México D.F. Sábado 17 de julio de 2004
La vida "es regalo de nuestro creador y nunca
debe ser vendida", dice en Tampa
Castro convirtió a Cuba en destino de turismo
sexual, fustiga Bush
EU tiene el deber de liderar la lucha mundial contra
el tráfico de personas, afirma el mandatario
Amenaza con sancionar a los países que toleren
o no detengan ese comercio de seres humanos
AFP Y REUTERS
Tampa, Florida, 16 de julio. El presidente estadunidense,
George W. Bush, acusó hoy a su homólogo Fidel Castro de haber
convertido a Cuba en destino de turismo sexual y afirmó que Estados
Unidos tiene el deber de liderar la lucha mundial contra el tráfico
de personas para trabajos forzados o fines sexuales.
Durante una convención de ex-pertos del Departamento
de Justicia especializados en la lucha contra el tráfico de personas,
realizada aquí, destinada a ganar votos para las elecciones presidenciales
de noviembre próximo, Bush arre-metió contra Castro.
"El régimen de Castro convirtió a Cuba en
el principal destino de turismo sexual", remplazando al sudeste de Asia
como favorito de los pederastas de Estados Unidos y Canadá, afirmó
Bush, quien se basó un informe de la universidad estadunidense John
Hopkins.
Durante
una conferencia en Tampa, el mandatario señaló a Cuba como
uno de los peores violadores en la materia. "El turismo sexual es fuente
vital de divisas para mantener su corrupto gobierno a flote", acusó.
Cuba es uno de los 10 países citados por el Departamento
de Estado en un informe divulgado en junio pasado, en el que se señala
a los gobiernos que toleran el tráfico humano o fallan en la lu-cha
contra este delito.
Bush indicó que terminar con el tráfico
de seres humanos será parte esencial de su política exterior,
porque "trae sufrimiento y vergüenza a nuestro país, y lideraremos
la lucha contra ello".
En un documental filmado en 2003 por el realizador estadunidense
Oliver Stone, Castro se jactó de que las prostitutas cubanas tenían
educación universitaria. Bush se-ñaló que este comentario
evidencia que el gobierno de Cuba está favoreciendo el turismo sexual.
Sin embargo, el gobierno de Castro, nacido en 1959 de
una re-volución contra el corrupto dictador Fulgencio Batista -apoyado
por Estados Unidos-, que permitió que la mafia estadunidense convirtiera
a La Habana en paraíso de sexo y prostitución en los años
50, niega rotundamente que tolere el turismo sexual.
Asimismo, la policía cubana lleva a cabo controles
periódicos para evitar que se extienda el fe-nómeno, que
volvió a aparecer en la isla caribeña durante la última
década, tras la crisis en que se sumió Cuba después
del colapso de la ex Unión Soviética.
Las acusaciones de Bush contra el gobierno cubano se suman
al endurecimiento de la política de Washington contra La Habana,
que recientemente puso en vigor una serie de medidas para reforzar el embargo
económico que mantiene desde hace más de cuatro décadas
contra la isla caribeña.
Esta política más dura parece haber dividido
a la comunidad cu-bana de Florida, donde algunos apoyan un endurecimiento
contra Castro pero otros se oponen a las restricciones de viajes y a los
en-víos de remesas a la isla.
Los votos de la comunidad cubana fueron decisivos para
la victoria en 2000 de Bush, aunque estuvieron marcados por la controversia
sobre si realmente resultó victorioso en ese estado.
El republicano busca la relección en los comicios
del 2 de no-viembre próximo y está tratando de conquistar
el mayor número posible de votantes entre los alrededor de 800 mil
cubanoestadunidenses, en su mayoría anticastristas, que viven en
Florida.
En compañía de su hermano, Jeb Bush, gobernador
de Florida, el presidente acudió al restaurante cubano Tropicana.
Descubre nuevo mal
Durante su discurso, el jefe de la Casa Blanca amenazó
además con sancionar a los países que toleren o no hagan
los esfuerzos adecuados para detener el tráfico sexual y evitar
que ciudadanos estadunidenses participen en el turismo se-xual, incluyendo
la pérdida de ac-ceso a los organismos de financiamiento internacional.
"Estamos en una lucha contra el mal, los estadunidenses
están agradecidos por su dedicación y servicio. La vida humana
es un re-galo de nuestro creador y nunca debe ser vendida", indicó.
El gobierno estadunidense estima que entre 600 mil y 800
mil personas son sometidas a trabajos forzados en todo el mundo cada año,
entre 14 mil 500 y 17 mil 500 de ellas en Estados Unidos.
Unos 62 países -incluyendo a la mayoría
de los africanos y de Medio Oriente- no cuentan con leyes que penalicen
el tráfico de personas, y sólo 117 firmaron un tratado de
Naciones Unidas que llama a la cooperación internacional para poner
fin a este delito.
Estados Unidos quiere asegurarse de que sus propios esfuerzos
en este terreno están fuera de todo reproche. Los legisladores demócratas
y republicanos trabajan en conjunto para diseñar soluciones efectivas,
en el contexto de una cooperación poco usual.
La conferencia en la que participó Bush se realizó
luego de co-nocerse un informe del Departamento de Justicia, que recomienda
mejor entrenamiento de las autoridades para ayudarlos a reconocer y combatir
el tráfico humano.
Sin embargo, Washington no ha ratificado la Convención
de Na-ciones Unidas contra el Crimen Transnacional y su protocolo en contra
de ese tráfico.
Estados Unidos es uno de los 69 países que han
firmado pero no ratificado la convención, que to-mará efecto
en septiembre.
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