceremonia, Monsiváis dijo que las crónicas
de Novo "son el gran testimonio del optimismo de una época; actitud
triunfalista que alcanza su clímax, no tanto en la nueva grandeza
mexicana. El recuento de la ciudad de México de la etapa del escaparate
y el paseo, de logros como la estatua de sal, sus memorias sexuales, hoy
el primer testimonio brillante y lúcido de la comunidad gay del
país".
En los textos del cronista, los lectores se pierden en
su prosa divertida, que renovó el periodismo mexicano. "Novo fue
el primero en reconocer el tipo de prosa que permite ver hasta qué
punto en el lenguaje se localizan las claves de la modernidad de cada época",
comentó Monsiváis.
Agregó: "En sus escritos se da la unidad de los
contrarios, la visión de los vencidos. Novo es el equilibrio entre
el nuevo amor y los que tenemos una mirada culpable y amarga y la estatua
de sal y los secretos de esa franqueza que en el siglo XXI ya nunca será
descaro".
"Salvador Novo vive en sus páginas extraordinarias
y en su mitología personal, a él ya nadie le quita lo bailado
ni lo escrito", concluyó el escritor y periodista.
Saúl Juárez consideró: "Novo es una
de las miradas más reveladoras de la vida de esta ciudad y su gente;
un personaje que se multiplica para crearse una imagen de omnipresencia
cultural. Es el poeta de obra aguda y perdurable, maestro, publicista,
director de escena, dramaturgo y empresario teatral, el gran cronista del
México del siglo pasado".
El homenaje nacional finalizó con la presentación
de la Compañía Nacional de Teatro, dirigida por el dramaturgo
mexicano Germán Castillo, que realizó la lectura dramatizada
de la obra El tercer Fausto, del escritor y poeta mexicano.
La celebración de Salvador Novo, que coincide con
los setenta años del Palacio de Bellas Artes, forma parte de una
serie de homenajes que realiza el INBA a autores mexicanos de quienes este
año se conmemora su centenario natal, como es el caso de Gilberto
Owen y Celestino Gorostiza.
FABIOLA PALAPA QUIJAS
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