México D.F. Jueves 22 de julio de 2004
Señala la Codhem que el organismo soslaya
su obligación de dar asistencia social
Confía DIF mexiquense en el Certemac; no se
probó que se maltrate a niños, aduce
Se da seguimiento, vía telefónica, a los
menores que han sido enviados al centro de toxicómanos, justifica
funcionario Asegura que atenderá recomendación del ombudsman
VICTOR BALLINAS E ISRAEL DAVILA /III Y ULTIMA ENVIADO
Y CORRESPONSAL
Periódicamente las puertas del Centro para Rehabilitación
de Toxicómanos del Estado de México, AC (Certemac) se abren
para que ingresen los niños del Sistema para el Desarrollo Integral
de la Familia del Estado de México (DIFEM) que han sido maltratados,
rechazados y vejados. Al cerrarse la puerta, los menores quedan ahí
por tiempo indefinido. Nuevamente han sido rechazados y, ahora, olvidados.
"Ha quedado demostrado -en la investigación sobre
el maltrato a los internos del Certemac- que los menores que nos ocupan
-los del DIFEM- no han recibido oportunamente la atención y seguimiento
de sus casos, soslayando la institución la responsabilidad ética,
jurídica y moral que tiene para con ellos.
"Ha delegado en un tercero la atención que los
menores requieren física y mentalmente para garantizar su plena
integración social, sin el recelo creado por las experiencias traumáticas
sufridas en su niñez temprana", sostiene el titular de la Comisión
de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Miguel Angel
Ozorno Zarco, en la recomendación 45/2004 que dirigió el
15 de junio pasado a la directora del DIFEM, Lorena Cruz Sánchez.
La
recomendación de la Codhem es severa y muy crítica de la
actuación del DIFEM: "Es evidente la falta de seguimiento permanente
a los niños albergados en el Certemac, ya que los menores, además
de sufrir la pérdida de su núcleo familiar biológico,
también están padeciendo la falta de atención de su
tutor legal (el DIFEM); lo que se traduce en el incumplimiento de las disposiciones
legales contenidas en la ley de asistencia social mexiquense".
Concluida la investigación sobre la denuncia por
maltrato a menores, la Codhem sostiene: "El DIFEM ha omitido cumplir cabalmente
algunas de las atribuciones que en materia de asistencia social le confiere
la ley de asistencia social del estado de México, el reglamento
interior y el manual general de organización del DIFEM".
A la dependencia se le recomendó "que a la brevedad
posible revise el convenio que firmó con el Certemac -mismo que
el DIFEM y el Certemac signaron cuando la investigación ya estaba
en curso-, para que quede claro que el DIFEM asume los derechos y obligaciones
propias del cargo legalmente conferido respecto a los niños enviados
a ese centro, que se estipule el respeto a sus derechos y que se cuente
con personal suficiente en las áreas de trabajo social y sicología
para atender a los menores a su cargo".
La investigación de la Codhem revela que al DIFEM
llegaron menores desde 11 meses hasta 11 años, y "no hay constancia
en la información que remitió a ese órgano de defensa
de los derechos humanos de que los niños que estaban en edad de
ser adoptados hayan sido puestos en su oportunidad en las listas de adopción.
Tampoco existen constancias de la decisión del Consejo Multidisciplinario
-en los expedientes remitidos- de trasladar a los menores al Certemac",
entre otras irregularidades y omisiones.
El director jurídico del DIFEM, Ricardo Lugo, dice
a La Jornada: "vamos a aceptar la recomendación de la Codhem.
Estamos analizando cómo vamos a poner en práctica las medidas
que nos solicita, como ésa de propiciar los encuentros entre hermanos
que fueron separados en el Certemac. Habrá que fomentar encuentros
con otros albergues para que haya convivencia".
Pero de entrada, el funcionario insiste: "tenemos una
confianza muy grande en el Certemac. Afortunadamente en la investigación
de la Codhem no se descubre maltrato. En cuanto nos enteramos dimos aviso
al Centro de Atención al Maltrato Intrafamiliar y Sexual (CAMIS)
de la procuraduría estatal para que investigara".
Y el funcionario refiere: "la Procuraduría General
de Justicia del Estado de México (PGJEM) está por concluir
su investigación, esperamos su resultado".
-El hecho de que la Codhem no haya podido acreditar el
maltrato no significa que no exista; sin embargo, encontró irregularidades
y omisiones del DIFEM ¿Qué opina de esto?
-Sin lugar a dudas es una situación de criterio.
A lo mejor lo que la Codhem quiere es que hagamos un seguimiento más
estricto. Nosotros hacemos el seguimiento vía telefónica,
porque carecemos de personal.
-¿Por qué fueron enviados los niños
a un centro para toxicómanos si no eran adictos, sino menores maltratados?
-A lo mejor la razón social no ayuda, pero no se
trata de un centro sólo para toxicómanos, por eso se habló
con el director del Certemac, el padre Alfonso Carmona, y se le pidió
que regularizara esa situación, entonces se le hizo un agregado
a la razón social, y ahora se asienta que además de centro
para la rehabilitación de toxicómanos atiende a niños
abandonados, maltratados, huérfanos.
