Inauguran retrospectiva de la artista en Morelia

Palau insiste en el tema de la guerra

MERRY MAC MASTERS

Hace un lustro, y en los albores del siglo XXI, la artista Marta Palau creó la instalación Guerrero caído con la ilusión de que se habían terminado las guerras. Pero llegó la nueva centuria y comenzó el conflicto bélico en Afganistán. Así que hizo War games que, por un lado, retomó dos personajes de las pinturas rupestres de Baja California, hechos con una línea muy fina de ramas sobre el muro -fue una forma de volver al tapiz-, mientras que en el centro, frente al par de guerreros, colocó un mapa de Afganistán con un tiro al blanco bombardeado con dardos cargados de arroz.

Para su exposición del año pasado en la galería Fisher, de la Universidad de California del Sur, en Los Angeles, también incluyó una instalación nueva: Todas las guerras, en la que de nuevo dibujó sobre la pared cuatro guerreros bajacalifornianos -dos hombres y dos mujeres-, esta vez atravesados con flechas. Frente a ellos, a manera de ofrenda, colocó cuatro vasijas con agua y petróleo, '''nuestras próximas guerras'', apunta Palau.

Ahora trabaja en un nuevo proyecto: Gas-era, que se remite a la instalación de una planta de gas frente a las costas del Pacífico. Su forma de protesta continua ha hecho que algunos amigos le digan que es una ''guerrera''.

Palau señala que al vivir en Tijuana la mitad del año ''no se puede dejar de ver todo lo que ocurre que es alarmante con la política de Bush. Afecta a toda la frontera del norte más que a nadie.

''Nos ha tocado ser vecinos de un país que en este momento representa..., bueno, Bush dice que es el presidente de la guerra. Con esa política todos los demás estamos vulnerables a que nos ataquen en cualquier momento, con cualquier cosa. Esa cosa horrible que pasó en Madrid que nos partió el alma a todos ver como habían muerto más de 200 personas.''

Lo uno y lo múltiple y todas las guerras, pequeña retrospectiva de su obra de 1992 a la fecha, se abre hoy en el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, en Morelia, Michoacán.