México D.F. Martes 20 de julio de 2004
Estimulan la fotosíntesis y reducen uso de fertilizantes
Descubren en la UNAM bacterias que impulsan crecimiento del maíz
KARINA AVILES
Científicos del Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno (CIFN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron nuevas bacterias capaces de impulsar el crecimiento de las plantas de maíz y degradar compuestos contaminantes.
El responsable del proyecto del CIFN, Jesús Caballero Mellado, nombró a las nuevas bacterias Burkholderia tropica y Burkholderia unamae. Explicó que pertenecen al género Burkholderia, cuyo estudio busca utilizar a estos microorganismos fijadores de nitrógeno para aumentar su productividad y disminuir el uso de fertilizantes químicos que dañan el ambiente.
Indicó que aunque todavía no han precisado el porcentaje en que podría incrementarse el desarrollo de la planta, las pruebas realizadas en invernadero arrojan un aumento de 30 por ciento. Sin embargo, este porcentaje podría ser mayor, pero para ello es necesario ensayar con diversos cultivos.
Explicó que se analiza la biodiversidad bacteriana, en particular la asociada con las plantas. "Sabemos que pueden aportarles nutrientes, favorecer que los tomen del suelo o bien estimular a los vegetales a crecer más y a tener mayor actividad fotosintética. Es decir, captar bióxido de carbono y transformar energía solar en compuestos orgánicos que enriquezcan las superficies."
En el mundo, precisó, se conocen entre uno y 5 por ciento de estos microorganismos, cuyo número se calcula en más de medio millón de especies. "Si conocemos esa riqueza tendremos mejores oportunidades para beneficiar su actividad en múltiples aspectos de la vida humana, como la alimentación".
El investigador destacó que el objetivo es utilizar dichas bacterias en beneficio de los productores del campo y evitar la contaminación por fertilizantes minerales. "Tratamos de utilizar el recurso biotecnológico más importante con que cuenta la humanidad para la producción de comida".
Recordó que el género Burkholderia ya era conocido, pero sólo se sabía de una especie fijadora de nitrógeno y los universitarios dieron a conocer que había más sin describir.
"Hicimos ese primer hallazgo al estudiar la planta del maíz. Ubicamos sus características fenotípicas y genotípicas y empezamos a describir otras", informó la UNAM.
Caballero Mellado confió en que en 5 o 6 años ya se hayan desarrollado experimentos de campo en distintas regiones del país, suelos y climas y con diferentes plantas.
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