Coordinador normativo que laboró cinco años obtuvo finiquito por $1.2 millones

Difunden en instalaciones del IMSS lista de empleados de confianza con altos sueldos

FABIOLA MARTINEZ

Médicos y enfermeras comenzaron a distribuir en clínicas, hospitales y oficinas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) un documento en el que se detallan los sueldos del personal de confianza, así como las prestaciones de este sector.

Como ya se ha difundido, el director general del instituto, Santiago Levy Algazi, encabeza la lista con la categoría HB1, equivalente a 213 mil 190.90 pesos al mes, mientras que los puestos más bajos de confianza, entre los que se ubican jefes de departamento, asesores y secretarios particulares, reciben 64 mil 510 pesos al mes.

El boletín de ocho páginas que los empleados del IMSS -en activo y jubilados- distribuyen afanosamente en estos días resulta peculiar no sólo por el interés que han puesto en su difusión los profesionistas al servicio del organismo, sino porque ahí muestran abiertamente su enfado por los beneficios laborales del personal en referencia.

Por ejemplo, un recibo por liquidación (otorgado al término de la relación laboral con el instituto) expedido el 31 de marzo del año pasado pone de manifiesto lo que significa tener altos beneficios, en comparación con las percepciones del personal de base de este y otros gremios:

César Silva Herzog Urrutia, con la categoría AGB1a, coordinador normativo A, percibía un sueldo diario de 4 mil 110.24 pesos; laboró en el IMSS cinco años y medio y obtuvo un finiquito de un millón 230 mil 209.80 pesos.

En el documento respectivo, firmado por Mercedes Pacheco Melgoza, titular de la división de Relaciones Administrativas Laborales, y Porfirio Marquet Guerrero, titular de esa área, se precisa que Silva Herzog, actualmente con 39 años de edad, estuvo adscrito en el momento de su retiro a la Coordinación de Quejas y acumuló una "antigüedad efectiva de cinco años y 13 quincenas".

La generosa liquidación incluye, como marca la ley, parte proporcional del aguinaldo que, en este caso, con sólo un trimestre devengado le correspondió 29 mil 291 pesos neto. Cabe señalar que los empleados del IMSS cobran de aguinaldo el equivalente a tres meses de salario, por lo que de haberse mantenido en su puesto hasta el término del año, habría obtenido, por ese derecho anual, cerca de 360 mil pesos, ya que su sueldo diario es de 4 mil 110.24 pesos.

También incluyeron en el finiquito 29 mil 577 por fondo de ahorro y, en el rubro de deducciones, se detalla un anticipo de aguinaldo (13 mil 145 pesos); impuesto sobre productos del trabajo (559 mil 151 pesos), fondo de jubilaciones (837 pesos), gastos de escrituración-recuperación (3 mil 858) y "casas comerciales com. Paritaria" (sic) 3 mil 690 pesos. Así, por cinco años y 13 quincenas de trabajo en la Coordinación de Quejas, César Silva Herzog acumuló un millón 230 mil 209.80 pesos.

"Quienes sangran las finanzas"

Casos como el anterior han desatado ira entre el personal de base médico, paramédico y administrativo, quienes difunden también los recibos de nómina de otros empleados de confianza, en los que se asientan conceptos por "sobresueldo que no están identificados al reverso de nuestro comprobante de cobro". Son ellos, aseguran los médicos, "quienes verdaderamente sangran las finanzas del instituto día a día".

Otros ejemplos: Ernesto Hernández Solís, jefe de división, con cuatro años de antigüedad, gana de salario neto 23 mil 574 pesos quincenales, en particular gracias al concepto 006 (sobresueldo) por 26 mil 612.50 pesos.

Ignacio Emerio Anaya Cooley, también con cuatro años de antigüedad, recibe un sobresueldo de 26 mil 612 pesos a la quincena; se desempeña como secretario auxiliar de la dirección general.

De esa forma se difunden otros recibos de pago y señalan: "si verdaderamente deseamos sanear la economía del IMSS, empecemos por reducir los altos salarios del personal de confianza y dejar de practicar el nepotismo al contratar familiares, amigos, compadres, amantes, etcétera, de influyentes... šSi no hay dinero, no es culpa del trabajador!", concluyen.