Entre los argumentos que el DIFEM esgrimió ante
la Codhem para trasladar a los menores estuvo que fue por "problemas conductuales
y falta de cupo en los albergues de la institución". Y subrayó
que ante esta carencia "se requiere de la participación del sector
privado". Además, el DIFEM argumentó que el traslado de los
menores se hizo "por consideraciones de orden humano, pues no resulta adecuada
la separación de hermanos".
-¿El Certemac era la mejor opción para los
menores?
-Sí, porque no nada más atiende a personas
adictas. Platicamos con los directivos y les dijimos que regularizaran
la situación del albergue debido a la investigación. Además,
cuenta con personal capacitado pata atender a los menores y tiene buenas
instalaciones.
-La recomendación señala que no se acreditó
la decisión del traslado. Que hay ausencia de seguimiento por parte
del DIFEM y que los reportes no tienen credibilidad.
-Es una situación de criterios acerca de la forma
en que ellos pretenden que llenemos un expediente. Quieren que utilicemos
uno distinto al que usamos aquí; sin embargo, la situación
de fondo, el maltrato, no se comprobó. Estamos esperando la determinación
de la PGJEM para terminar con esa presunción.
Ricardo Lugo abundó: "el que la Codhem quiera más
documentos es una situación técnica en la materia, diferente
a como se hacía. No es que no exista el documento de traslado de
los menores, sí existe, claro que no estaba en esos expedientes
que enviamos, pero existe".
Y respecto del seguimiento vía telefónica
de los menores, asegura: "desgraciadamente en una situación de carácter
legal no se acredita que aquellas personas que tengan la guarda y cuidado
del menor tengan que hacer un seguimiento. Se hace en el sentido de los
objetivos y principios que tiene la institución".
-Dice usted que el DIFEM está en desacuerdo con
la separación de hermanos, que por eso no se dan en adopción
de manera separada, y que por esa razón fueron enviados al Certemac.
Pero allá los separaron, y no se han visto en años.
-Mediante la estructura del Certemac se genera una relación.
Viajan a Acapulco y Zihuatanejo.
-La Codhem sostiene que los hermanos no se han visto en
años.
-No hay una periodicidad, eso es correcto.
Después de la recomendación, que, según
Lugo, se va a aceptar, "hoy se analiza cómo se pondrán en
práctica algunas acciones que nos solicita la comisión, seguiremos
muy de cerca a los niños del DIFEM enviados al Certemac. Creemos
que hoy reintegrar a esos menores al DIFEM -de donde los enviaron al albergue-
sería una violación a sus derechos. No es lo más adecuado".
Pruebas del maltrato
A su vez, la profesora Ofelia Garduño Rodríguez
sostiene: "el director jurídico del DIFEM, Ricardo Lugo, fue enterado
por mí de lo que está ocurriendo en el Certemac. Le llevé
los testimonios de los menores, le enseñé las fotografías
que tomé de algunos niños, le mostré el material que
les dan para escribir. Pedacería de lápices, de apenas unos
centímetros.
"Le referí que los niños eran golpeados,
inclusive en mi presencia. Le expuse la situación de los horarios
que tienen, le llevé sus programas de actividades, los menús.
En realidad no quiso enfrentar el problema."
La maestra Garduño Rodríguez muestra los
oficios que ha enviado al gobernador Arturo Montiel, al DIFEM, a la Codhem,
a la Cámara de Diputados estatal, a la PGJEM. "Todos están
enterados, todos saben lo que ocurre, estoy esperando que actúen
en favor de los niños", añade la profesora.
Muestra los documentos que acreditan que la Universidad
Autónoma del Estado de México fue la institución que
la contrató y la envió al Certemac. "No fui a pedirle trabajo
al padre, como él dice.
"Tampoco es cierto que después de seis meses de
que salí del Certemac interpuse la denuncia. Yo dejé de trabajar
el 18 de diciembre de 2003. Ahí están los documentos que
lo acreditan. Eran vacaciones, y nadie me iba a hacer caso, por eso presenté
la denuncia en enero. Fui a la Codhem la primera quincena de enero de este
año. Ahí están las constancias. Luego fui a la PGJEM,
y no quisieron atenderme por las relaciones que tiene el padre Alfonso
Carmona con el gobierno.
"¿Por qué presenté la denuncia de
maltrato? Porque uno de los niños golpeados me autorizó para
hacerlo. Me dijo que denunciara lo que estaba pasando. Tenía señales
de haber sido golpeado. No nada más él. Me llegaban los chiquitos
con moretones, huellas de los golpes en la cara y en el cuerpo", asevera.
En el DIFEM, dice la maestra, me preguntaron "si no tenía
miedo por la denuncia. Sí, les dije, tengo miedo de no decir todo
lo que sé, y de morir sin hacer nada para ayudar a los niños".
El 12 de septiembre de 2001, en la primera plana de El
Sol de Toluca, el padre Alfonso Carmona dijo en una entrevista: "La
extensa difusión de los derechos humanos de los niños, lejos
de ayudar a una adecuada formación infantil, ha propiciado, en cierta
medida, una pérdida de valores entre este sector. Actualmente a
los niños no se les enseña a agradecer, sino sólo
a exigir; desconocen que sus derechos conllevan obligaciones".
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