En los próximos días comparecerá ante los medios

Echeverría recibió "con la conciencia tranquila" el fallo

RENATO DAVALOS Y JOSE GALAN

La media sonrisa de uno de los integrantes del Estado Mayor Presidencial adscritos a la mansión del ex presidente Luis Echeverría dibujó el ánimo que prevalecía por la tarde en San Jerónimo y que el secretario particular del ex mandatario, Jorge Nuño, definió a las puertas de la casa: "šEl licenciado Echeverría está tranquilo, sereno, con la conciencia tranquila... como siempre!"

Juan Velásquez, abogado de Echeverría y de Mario Moya Palencia, llegó a la calle de Santiago a media tarde, cuando ya había trascendido la decisión del juez que cerraba la posibilidad de aprehensión de ambos personajes y del resto de coacusados. A la distancia, Javier Mejía, quien afirmó haber estado en el mitin del jueves de Corpus, se acercó a Velásquez y le espetó:

-ƑY los muertos qué... licenciado? šEcheverría es un asesino! Qué pena que usted tenga que defender a un asesino y que la matanza quede impune.

Velásquez apuró el paso y traspasó el umbral de la casa para informar a Echeverría del curso de la decisión del juez César Flores Rodríguez. Había prometido que si el ex mandatario lo consideraba oportuno, éste saldría a ofrecer una conferencia de prensa. Minutos después, Jorge Nuño abrió los portones de la residencia para informar que en los próximos días el ex presidente comparecería ante la prensa.

La noche anterior y buena parte de la mañana de ayer transcurrieron en San Jerónimo con la misma duda en torno a si Echeverría estaba o no en su casa. Hubo quienes aseguraron que se encontraba en Cuautla, aunque al final uno de sus amigos confirmó que comía con algunos de sus hijos y con el grupo de abogados que llevó el caso.

Casi al mediodía, cuando empezó a trascender que los agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) no concurrirían a la casa de Echeverría para presentarlo ante la justicia, los integrantes del Estado Mayor Presidencial empezaron a rondar a los representantes de los medios de comunicación y enterarse de que el ex presidente finalmente no sería trasladado al reclusorio.

Las primeras versiones confirmadas al respecto fueron reveladas en entrevistas radiales concedidas por Jesús Martín del Campo y Joel Ortega, quienes refrendaron que el juez Flores Rodríguez no había librado las órdenes de aprehensión bajo las consideraciones de que los delitos por los que fueron señalados ya habían prescrito.

Velásquez no pudo ocultar su aire festivo cuando llegó a la calle de Santiago, en San Jerónimo. Poco antes había ingresado el ex subprocurador general de la República y ahora precandidato presidencial Everardo Moreno.

En una improvisada rueda de prensa, Velásquez repitió los argumentos que había esgrimido en el curso del día. Habló de que "por primera vez en la historia del país, a diferencia de los gobiernos anteriores (en los que se incluye el de Echeverría), no se había presentado una decisión vertical y no se habían dado órdenes del Presidente en turno a las instancias judiciales que actuaron con independencia".

También aceptó que el asunto no ha concluido y que se espera que el fiscal Ignacio Carrillo Prieto solicite la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se intente repetir el criterio que adoptó el año pasado con Miguel Nazar Haro, a quien conforme a la decisión del máximo órgano judicial del país se pudo recluir en la cárcel de Topo Chico, en Monterrey, como responsable del delito de desaparición forzada. Se trata de un caso distinto, porque el delito de genocidio no es procedente y, si fuese el caso, ya prescribió, sostuvo Velásquez.

Nuño despidió la tarde con la confirmación de que Echeverría no saldría ante los medios de comunicación. "El licenciado se encuentra trabajando y comiendo con su familia y con sus abogados. Está sereno, tranquilo, con la conciencia tranquila como siempre".

-ƑHay celebración? -le preguntaron.

-No celebramos ni festejamos nada. Más adelante les informaremos cuándo el licenciado Echeverría estará con ustedes.

Se cerró el portón y la expectativa que se generó durante dos años y medio para que los responsables del 68, 71 y la guerra sucia fuesen llevados ante la justicia. Ahora, la decisión para determinar si hubo genocidio y si los delitos cometidos ya prescribieron, estaría en manos de la Corte.