México D.F. Martes 13 de julio de 2004
Sirven a criminales, políticos, banqueros y torturadores
Amparos, arma oficial: Ibarra
JOSE ANTONIO ROMAN
Escéptica sobre la aplicación de la justicia a los responsables de la guerra sucia, Rosario Ibarra de Piedra consideró que seguramente se concederán los amparos a Luis Echeverría, a Mario Moya Palencia y a Julio Sánchez Vargas, para evitar la consignación penal por las desapariciones forzadas y la matanza del 10 de junio de 1971.
''Los amparos han sido un arma discrecional del gobierno; siempre han servido a los criminales, a los políticos, a los torturadores, a los rateros, a los banqueros y a todos los que están coludidos con el poder'', señaló doña Rosario, cuyo hijo, Jesús Piedra Ibarra, aun con un amparo fue detenido en abril de 1975 y desaparecido desde entonces.
Al ofrecer una conferencia en la Universidad de la Ciudad de México, Ibarra relató parte de sus experiencias junto con cientos de madres, de casi 30 años de lucha. En referencia a las recientes declaraciones del secretario de la Defensa, Ricardo Clemente Vega García, rechazó la posibilidad del perdón o la amnistía contra los responsables de las desapariciones forzadas durante la guerra sucia, pues ello ''sería tanto como legalizar la impunidad''.
Aseguró que con la amnistía se pretende equiparar las acciones de muerte y tortura practicadas por el Ejército y cuerpos policiacos con los actos de los jóvenes luchadores sociales.
Expresó que durante todos estos años el gobierno, y muchas otras voces, han pensado que los familiares y amigos de los desaparecidos ''somos enemigos'' de la democracia y de la reconciliación. ''ƑPero cómo construir la democracia desde los sótanos de las cárceles y de los cuartos de tortura del Campo Militar número uno?'', preguntó.
Tras señalar que está en contra de la pena de muerte, se dijo satisfecha por no haber participado en la ''marcha blancuzca'' en contra de la delincuencia, del pasado 27 de junio, pues ''no íbamos a mezclar nuestra exigencia de justicia con esas cosas''. No obstante, aclaró que a esa manifestación acudieron también muchas personas de buena voluntad, que incluso no tenían para comprar ropa blanca para la ocasión, a diferencia de quienes acudieron a ella con vestimenta ''totalmente Palacio''.
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