México D.F. Martes 13 de julio de 2004
CENTENARIO DEL POETA MAS LEIDO EN LENGUA HISPANA
El presidente de Chile encabezó el acto principal
en memoria del Nobel 1971
Neruda realza los siglos de lucha de un hemisferio,
dijo Sábato
Ricardo Lagos encomió la universalidad y el compromiso
social del autor de Canto general
Con José Emilio Pacheco, la presencia de México
viajó en el Tren del Poeta
ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL
Santiago de Chile, 12 de julio. Con actividades
que incluyeron al presidente Ricardo Lagos, Chile continuó hoy con
la celebración del centenario del nacimiento del poeta más
leído en lengua hispana, Pablo Neruda.
Los actos se prolongarán durante toda la semana
y tendrán sus máximas expresiones en las casas del poeta
en Santiago (''La Chascona"), en Valparaíso (''La Sebastiana") y
en un rocoso promontorio del litoral central, Isla Negra, su rincón
favorito y su lugar de descanso eterno al lado de Matilde Urrutia.
A primera hora de la mañana, las 7:30 horas de
México, partió el llamado Tren del Poeta, un convoy ferroviario
especial que hizo el recorrido entre la capital y el pequeño pueblo
de Parral, varios cientos de kilómetros hacia el fin del mundo,
343 para ser exactos, donde nació en 1904, en un día como
hoy, Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, hijo de un ferroviario que
trabajaba para la red de corta distancia en el centro-sur del país.
Según contaría el hijo en sus memorias,
''un mes más tarde, en agosto, agotada por la tuberculosis", su
madre ya no existía.
Neruda murió en septiembre de 1973, a los 69 años,
de un cáncer agravado por la tragedia del golpe de Estado ocurrido
el 11 de ese mes y año.
El tamborileo de la lluvia
Lagos
se perdió el recibimiento de la Sinfónica en la estación,
con temas de Violeta Parra (su hijo Angel estaba presente) y de su hermano
Roberto, del repertorio de la obra de teatro La Negra Es-ther, porque
el mandatario subió a este tren una hora más tarde, dado
que previamente en la Plaza de la Constitución, frente a La Moneda,
inauguró un gran corazón delineado con manzanas rojas en
200 metros cuadrados y en cuyo interior se lee: Neruda, escrito con redondeados
frutos de color verde claro.
La gran ausente en Parral fue la casa donde nació
este insigne chileno, demolida por ser una humilde construcción
de adobe, donde hoy debía existir un museo, pero que con la clásica
despreocupación criolla, debió ceder su espacio a una fea
y pretenciosa construcción pretendidamente moderna, hogar de un
comerciante de buen pasar. No deja ser una amarga ironía para alguien
que tanto amó sus casas y que inclusive tuvo una en Francia.
Según explicó Javier Luis Egaña,
encargado de la comisión asesora presidencial del centenario de
Neruda, se trató de recordar con este viaje la infancia del premio
Nobel, sus primeros años vinculados a locomotoras de vapor y vagones
de ferrocarril, las lluvias de esa región y sus primeras lecturas.
El tiempo, se sumó, desatando un gran temporal desde un poco más
allá de Parral hacia el sur.
Neruda siempre echó de menos el repiquetear de
las tormentas sobre los tejados y pese a la oposición de Matilde
Urrutia, que lo objetaba por costoso, hizo poner un techo de zinc a la
pieza en la que escribía en Isla Negra para poder sentir el tamborileo
tan querido.
Unos 300 invitados subieron al convoy, entre artistas,
escritores, personajes del mundo de la cultura, uno que otro político
colado y familiares de Neruda, los que debieron reclamar por los medios
para recibir suficientes invitaciones.
Poema de dos kilómetros de papel
El
convoy llegó a Parral al mediodía y los viajeros fueron llevados
a la plaza principal que lleva el nombre del autor de Los 20 poemas
de amor y una canción desesperada.
El acto principal culminó con un discurso del presidente
Lagos, en el que éste destacó los diferentes aspectos de
la vida de Neruda, su amor por Chile y su universalidad, su condición
de humanista y de intelectual comprometido a fondo con la suerte de su
gente.
