México D.F. Lunes 12 de julio de 2004
El secretario general de la ONU lanza alerta
sobre la expansión de la enfermedad en Asia
El sida amenaza la prosperidad del mundo, afirma Kofi
Annan
Advierte progresivo contagio en mujeres Exigen en
Bangkok a países ricos movilizar recursos
AFP, REUTERS Y DPA
Bangkok,
11 de julio. El secretario general de la Organización de Naciones
Unidas (ONU), Kofi Annan, llamó este domingo a los líderes
mundiales a no hacer promesas vacías sobre el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (sida), tras advertir que la pandemia amenaza
la prosperidad del mundo y ahora tiene a Asia como uno de sus principales
blancos.
En su discurso de apertura de la 15 Conferencia Internacional
sobre el sida, Annan hizo notar en fuertes términos que muchos países
enviaron a Bangkok a sus ministros de Salud, pero subrayó que la
lucha contra ese mal requiere de todas las partes del gobierno.
"El sida es mucho más que una crisis de salud.
Es una amenaza al desarrollo", sostuvo al apoyarse en estadísticas
que mostraron que desde la aparición del virus, en 1981, la epidemia
se expandió y mató a 20 millones de personas e infectó
a más 38 millones.
"Esto se ha convertido en la mayor epidemia de la historia
de la humanidad", indicó Peter Piot, director ejecutivo de Onusida,
organismo dependiente de la ONU.
Casi 5 millones de infecciones se produjeron en 2003,
la cifra más alta hasta ahora en ese plazo.
Annan recalcó que no se está haciendo suficiente,
ni siquiera en aportar los nuevos recursos que se han prometido, de forma
bilateral y mediante el fondo mundial de la lucha contra el sida, la malaria
y el paludismo.
Y, lo más importante, no se está avanzando
en la vía correcta para alcanzar las metas trazadas para 2005 en
la sesión especial sobre el sida en la asamblea general de la ONU
de 2001.
La ONU estimó en 20 mil millones de dólares
el dinero necesario para combatir el sida en 2007. "Debemos hacerlo mejor",
declaró en alusión a las infraestructuras sanitarias y la
prevención.
Annan pidió a los países aumentar el acceso
a los antirretrovirales, fármacos que pueden hacer que el virus
pase de ser una condena a muerte a una enfermedad completamente manejable,
y ayudar a las clases y grupos sociales más vulnerables.
Antes de que Annan hablara, unos mil activistas protagonizaron
una sentada frente el centro de convenciones que alberga la conferencia,
para exigir mejor atención a los infectados, y mostraron pancartas
en las que se leía "Acceso para todos denegado". Los activistas,
que reclaman de los países desarrollados un aporte anual de 10 mil
millones de dólares para el fondo global contra el sida, la tuberculosis
y la malaria, expresaban en sus pancartas: "Que el mundo sepa que morimos",
y "Ustedes hablan y nosotros morimos".
Ante investigadores, responsables gubernamentales, asociaciones
de lucha antisida y enfermos, Annan también se mostró especialmente
preocupado porque en los últimos años la mortal enfermedad
empezó a pesar cada vez más sobre las mujeres en todo en
todo el mundo.
"Ahora, las mujeres representan casi la mitad de la totalidad
de las infecciones entre adultos", y ejemplificó con Africa subsahariana
(casi 58 por ciento).
También refirió que Asia vive un momento
crucial en la batalla contra el sida que puede representar una amenaza
para los éxitos económicos de ese continente, y por ello,
sostuvo, es necesario reforzarla para la batalla.
Expertos han manifestado su temor de que la epidemia pueda
superar en importancia a la que afecta a Africa subsahariana si no hay
acciones decisivas en los tres próximos años.
Onusida ha expresado su preocupación con respecto
a India, China e Indonesia, que concentran 40 por ciento de la población
mundial y en los que el sida se extiende a pasos agigantados.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT)
reportó que 48 millones de personas en edad de trabajar podrían
morir de sida de aquí a 2010, y 74 millones hasta 2015, lo que supondría
un duro golpe para las economías nacionales.
El sida "no es sólo una crisis humana, sino una
amenaza para el desarrollo duradero, mundial y social", advirtió
el director general de la OIT, Juan Somavía, citado en un análisis
publicado en la conferencia, que cubre la situación en 50 países,
entre ellos ocho de América Latina y el Caribe.
Destacó que la pérdida de vidas y los efectos
debilitantes de la enfermedad causarán no sólo una reducción
de la capacidad de asegurar la producción, el empleo, de reducir
la pobreza y promover el desarrollo, sino que representarán un lastre
para las sociedades, tanto las ricas como las pobres.
En la actualidad, unos 36.5 millones de personas entre
15 y 49 años tienen el virus del sida, de acuerdo con el documento.
De aquí a 2005, 28 millones de miembros de la población activa
morirán debido a esta pandemia y 2 millones más serán
incapaces de trabajar, contra medio millón en 1995.
De hecho, recalcó, el impacto del sida en las economías
es ya evidente. La pandemia redujo 0.2 por ciento el crecimiento anual
del producto interno bruto en los países más afectados, principalmente
de Africa y Asia, entre 1992 y 2002, lo que equivale a una pérdida
de 25 mil millones de dólares anuales.
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