México D.F. Domingo 1 de agosto de 2004
Líder de Al Qaeda se retractó
de sus dichos sobre ligas entre la red y el país árabe
Sin crédito, la fuente que EU tomó de
base para invadir Irak: NYT
Legisladores estadunidenses critican una recomendación
para crear un superjefe de inteligencia
Comandantes británicos bloquearon labores de
policías y detectives iraquíes: The Independent
AFP Y THE INDEPENDENT
Washington, 31 de julio. Un alto líder de
la red Al Qaeda capturado en Pakistán meses después de los
atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos fue la principal
fuente de inteligencia, ahora desacreditada, que afirmaba que Irak proporcionó
armas químicas y biológicas al grupo de Osama Bin Laden,
publicó este sábado el diario The New York Times.
Citando a funcionarios de inteligencia anónimos,
el rotativo señala que "Ibn Shaykh Libi, miembro del primer círculo
de Bin Laden, se retractó de sus afirmaciones el año pasado".
Pero el diario señala que se retractó "no
antes de que se convirtiera en los fundamentos de las declaraciones del
presidente (George W.) Bush; el vicepresidente, Dick Cheney; el secretario
de Estado, Colin Powell, y otros sobre los vínculos entre Irak y
Al Qaeda relacionados con gases y otras armas prohibidas".
Libi, capturado en Pakistán en diciembre de 2001,
"todavía es prisionero de la CIA en un centro secreto de investigación,
y funcionarios estadunidenses dicen que sus afirmaciones ahora retiradas
plantean nuevas preguntas sobre el valor de la información obtenida
de ese tipo de detenidos", indicó el diario.
"Las más fuertes afirmaciones de la Casa Blanca
de vínculos entre Irak y Al Qaeda sobre armas prohibidas fueron
hechas a comienzos de octubre de 2002, cuando Bush dijo en un discurso
en Cincinnati que 'hemos sabido que Irak ha entrenado a miembros de Al
Qaeda en la fabricación de bombas, venenos y gases'", señaló
el Times.
Silencio sobre supuestas armas
Después
de la invasión de Irak en marzo de 2003, esas afirmaciones fueron
repetidas por Bush y su más altos asesores, pero recientemente ya
no repiten esos argumentos, apunta el cotidiano, luego de que hasta ahora
ninguna arma de destrucción masiva ha sido hallada en la nación
petrolera.
Entre los principales puntos de la comisión independiente
que investiga los atentados del 11 de septiembre de 2001, concluyó
que había "ausencia de pruebas creíbles de que Irak cooperó
con Al Qaeda para cometer los ataques contra Estados Unidos", aunque los
informes mencionaron contactos entre el ex régimen de Saddam Hussein
y la red de Bin Laden.
Por su parte, varios legisladores estadunidenses criticaron
una recomendación clave de la comisión del 11-S, que
reclamó la designación de un jefe de inteligencia con rango
ministerial.
En el Capitolio se realizó el viernes una audiencia
extraordinaria durante el receso de verano para considerar las recomendaciones
de la comisión independiente, luego que Bush dijera estar listo
para actuar rápidamente y el candidato presidencial demócrata,
John Kerry, reclamara la aprobación inmediata de las reformas recomendadas
y la permanencia en funcionamiento del panel.
"Varios legisladores republicanos y demócratas
mostraron preocupación sobre la idea (de un 'superjefe' de inteligencia),
indicando que ubicar un director de inteligencia y un centro nacional de
contraterrorismo dentro de la oficina ejecutiva del presidente podría
aumentar el riesgo de abuso de la información y amenazar la independencia
de los analistas de inteligencia estadunidenses", indicó el The
Washington Post este sábado.
En ese contexto, el senador demócrata Carl Levin,
integrante de las comisiones de asuntos gubernamentales, inteligencia y
fuerzas armadas, aseveró: "una prioridad de la reforma debe ser
que haya una mayor independencia y objetividad del análisis de inteligencia,
sin que sea contaminado por las políticas del gobierno que esté
en el poder".
El diario también mencionó a un funcionario
de alto rango del gobierno de Bush -al cual no identificó- que declaro
estar contra la idea.
En tanto, un ex jefe de la fuerza aérea que respalda
a Kerry, Merrill McPeak, reclamó hoy una acción inmediata
respecto a las recomendaciones de la comisión.
Por otro lado, oficiales del ejército británico
bloquearon investigaciones policiales sobre la muerte de más de
20 civiles iraquíes en incidentes en los que participaron tropas
británicas, acrecentando los temores sobre el derecho del ejército
de detener pesquisas de disparos contra inocentes.
Una investigación del diario inglés The
Independent que aparece este domingo revela que comandantes del ejército
en Irak utilizaron rutinariamente sus poderes para bloquear el trabajo
de personal de la Policía Militar Real y detectives de la Rama Especial
de Investigaciones.
La revelación aumentó los temores de que,
en algunos casos, las tropas británicas puedan escapar de una persecución
judicial por matar ilegalmente a civiles iraquíes, cargos que ya
fueron hechos antes por Amnistía Internacional y otras organizaciones
de derechos humanos.
Este es el hecho más reciente en una amplia controversia
sobre la conducta de las tropas británicas en la nación árabe,
en la que también se incluyen los pagos de "dinero ensangrentado"
sobre la muerte de civiles, como el caso de la niña de ocho años
Hana Saleh Matrud y las torturas contra detenidos iraquíes.
Por otro lado, la justicia de Francia decidió este
sábado procesar por terrorismo a los cuatro franceses detenidos
sin juicio durante más de dos años en la base estadunidense
de Guantánamo, Cuba, quienes ahora deberán comparecer ante
un juez que podría ordenar su encarcelamiento.
Después de cuatro días de interrogatorios,
Nizar Sassi, Brahim Yadel, Murad Benchellali e Imad Achab Kanuni, repatriados
de Cuba el 27 de julio, comparecieron ante los jueces antiterroristas Jean-Louis
Bruguière y Jean-François Ricard, encargados de la investigación
desde noviembre de 2002.
Todos ellos fueron trasladados a Francia el martes pasado
tras un acuerdo entre París y Washington, en el que se prevé,
sobre todo, la apertura de un procedimiento judicial contra ellos.
Tras los interrogatorios realizados por investigadores
de la Dirección de Vigilancia del Territorio (contraespionaje),
el Estado francés pidió una inculpación por "asociación
de malhechores en relación con un grupo terrorista".
Los cuatro franceses, de entre 23 y 33 años, fueron
interrogados sobre sus estancias en campos de entrenamiento en Afganistán,
donde aprendieron a manipular armas y explosivos.
Sassi y Benchellali permanecieron seis meses en Afganistán,
y Yadel y Kanuni 18 meses, antes de que los detuvieran los estadunidenses
en diciembre de 2001, en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán.
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