México D.F. Lunes 26 de julio de 2004
Investigación de la OPS revela las enfermedades que puede padecer ese sector
Expuestas a padecer males crónicos, mujeres víctimas de violencia física
Las mujeres víctimas de la violencia de género están más expuestas a padecer enfermedades crónicas, problemas de salud reproductiva, lesiones e incluso muerte prematura o suicidio, debido a los efectos sobre la salud de quienes han estado expuestas por tiempo prolongado a maltrato físico o sicológico, revela un informe sobre el tema elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De acuerdo con investigaciones recientes, se estima que entre 10 y 50 por ciento de las mujeres en todo el mundo han sufrido "en algún momento de su vida" alguna agresión física de su pareja, lo cual indica que la violencia hacia ese sector "es uno de los principales problemas de salud pública en el mundo".
Los efectos de la violencia hacia las mujeres, agrega, pueden generar un incremento en trastornos como síndromes dolorosos, gastrointestinales, obesidad severa y alteraciones funcionales, además de que están más expuestas a los efectos del estrés postraumático, depresión, angustia, fobias, trastornos de la alimentación, disfunción sexual y escasa autoestima.
Las mujeres maltratadas también pueden incurrir en comportamientos negativos para la salud como tabaquismo, abuso de alcohol y drogas, comportamiento sexual arriesgado e inactividad física.
Si bien reconoce que las causas de la violencia hacia las mujeres son múltiples, el estudio establece como factores de riesgo "la pobreza, desempleo, actividades delictivas, falta de acceso a la educación, consumo de alcohol, abusos durante la niñez y una actitud de excesivo control sobre alguien".
Si bien las consecuencias físicas de la violencia suelen ser graves en muchos casos, refiere el estudio, los efectos sicológicos son "devastadores y prolongados", aseguran las víctimas, pues el maltrato recurrente suele erosionar la resistencia de las mujeres y exponerlas a depresión y el estrés postraumático. LAURA POY SOLANO
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