México D.F. Martes 13 de julio de 2004
Harguindeguy rechaza declarar; cumplirá arresto domiciliario por tener más de 70 años
Se entrega a la justicia argentina ex militar involucrado en la Operación Cóndor
En su gestión advirtió que "las urnas están bien guardadas", para descartar el retorno de la democracia
AFP
Buenos Aires, 12 de julio. Uno de los principales jerarcas de la última dictadura argentina, el ex general Eduardo Albano Harguindeguy, se entregó este lunes, luego de que un juez solicitó su arresto por su resunta responsabilidad en el Plan Cóndor de coordinación represiva en países del Cono Sur en los años 70 y 80.
El juez federal Jorge Urso pidió la detención de Harguindeguy, emblemático ministro del Interior durante cinco de los siete años que duró la dictadura (1976-83), junto con la de otros 21 ex militares, de los cuales 10 ya estaban arrestados en otras causas por crímenes de lesa humanidad.
Harguindeguy fue sumariado y destituido en 2003 luego de reivindicar lo hecho durante la dictadura en el documental Escuadrones de la Muerte. La Escuela Francesa, realizado por la televisión de ese país europeo.
"Hicimos lo que correspondía, en cumplimiento del deber militar", dijo en aquella entrevista el también ex jefe de la Policía en el gobierno constitucional de María Estela Isabel Perón, derrocada el 24 de marzo de 1976.
"Las fuerzas armadas deben decirle al pueblo argentino: nosotros los libramos de ser un país marxista. Tengo que reconocer que cometimos errores. Si no cometiéramos errores seríamos dioses. Qué aburrido sería un país gobernado por los dioses, sin pecado, sin delito", ironizó en ese entonces.
Harguindeguy se presentó el lunes ante la justicia pero se negó a declarar y quedó detenido con el beneficio del arresto domiciliario, por tener más de 70 años.
También se entregaron y quedaron detenidos el ex general Fausto González y los ex coroneles Eduardo Delío y Hugo Pascarelli.
El juez ordenó además el arresto de los ex generales Ramón Díaz Bessone, José Vaquero, Leopoldo Flores, José Villarreal, Juan Pablo Saá, Eugenio Guañabens Perello, y los ex coroneles Carlos Tragant y Carlos Londoni.
Esta es la primera vez que Harguindeguy, ex ministro del Interior entre 1976 y 1981, es acusado y arrestado por crímenes de la dictadura, quien es recordado por su advertencia de que "las urnas están bien guardadas", hecha en la dictadura para descartar un retorno de la democracia.
En aquel documental de la televisión francesa, también Díaz Bessone, ex comandante del segundo Cuerpo de Ejército, admitió la desaparición forzada de personas como método represivo aunque aseguró que los desaparecidos fueron 8 mil y no 30 mil, como estiman los organismos humanitarios.
El ex dictador Jorge Videla (1976-81) también cumple arresto domiciliario en el contexto de la investigación sobre el Plan Cóndor imputado por la "autoría mediata" en "casos puntuales" de 70 extranjeros desaparecidos durante su gobierno.
Urso centraliza desde 2002 la causa del Plan Cóndor, aplicado por los regímenes militares de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, en una suerte de internacional represiva, para perseguir y eliminar a opositores.
Las pruebas de ese sistema fueron develadas por el abogado paraguayo Martín Almada, al descubrir en 1992 cinco toneladas de documentos en una comisaría de Asunción, llamados Archivos del Horror.
La causa se inició en noviembre de 1999, tras denuncias de familiares de extranjeros desaparecidos en Argentina, entre ellos la uruguaya Sara Méndez, quien fue despojada de su hijo de dos meses en un centro de detención clandestino en Buenos Aires, a quien encontró luego de un cuarto de siglo de búsqueda.
Entre las víctimas más notorias fue citado el ex canciller chileno Orlando Letelier (asesinado en Washington junto con su asistente), el general chileno Carlos Prats (asesinado en Buenos Aires en 1974) y los políticos uruguayos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, abatidos en Argentina en mayo de 1976.
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