México D.F. Sábado 17 de julio de 2004
ENTREVISTA/RICARDO
ALARCON, PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA DEL PODER POPULAR DE CUBA
"Más de lo mismo, si Bush gana el 2 de noviembre"
su plan es repetir la experiencia iraquí en
la isla, asegura
"Yo no apostaría por Kerry. No siempre las plataformas
demócratas fueron mejores para Cuba. Lo fue con Carter, que en 1976
prometió la normalización, y al final no lo hizo. mucho mejor
fue la de McGovern, pero no triunfó"
BLANCHE PETRICH Y GERARDO ARREOLA ENVIADA Y CORRESPONSAL
La Habana, 16 de julio. El plan de George W. Bush
para el "futuro de Cu-ba", previa "acelerada caída" del gobierno
de la revolución, contempla figuras como la de un gobernador estadunidense
para la transición, "tipo Paul Bremer en Irak", afirmó aquí
el presidente de la Asamblea del Poder Popular, Ri-cardo Alarcón.
Agregó que prevé una Comisión Permanente
para Reconstrucción Económica de Cuba, encabezada por un
funcionario con rango de subsecretario de Estado, que se encargaría
de conducir la economía cubana y promover los juicios de desahucio
contra pobladores que tengan en su posesión los bienes reclamados
por quienes hace 40 años salieron de la isla hacia Estados Unidos
huyendo la revolución.
Y, entre otras cosas, dice el líder camaral, se
proyectaría implementar un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre
Washington y una co-misión estadunidense para el libre comercio
de Cuba.
Alarcón,
quien por cuatro décadas se ha especializado en el análisis
de las relaciones Cuba-Estados Unidos, insistió en entrevista con
La Jornada en que el meollo del plan del presidente estadunidense
es que "por primera vez en la larga historia de agresión, Washington
planifica el gobierno del futuro".
Advierte que una de las consecuencias de las medidas inmediatas,
como la prohibición de viajes de cubanos y estadunidenses a la isla,
es que México podría verse orillado a participar permitiendo
el despliegue de agentes estadunidenses en los aeropuertos nacionales para
"cazar" a los viajeros que pretendan dar un rodeo y desafiar la prohibición
del gobierno de Bush.
Alarcón es fanático de la película
Farenheit 9/11, del cineasta estadunidense Michael Moore, que la
televisión cubana estrenará este sá-bado en horario
estelar. Después de la cinta se transmitirá un panel de discusión
en que participará el presidente de la Asamblea.
En otro momento de la entrevista, habló de su pulso
ante las elecciones estadunidenses: "Si Bush triunfa, será más
de lo mismo. Si gana John Kerry, aunque de él cabe esperar más
cordura, hay que reconocer que es una época de guerras preventivas
que van más allá del conflicto con Cuba, lo que cabe es esperar
que reoriente la posición de Estados Unidos en el mundo".
Pero no se fía y por lo pronto anuncia que en noviembre
estará engrasando su fusil. Porque una derrota del republicano abriría
para la isla un peligroso compás de es-pera, dos larguísimos
meses hasta el momento de la entrada de Kerry a la Casa Blanca.
En ese lapso "cualquier provocación y la guerra
puede ocurrir. La mafia de Miami estaría viendo cómo se les
acaba su tiempo en el poder. Tendrían por delante cuatro años
de gobierno demócrata; ellos, que han vivido 30 años maldiciendo
la memoria de John Kennedy, siempre han visto a los demócratas como
parte del enemigo".
-Aceitar su fusil, ¿es retórica?
-Nosotros no lo podemos ver como juego. La resistencia
en Irak es cosa muy seria. Y aquí somos más organizados,
una nación más hegemónica, con una experiencia de
40 años de lucha, con una concepción defensiva.
En el recibidor de sus oficinas, el congresista acomoda
en su regazo un grueso legajo. "Esto lo bajamos de Internet", dice. Son
450 cuartillas, mucho más de las 50 pá-ginas del sumario
ejecutivo que la Comisión para la Acelerada Transición en
Cuba entregó a la prensa.
"El sumario ejecutivo es deliberadamente engañoso.
No transparenta aspectos como el objetivo del llamado Comité Permanente
de Reconstrucción Económica, con un coordinador a nivel de
subsecretario de Estado, estadunidense, claro, que tendría la responsabilidad
de dirigir la economía después de la caída del régimen
cubano".
Alarcón, que ha estado en la línea de choque
con Estados Unidos los últimos 40 años, se sorprende: "El
lenguaje que utiliza este plan es de una crudeza que no habíamos
escuchado antes".
Hay otro organismo, el Comité Conjunto para Canalizar
las Inversiones e Importaciones, presidido por un subsecretario, integrado
por los departamentos de Estado, del Tesoro, Comercio, la Agencia In-ternacional
para el Desarrollo, Justicia, Agricultura, Vivienda y otras dependencias
estadunidenses, fa-cultado para tomar todas las decisiones sobre la economía
de Cuba.
Y otro más, que describe cómo va a funcionar
un comité de de-sahucio en los juicios de las propiedades abandonadas
en Cuba por los cubanoestadunidenses a raíz del triunfo revolucionario.
