La de los 90 dejó buenos resultados, dice economista

Propone la Cepal a Cuba mayor apertura a mecanismos de mercado

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 11 de julio. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) propuso al gobierno de Cuba que, sin perder la rectoría del Estado y la fuerza de su política social, se abra más a los mecanismos de mercado y descentralice su gestión empresarial, como hizo en la década pasada, con el propósito de fortalecer la estructura productiva.

La iniciativa se hizo pública aquí el viernes, en la presentación del libro Política social y reformas estructurales: Cuba a principios del siglo XXI, coeditado por la Cepal, el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas de Cuba y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Paradójicamente, la propuesta se conoció en un momento en que el gobierno cubano está desmantelando la apertura económica de los años noventa y reforzando el control estatal.

La obra revisa la economía cubana en el periodo 1998-2002, con énfasis en la política social y es continuación de La economía cubana: reformas estructurales y desempeño en los noventa, editado en 1997 y 2000 por el Fondo de Cultura Económica de México.

En la presentación del libro estuvo el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, quien en su discurso evitó la polémica y más tarde declinó responder a preguntas de la prensa. Dijo que estaba satisfecho de la colaboración con la Cepal, de la que "siempre recibiremos con respeto sus puntos de vista, aunque no siempre sean coincidentes con los nuestros".

El coordinador de la nueva obra por parte de la Cepal, el economista mexicano Jorge Máttar, explicó que la comisión propuso al gobierno de La Habana ampliar el minúsculo sector privado, descentralizar la gestión empresarial y otorgar "un papel más importante a los mecanismos del mercado".

Después de su exposición, el especialista dijo a La Jornada que la apertura de los noventa dejó resultados como el crecimiento de la competitividad y la productividad en las empresas estatales y en las cooperativas que se crearon al desincorporarse terrenos de cultivo.

Citó como necesidad reactivar la formación bruta de capital, que ha caído en años recientes y reducir el empleo informal y la evasión fiscal, mediante la ampliación del trabajo por cuenta propia (microempresa familiar), fuente de "ingreso, ocupación e innovación en la gestión empresarial" que diversifica la oferta de bienes y servicios y promueve la competitividad.

Otro terreno sería abrir más el funcionamiento de los mercados agropecuarios (de libre oferta y demanda), siempre bajo la tutela estatal, con la opción de generar mayores ingresos que pueden destinarse en parte al ahorro interno y al financiamiento de inversiones, indicó Máttar, director adjunto de la Cepal en México.

Las objeciones del gobierno cubano a ese esquema, basadas en los impactos en la distribución del ingreso, pueden resolverse a mediante la política fiscal, con los instrumentos que ya tiene el Ministerio de Finanzas y Precios, añadió el experto.

En los últimos meses el gobierno cubano ha dado pasos en sentido contrario a esa propuesta, como el establecimiento de un control de cambios en las empresas estatales, la centralización de políticas de compras, la prohibición de que las compañías diversifiquen sus giros de negocios en moneda dura y nuevas limitaciones al alquiler privado de viviendas.

Este año fue cancelada, además, la expedición de nuevas licencias para el ejercicio de 40 oficios por cuenta propia (entre ellos animador de fiestas infantiles, payaso, mago, vendedor de libros usados, reparador de motores, soldado, hojalatero, expendedor de alimentos y bebidas en restaurantes familiares conocidos como paladares), todo lo cual será realizado por entidades del Estado.