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México D.F. Jueves 22 de julio de 2004
El próximo sábado ofrecerá
el primero de tres conciertos en el Metropólitan
Me importa que mi música sea urgente, no eterna:
Bunbury
El cantante expresa que no tiene interés por
pasar a la historia; los temas que hablan sobre política los relaciona
con los juglares; "quiero contar los hechos, ser un narrrador", dice
CHAVA ROCK ESPECIAL
Este
sábado será el primero de los tres conciertos que ofrecerá
Enrique Bunbury en el teatro Metropólitan, en el que presentará
en directo los temas de su más reciente álbum, El viaje
a ninguna parte, disco doble que tomó su nombre de la novela
de Fernando Fernán-Gómez, que después el mismo escritor
dirigió en una película.
En México, Bunbury es un beatle oriundo de Zaragoza,
España, tiene legiones de seguidores que fielmente se convierten
en su sombra. Pacientemente, y sólo por el gusto de estar ahí,
sus admiradores esperan afuera del hotel en que se hospeda, o aguardan
durante horas afuera de radiodifusoras o televisoras en las que el intérprete
da entrevistas.
En esta ocasión las tres fechas iniciales de su
gira mexicana se agotaron prácticamente en unos cuantos días,
por lo que fue necesario abrir una más para el 19 de noviembre próximo
en el Palacio de los Deportes, y ya se cocina la segunda presentación
en ese coso.
Sobre el escenario, Enrique se transforma como camaleón;
lo mismo desgarra su voz en etílicas noches mediante reinterpretaciones
a temas de José Alfredo Jiménez, que comparte el vino bajo
la influencia de Charles Baudelaire. Aquí es donde Enrique dice
sentirse mejor, "componiendo y cantando"; en nuestro país, por citar
algunos ejemplos, lo mismo ha sido blanco de los hielos que le avienta
su ensordecedor público, que ha pateado sin reparo alguno a un fan
que intentaba tomarle por el pie mientras Enrique cantaba, todo esto
en su etapa de vocalista de Héroes del Silencio, popular banda española
que decidió terminar su camino cuando gozaba de mayor popularidad.
Sobre su nuevo disco, para no variar en el cliché
de los músicos, Bunbury opina que "es el mejor" en su carrera. Con
gusto abre la puerta de la conversación cuando nos acercamos a sus
rolas, pero las cierra cuando se insinúan los temas personales,
los políticos: "tal parece que en las entrevistas tienes que dar
soluciones, tengo que dar respuestas a muchas cosas de las que a veces
no tengo idea, me preguntan tantas cosas; por ejemplo, del 11 M (se refiere
a los bombazos en Madrid, ocurridos el 11 de marzo de este año,
que dejaron un saldo de 200 muertos y alrededor de mil heridos). Hablar
de esto en una conversación para un diario o una revista es una
sinrazón, pues ¿yo qué sé, yo qué puedo
decir? La verdad es que después de tantos años es que las
entrevistas me resultan cada vez más duro; es que no tengo nada
qué decir, todo lo que tengo que decir está en el disco,
y llega un momento en que son muy tediosas las entrevistas". Recordemos
que uno de los libros biográficos sobre Enrique resultó de
largas conversaciones con al autor, en las que el músico estuvo
recostado sobre un diván contestando sesiones de preguntas tras
preguntas para recapitular su vida.
Enrique es polémico, intenta mostrar una imagen
y no tarda tanto en que le aparezca otra. Por ejemplo, ya más relajado
en la entrevista, comenta que siente una identificación con los
juglares de la Edad Media, aquellos grandes trovadores. "De hecho, últimamente
pienso constantemente en un concepto que me gusta mucho, que me inquieta:
es el de música urgente; hay mucha gente que piensa que la música
pop no debe de mirar hacia temas políticos, por lo efímero
que es eso, que si yo hablo ahora de Bush en una canción. A partir
de noviembre Bush no va a estar en la Casa Blanca (y crucemos todos los
dedos, hace el paréntesis), y será parte del pasado.
"Música urgente es para mí decir que efectivamente
tienes que hablar de Bush y aceptar que tu canción, después
de cuatro años, sea parte del pasado; es interesante hablar del
tiempo y época que te toca vivir. No me importa que mi música
no sea eterna, pues el primero que no va a durar soy yo. Voy a morir, seré
polvo y ceniza y lo que pase con mis canciones me tiene sin cuidado. No
tengo ningún interés en pasar a la historia. Lo que quiero
hacer, en cierto modo, es participar en esta época, juzgar y participar,
será algo que haga más adelante, discos más políticos
o más comprometidos políticamente. Hay gente (a la) que no
le gusta ver la música como discurso político, le parece
panfletaria; yo la relaciono con la de los juglares: quiero contar los
hechos, quiero ser un narrador."
Interesado en hacer un disco de textos
A Enrique era prácticamente imposible sacarle un
comentario en su etapa de Héroes del Silencio. El autor de La
chispa adecuada asegura que su interés inicial era "hacer un
disco de textos, principalmente, un disco en el que el texto tuviera muchísima
importancia", pues notaba que ésta es una carencia en mucha de la
música que escuchaba: "en la música electrónica se
entiende que por obviedad se tiende a eliminar el texto; llegó un
momento en que me cansó una cosa: la falta de contenido de las canciones,
me parecía tremendo la forma de evitar enfrentarte a decir algo
importante o algo que te importe en las canciones".
Por último, Enrique adelantó que tocará
en directo la mayoría de los temas del nuevo disco, algunas canciones
de sus más recientes producciones como solista y probablemente dos
rolas de los Héroes. "Cada vez toco menos los viejos temas y más
los nuevos, esto es lo que me apetece; las canciones viejas a mí
no me dicen nada. Van dos horas de concierto, haremos un show completo.
Vengo con mi banda de siempre, El Huracán Ambulante; la escenografía
está un poco ambientada con el mundo del circo, ya lo veréis",
acotó.
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