México D.F. Lunes 5 de julio de 2004
Cinco escritores analizan la situación
de las letras en esa comunidad autónoma
La literatura de Cataluña, fuerte, pese a recelo
y falta de promoción
En Barcelona, por cada título que se vende en
catalán se adquieren 10 en castellano
La región, invitada de honor en la próxima
Feria Internacional de Libro de Guadalajara
ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA
Barcelona, 4 de julio. La literatura en Cataluña
florece, aun cuando enfrenta recelos históricos y problemas de traducción
y de promoción. Es una literatura de amplio espectro y diversidad
temática que abarca a aquellos que escriben sólo en catalán
y a los autores catalanes que escriben en castellano. Una literatura que
en el extranjero se le identifica como parte de la española, pero
que tiene una identidad independiente de la del resto de la península.
Cinco
de los principales escritores catalanes hacen un balance de lo que es la
literatura de la región en el siglo XXI: Quim Monzó, Narcís
Comadira, Baltasar Porcel, Nuria Amat y Empar Moliner, con miras a la presencia
de Cataluña como invitada de honor en la Feria Internacional del
Libro de Guadalajara, que se realizará en noviembre próximo.
La literatura catalana causa menos recelo en los países
latinoamericanos que el que provoca en España, "porque aquí
hay un cierto conflicto político de siglos. Por eso en el cerebro
de muchos de los habitantes de España hay un cierto mosqueo hacia
el hecho de que un tipo pueda escribir en una lengua que no sea en castellano.
Se cree que los escritores en catalán no funcionan con un público
en castellano y eso es falso", expresa Monzó, autor entre otros
títulos de Ochenta y seis cuentos.
Para Porcel, autor de unos 50 libros, entre novelas, cuentos,
crónicas de viaje y artículos periodísticos, toda
literatura pequeña tiene problemas al que se añade el que
no tenga un Estado propio: "existe Malta, Guatemala, pero no existe Cataluña.
Hay un recelo histórico, problemas políticos y eso acaba
de joder la cosa".
Y ejemplifica: en catalán se publican más
de 7 mil títulos, lo que la convierte en la lengua en la que más
se publica después de Inglaterra, Alemania, Francia, España
e Italia.
Esto es en el caso de los escritores que escriben en catalán,
tercia Nuria Amat, representante de la literatura catalana escrita en castellano.
Quienes escribimos en castellano, expresa la autora de Biografía
de Juan Rulfo, "somos como híbridos, mestizos. No nos sentimos
ni de España, hablando de la lengua, ni de la catalana".
Además
de los recelos históricos, la literatura catalana enfrenta otro
problema que es el de la traducción. Al respecto Porcel subraya
que es mejor leer en el idioma original porque en las traducciones siempre
se pierde algo.
Sin embargo para Narcis Comadira, quien habla específicamente
de la poesía, lo importante es que en la traducción se salve
el sentido, aunque no se trate de un trabajo literal.
La traducción, tercia Amat, es una discusión
clásica. "Es cierto que cuando se lee a Shakespeare en catalán
o castellano es diferente al inglés, pero sin traducciones no habría
literatura. Lo que hay que valorar es que la traducción tiene que
ser la recreación de un escritor".
El traductor, señala a su vez Monzó, no
debe tomarse excesivas libertades, porque "es un esclavo del escritor y
cuanto más intente ajustarse a lo que escribió el autor menos
complicado será. Lo difícil es encontrar un buen traductor
y que se le pague bien".
En cuanto a la promoción, los escritores reconocen
que se dirige más hacia el castellano, sobre todo porque "los medios
universitarios, de enseñanza, de prensa, son más poderosos
que en catalán, esto crea altibajos", dice Porcel.
Y agrega: ''la tendencia va más al castellano por
una razón: en Barcelona hay 6 millones de personas, de las cuales
la mitad no tienen el catalán como lengua materna, de la otra mitad,
50 por ciento está más educado en castellano.
"En Barcelona se vende un libro en catalán por
diez libros en castellano. Es posible que un autor catalán venda
lo mismo que uno en castellano, lo que ocurre es que hay unos 50 escritores
en catalán por 200 en castellano. En castellano la oferta siempre
será mayor. Hay una gran mezcolanza que no depende del valor de
la literatura, sino de una oferta editorial más amplia.''
Una
de las grandes ventajas de la literatura catalana es la diversidad de temas
y su apertura a influencias de diversos países. No es una literatura
que vaya con modas, subraya Baltasar Porcel, como podría ocurrir
en otros países. "En castellano suele haber cada diez años
una oleada en la que se escribe sobre temas sociales, por ejemplo, lo que
no sucede con el catalán.''
Esta es la situación de la literatura catalana
"que tiene una identidad independiente, una unidad lingüística
o bilingüística y temática. En México la identificamos
solamente como literatura española, pero la literatura catalana
pertenece a una entidad mayor que puede ser la española pero que
tiene sus propias raíces, su propia tradición, tiene sobre
todo su propia lengua, aún la escrita en castellano y hay un territorio
muy fértil, una tradición muy amplia, y hay que presentarla
dentro de lo que es una cultura y un país, aunque no sea una nación,
un país con sus tradiciones, instituciones, y cultura", resume a
su vez el escritor mexicano Saltiel Alatriste quien estuvo presente en
la conversación con los autores más representativos de la
escritura catalana.
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