Se destina 22% de la inversión total en salud a la compra de medicinas, según estudio

Alto costo de fármacos, otro factor que ha propiciado la crisis del IMSS

ANGELES CRUZ

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene en el costo de los medicamentos otro frente por atender, debido principalmente a la falta de una regulación en materia de precios y a las limitaciones legales para las compras en el extranjero.

De la inversión total en salud, 22 por ciento se destina a la adquisición de fármacos. El instituto prevé que en los próximos años habrá un aumento acelerado en este tipo de gasto. Sólo entre 2000 y 2004 la erogación para la compra de medicinas aumentó 22 por ciento y mientras que el índice nacional de precios al consumidor (INPC) aumentó 8.7 por ciento, el de medicinas lo hizo 15.3 por ciento en el mismo periodo.

De continuar la actual tendencia, explica el más reciente informe financiero institucional, e independientemente de los cambios demográficos y epidemiológicos, la presión sobre los gastos en salud aumentará para el Seguro Social.

Aunque admite que en el análisis de esta problemática inciden diferentes factores, plantea entre las alternativas de solución la posibilidad de importar medicinas, con el objetivo de "asegurar el abasto en todo momento, enfrentar situaciones imprevistas o introducir al país medicamentos innovadores o en su caso vacunas, las cuales podrían ser adquiridas sin ser producidas en nuestro país".

Con esta medida, además, se podría revertir la situación actual, en la que existe un número "relativamente reducido" de la oferta, debido "a los derechos de patente, contrato de exclusividad o a la división territorial". En el caso del IMSS, explica el informe, sólo dos proveedores concentran 25 por ciento del total de las compras del instituto y otros 10 representan más de 50 por ciento.

"La posibilidad de importar medicamentos que satisfagan las normas de calidad disminuiría el riesgo de colusión de las empresas para incrementar los precios de manera artificial y ampliar su margen de ganancia", subraya el documento.

Incluso presenta ejemplos de cómo las compras a laboratorios extranjeros contribuyen al ahorro de recursos económicos. En una licitación nacional, la bencilpenicilina tiene para el IMSS un costo de 12.13 pesos, mientras que en una internacional el precio por unidad es de 9.63 pesos, es decir, 26 por ciento menos.

Una política de compras fuera del país aseguraría un abasto oportuno de medicamentos innovadores que sólo se produzcan en el extranjero para tratar ciertos padecimientos en los que la eficacia sea probada, o para aquellos casos en que el fabricante en México no logre una suficiente producción en cantidad y variedad, indica el informe.

Respecto a la regulación interna para fijar los precios de las medicinas, el texto destaca que en algunas naciones se toma como base para la determinación de los precios formales de referencia la situación prevaleciente en otros países. En Canadá, por ejemplo, el precio de cualquier producto no puede exceder la media de los precios de Estados Unidos, Alemania, Italia, Suecia, Suiza e Inglaterra. En Dinamarca e Italia, los precios no deben estar por encima de los de la Comunidad Europea.

Otro mecanismo que también se ha empleado es el establecimiento de precios informales de referencia. El informe resalta que en muchos países los precios se fijan por medio de negociaciones. Los ministerios de Salud generalmente tienen información de los precios en otras naciones y están preparados para usarla en las negociaciones como una ventaja.

En México apenas se ha empezado a instrumentar algunas estrategias para generar ahorros. En junio de 2002, el Consejo de Salubridad General (CSG) determinó que las instituciones públicas de salud deberán comprar medicamentos genéricos intercambiables (GI) de manera preferente.

Durante 2003, el IMSS pagó por los GI un promedio de 80 por ciento menos con relación a los de la presentación comercial de empresas líderes, según se desprende de un análisis comparativo entre el gasto realizado por la institución y el precio máximo al público en presentación comercial de la empresa líder.

En contraparte, detalla, la adquisición de medicamentos de patente se hace de manera directa, lo que impide ampliar la competencia entre proveedores, pues con frecuencia se le asignan a un distribuidor.

El IMSS también pretende disminuir el dispendio, pues se entregaría al derechohabiente enfermo la cantidad exacta de los fármacos indicados por su médico.