Luego Lagos y toda la comitiva se trasladaron a la tumba
de la madre del poeta, donde se depositó una ofrenda floral. El
día culmina en el crepúsculo santiaguino con una ceremonia
de clausura de la Semana Nerudiana, en el Centro Cultural Estación
Mapocho, otro viejo hangar ferroviario, hoy convertido en el principal
salón de exposiciones y ferias literarias del país.
Entre los pasajeros del Tren del Poeta estuvieron el profesor
de poesía en la Universidad de Massachussets y premio Penn Club,
Martín Espada; el docente de Princeton y Premio Pulitzer de Literatura,
Yusef Komunyakaa; el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, el brasileño
Thiago de Melo y José Emilio Pacheco -tratándose de Neruda,
México siempre está presente-, los cuales manifestaron su
complacencia por esta oportunidad para confrontar los lugares donde transcurrió
parte de la infancia de Neruda, con imágenes que el escritor nos
legó.
Pacheco, escritor y poeta, estaba invitado especialmente
por ser el primer galardonado con el Premio Iberoamericano de Poesía
Pablo Neruda, dotado con 30 mil dólares y un diploma.
Todos ellos son acreedores a una medalla conmemorativa
del centenario, al igual que el novelista argentino Ernesto Sábato,
quien está en Santiago desde el domingo y que al llegar expresó
que en la obra de Neruda se pone de manifiesto ''el espanto y la tragedia
de todo un continente que lleva siglos luchando por subsistir". Cien serán
las medallas impuestas en Chile y en el extranjero, en 65 países.
Las recibirán Carlos Fuentes, Arthur Miller, José
Saramago, Mario Benedetti, Augusto Roa Bastos, Mario Vargas Llosa y Jorge
Enrique Adoum, entre otros.
Dentro de las muestras de admiración popular por
Neruda, en Valparaíso y desde La Sebastiana, la gente escribió
un poema de dos kilómetros en papel de un metro de ancho, desplegado
por las calles empinadas del cerro porteño donde se levanta esta
angulada construcción de cinco pisos y bajando hacia el plan. Hoy
sin embargo, el pliego debió ser guardado porque como es tradición,
allí llueve en los cumpleaños de Neruda y esta vez no fue
la excepción.
Homenaje en cinco continentes
En Alemania y Bélgica se organizaron desde enero
ciclos de homenaje y en El Salvador tendrá lugar en octubre un festival
internacional de poesía. La ministra de Relaciones Exteriores, Soledad
Alvear, ponderó que en los cinco continentes se rinda homenaje ''al
poeta, al hombre que fue siempre fiel a sus ideales de cambio y se comprometió
con ellos''.
El
sábado se presentó en la Estación Mapocho, el libro
Neruda 100. Todo terreno multiuso, del escritor, biógrafo
y amigo personal del poeta, el ex senador Volodia Teitelboim, quien afirmó
que la poesía de Neruda ha servido ''para declarar amor, para despedidas,
para evocar el sur, para luchar por la libertad, los derechos humanos y
la ecología''.
Según la televisión local, uno de los actos
más hermosos fue el de Isla Negra, el domingo, colmada pescadores,
campesinos y estudiantes, que evocaron a Neruda con ritos indígenas
y un carnaval en la playa, frente a la casa donde reposan sus restos. Más
de 10 mil personas, dijo el canal nacional, ratificaron que ''los chilenos
llevan a Neruda vivo en el corazón".
Este lunes varios países se sumaron a la conmemoración
por el centenario de Pablo Neruda.
En Colombia y España, los actos incluyeron lectura
de poemas en voz alta, exposiciones de pintura y fotografía, obras
de teatro, documentales en televisión y conciertos, además
de programas de radio y ediciones especiales de libros y periódicos.
Algunos medios no dejaron de resaltar la paradoja del
fenómeno de mercadotecnia que representa en estos días el
centenario de Neruda. El Periódico de Cataluña señala
que la efigie del artista aparece en sellos postales, monedas y carteles.
''Su imagen ha sido adoptada por empresas, ex enemigos o aquellos que nada
dijeron cuando, tras el golpe de Estado, su casa fue destruida por los
militares".
Como una muestra de la enorme influencia de Neruda en
el mundo, las autoridades chilenas condecoraron también a Zhu Jingdong
y Zhang Guangsen, traductores al chino de numerosas obras del poeta comunista
nacido en Parral.
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