También, la negociación de un TLC, pero
no son dos partes en la negociación, sólo una. "Es como si
el Tratado de Libre Comercio de América del Norte se hubiera negociado
entre Estados Unidos y un co-mité estadunidense de reconstrucción
económica de México".
-Aquí en Cuba, ¿de qué tamaño
es el golpe de las medidas inmediatas, las que ya entraron en vigor?
-No se puede cuantificar de momento. Habrá que
ver hasta qué grado son efectivas. Con la prohibición de
viajes no podrán venir muchos estadunidenses y cubanos, pero el
grueso del turismo no viene de allá. De 2 millones que recibimos
el año anterior, 350 mil fueron de Estados Unidos. Lo que más
ha dolido aquí es la restricción de las visitas familiares.
En cuanto a las remesas, va a ser muy difícil que impidan que el
dólar llegue a Cuba. Va a haber mucha gente que desafíe esas
medidas.
"¿Puede el gobierno impedir que una mujer emigrada
envíe di-nero a su madre a Cuba? Está por verse. En cuanto
a los paquetes que se envían de allá, eso es más difícil
de evitar. Han sacado esa lista con cosas prohibidas: calzoncillos, pas-ta
de dientes, champú, desodorantes. ¡Un delirium tremens!
Con eso sí lograron un milagro, poner de acuerdo a los cubanos de
las dos orillas, de cualquier posición política. En suma,
el daño económico es por el momento difícil de evaluar.
El daño político es altísimo. Para ellos. Más
que un crimen, lo que hicieron es una estupidez".
-¿Cómo responde la parte afectada a las
medidas inmediatas?
-La respuesta ya se dio. Una que se comentó mucho
fue que se paralizó la venta en las tiendas de divisas. Se prefirió
hacer un replanteo de precios antes, no después de las medidas.
El aumento fue de en-tre 10 a 15 por ciento. Poco se pue-de hacer, por
otra parte, contra la prohibición de viajar.
Como tantos otros cubanos, Alarcón también
tiene familia en Estados Unidos: "Esta es la medida más dolorosa.
El New York Times, Christian Science Monitor, el Washington
Post, ¡el Miami Herald!, congresistas republicanos que
no son latinos, todos han reaccionado escandalizados por lo delirante del
plan. Porque al estadunidense le choca que el gobierno quiera decidir sobre
sus derechos individuales. Quiere regular en qué forma un ciudadano
se relaciona con su fa-milia, cómo lo hace, en qué tiempo.
Es un apartheid, algo que convierte a los cubanoestadundenses en
ciudadanos de segunda clase".
Alarcón recuerda sus frecuentes viajes a Nueva
York, vía México, en los años 60 y 70, cuando era
funcionario de la embajada de Cu-ba ante Naciones Unidas.
"En el aeropuerto de México siempre había
un agente de la FBI que le tiraba una foto a cada uno que entrara o saliera
en los vuelos de Cuba. Si eso se hacía en los 60, imagínate
tú ahora. Van a tener que asignar personal en varios aeropuertos,
no sé si también en el de México, para perseguir a
cubanos o estadunidenses por el terrible pecado de querer viajar a Cuba
por otras rutas, Panamá, Bahamas".
-¿Cree que las movilizaciones y el escándalo
por las medidas anticubanas tomaron por sorpresa a Washington o es un riesgo
calculado?
-No me extrañaría que lo hu-bieran previsto.
Roger Noriega ha reconocido que hay diferencias entre la migración
de antes y después de los 80, los que llegaron después, quizá
350 mil entre 1998 y 1994. Hay además una segunda generación
de los primeros y hay que contar también a los grandes olvidados,
a la emigración de antes del 60. Lo cual, dicho sea de paso, nos
da la razón de algo que siempre dijimos. Esta es una migración
económica, no son exiliados.
-¿Bush o Kerry?
-Yo no apostaría por Kerry. En cualquier otro país
del mundo las cosas que ha hecho Bush en estos cuatro años ya le
hubiera costado no sólo la presidencia sino toda su carrera política.
Pero en las encuestas sigue empatado con Kerry. No siempre las plataformas
demócratas fueron mejores para Cuba. Lo fue con James Carter, que
en 1976 prometió trabajar para la normalización, que al final
no lo hizo. Y mucho mejor fue la de McGovern, que no ganó. En cambio,
la plataforma electoral de Kerry se parece mucho a la de Bush.
-Kerry ha refrendado el plan de Bush sobre Cuba, sólo
que quiere hacerlo en el marco multilateral.
-Es palabrería, es creer que Eu-ropa va a apoyar
el plan unilateral de Estados Unidos. Actuar multilateralmente sería
recomponer todo lo que Bush desbarató, firmar la Con-vención
de Kyoto, salir de Irak.
-¿Cómo ve la fabricación de un nuevo
conflicto para alentar el voto del miedo? ¿Real o remoto?
-Muy real. En Irak están en-trampados. Se metieron
para que se dejara de hablar del lío en que se metieron en Afganistán.
Ronald Reagan invadió Granada para encubrir el entrampamiento en
Líbano. Es su forma de actuar histórica.
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