México D.F. Miércoles 28 de julio de 2004
La pareja anuncia que apelará de la decisión
judicial
Anulan la primera boda gay celebrada en Francia
AGENCIAS
Burdeos, 27 de julio. Un tribunal civil de esta
ciudad declaró nulo hoy el primer matrimonio entre homosexuales
realizado en este país, al aceptar el argumento de la fiscalía
-el mismo en el que se sustentó la oposición a la ceremonia
por parte del gobierno central- de que la unión legal de una pareja
del mismo sexo no está contemplada en las leyes vigentes.
Stephane
Chapin, enfermero a domicilio de 33 años, y Bertrand Charpentier,
empleado comercial de 31 años, contrajeron matrimonio el pasado
5 de junio en la villa de Begles, al sudoeste de Francia, en una ceremonia
presidida por el alcalde de la villa, Noel Mamere, político del
Partido Verde, quien por ello fue suspendido del cargo por 30 días
como medida disciplinaria.
En esa ocasión, el ministro del Interior de Francia,
Dominique Perben, exigió que el matrimonio fuera anulado "de conformidad
con la ley". La procuradora general de justicia de Francia, Marie-Helene
de la Landelle, había advertido que el matrimonio "no se ajustó
al Código Civil".
El abogado de la pareja, Emmanuel Pierrat, afirmó
que presentarán una apelación contra la decisión judicial
en la Suprema Corte de Justicia francesa y que, de ser necesario, la extenderían
hasta la Corte Europea de Derechos Humanos. Agregó que la pareja
permanecerá legalmente casada hasta que se agoten los procedimientos
de apelación.
"Estamos muy confiados en que estas cortes superiores
tendrán un punto de vista ligeramente más vanguardista sobre
el concepto de una familia", afirmó Pierrat. Por su parte, Charpentier
prometió "pelear hasta el final... porque ganaremos. Confiamos en
nuestro país".
Hasta ahora, los y las homosexuales en Francia pueden
disfrutar de un estatus legal como parejas, bajo el llamado Pacto Civil
de Solidaridad. Según un sondeo reciente, casi 60 por ciento de
los franceses se muestra favorable al matrimonio entre personas del mismo
sexo.
Los activistas de los derechos homosexuales celebraron
el matrimonio entre los dos hombres como victoria de la tolerancia, pero
la Iglesia católica y los conservadores lo calificaron de ataque
a la raíz de la sociedad francesa, argumentando que los niños
necesitan un padre y una madre, y que el asunto es muy serio como para
tomar una decisión apresurada.
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