México D.F. Viernes 30 de julio de 2004
Fueron secuestrados por guerrilleros maoístas
Bonilla y López conquistaron la cima del monte Makalu
Desde que el primer hombre conquistó la cumbre de una montaña, la obsesión de otros deportistas por emular la hazaña ha sido constante. Por eso, no obstante los peligros que corren, las vicisitudes a las que se enfrentan y la incertidumbre, los alpinistas mexicanos Badía Bonilla y Mauricio López aseguran que ascender el Monte Makalu, de 8 mil 463 metros de altura sobre el nivel del mar, es la experiencia más difícil, peligrosa e intensa que han realizado.
"Esta montaña, la quinta más alta del mundo, ha sido la más dura. Ha exigido toda nuestra experiencia, superando en mucho las cuatro anteriores cimas que hemos conquistado. No en vano Makalu tiene uno de los promedios de mortalidad en el descenso más altos del mundo, sólo superado por el K2 y el Annapurna".
Bonilla y López señalaron que no se trató de un recorrido sencillo, pues debieron superar no sólo un clima adverso, sino también lidiar con un grupo guerrillero que los mantuvo prisioneros y el congelamiento del pie derecho de Mauricio, mismo que sufrió lesiones, caída de tejido blando y el riesgo de ser amputado.
"Fuimos afortunados. En esa ocasión instalamos el campamento a 7 mil 700 metros, fue allí donde sufrí el congelamiento de los dedos del pie derecho. Afortunadamente ya pasó el peligro de la amputación. Otros riesgos fueron el asalto y la retención de los guerrilleros maoístas", relató Mauricio López.
En conferencia de prensa, ambos montañistas reconocieron que su ascenso estuvo marcado por una carrera contra el tiempo, cronológico y meteorológico, en la que se tuvieron que tomar decisiones difíciles, pues caminaron de noche y en los dos campamentos instalados las condiciones fueron malas, con ventiscas y temperaturas de 31 grados bajo cero.
"Llego un momento, cuando no se veía nada, que encontramos el camino gracias a la brújula del reloj. Tuvimos que dormir a la intemperie, soportar bajísimas temperaturas, estar sin oxígeno suplementario y resistir más de 30 horas sin dormir ni comer".
-ƑSintieron miedo?
-Definitivamente. No es grato ver a la persona que amas sufrir o saber que le puede pasar algo. Además, el seguro que se contrato desde México nunca proporcionó el servicio del helicóptero, de ahí que se recurrió a pedir ayuda a las autoridades mexicanas, quienes al ver las fotos que les enviamos, nos depositaron dinero.
-ƑQué sigue?
-Realmente pienso ya en retirarme, pero cuando veo los videos (del ascenso) no lo deseo. Quiero volver a enfrentarme con la montaña. Pero soy consciente de que este proyecto es de ambos. Ya vivimos una situación extrema y pensamos que no es el momento de dar marcha atrás. ABEL SANCHEZ
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