Antonio Gershenson

El gas natural, más y más caro

Se ha publicado un estudio sobre los precios del gas natural de una firma de asesoría a empresas de la energía, investigación energética de Cambridge, Asociados (CERA, por sus iniciales en inglés). A partir de un rango de dos a tres dólares por millón de BTU (unidades térmicas británicas) en años anteriores, señala, se han estado rompiendo precedentes de precios sostenidamente por arriba de los cinco dólares. Esta firma asesora agrega un pronóstico hasta de 6.68 dólares para 2007. Esto sin inviernos severos, los cuales darían lugar a precios aun mayores.

Aunque el estudio se refiere a Estados Unidos, los precios mexicanos se basan en los de sur de Texas, así que por ahí nos va y nos irá, según estos datos. El estudio atribuye estos precios a la creciente demanda de gas natural y a su decreciente producción "doméstica". Señala que esto ha lanzado a varias empresas estadunidenses hacia otros países, y que otras más se preparan para la mudanza si los precios llegan al rango de 6.50 a ocho dólares.

El estudio continúa diciendo que si todos los proyectos de terminales para recibir importaciones de gas natural licuado se acaban a tiempo, para 2008 podrían empezar a bajar los precios. Pero pone en duda este supuesto, porque de docenas de proyectos sólo uno ha llegado a la fase de la construcción. Si no se cumple este supuesto, añade el estudio, los precios pueden seguir subiendo más allá de 2008. Podemos agregar que la oposición social y, en general, de sectores asentados en los sitios de los proyectos mencionados, ha sido muy importante. Esto ha llevado a la cancelación de cinco proyectos de terminales para gas natural licuado, y a una fuerte resistencia a otros siete. También en Baja California se han expresado diferentes formas de oposición a este tipo de instalaciones.

La oposición llegó al punto de que el general al mando del cuerpo de Infantería de Marina en Campo Pendleton, California, expresó oficialmente y por escrito su oposición a cualquier proyecto de terminal cercano a la mencionada base militar y naval, que es un centro de entrenamiento en gran escala. Esta negativa afecta a tres proyectos de terminales en la región. Volviendo al estudio del CERA, éste planea la necesidad de cambios en la política energética para estimular la producción de gas y reducir su consumo.

Debemos agregar otros elementos, provenientes algunos de procesos de más largo plazo, y que contribuyen, de manera decisiva, a este comportamiento ascendente de los precios del gas natural en América del Norte. México ha dependido de manera creciente de las importaciones de este energético desde Estados Unidos: entre 1999 y 2003, el monto anual importado aumentó de manera sostenida, y es la cantidad importada en 2003 de casi cinco veces la de 1999.

Estados Unidos había dependido de las crecientes importaciones de Canadá. Pero se trata siempre de un recurso no renovable. Hace unos 20 años, las reservas probadas de gas natural de Canadá oscilaban alrededor de los 35 años de su producción anual. En los años más recientes, están por abajo de los 10 años de su producción. Pero ya no es sólo eso: la producción anual canadiense de ese producto ya empezó a declinar, bajando, en 2003, 2.2 por ciento frente a la de 2002.

ƑGas del océano Artico? Se estima como costo del proyecto 20 mil millones de dólares, y unos 10 años para que ese gas empiece a llegar al mercado. De modo que debemos preguntarnos, Ƒqué hacer ante este cuadro de importaciones gaseras crecientes no sólo en volumen sino en precios?

Es urgente abandonar la irresponsable política de que las nuevas plantas para generar electricidad necesariamente dependan de un gas natural que no tenemos. Las plantas que usan energías renovables (agua, viento, sol) deben instalarse donde sea posible. Y se deben aprovechar los recursos que tenemos en grandes volúmenes, como combustóleo y otros residuos de la refinación. Esto último debe implicar las inversiones necesarias en equipo anticontaminante o en procesos de refinación, en términos que cumplan con los requerimientos ambientales.

Se ha difundido la versión de que el gas natural es lo más usado en el mundo y en especial en Estados Unidos. Pero ese país genera más electricidad con carbón que con este gas, ahora y antes también.

Al mismo tiempo, se debe explorar y explotar el gas natural de manera racional, sin contravenir la Constitución, o sea, con los recursos que sí tiene Petróleos Mexicanos pero que le han estado arrebatando.