México D.F. Domingo 4 de julio de 2004
Solicitan abogados estadunidenses la liberación
de nueve prisioneros en Guantánamo
Nuevas acusaciones contra soldados de GB por asesinato
o tortura de civiles iraquíes
THE INDEPENDENT, DPA Y AFP
Londres, 3 de julio. Tribunales de Gran Bretaña
recibieron nuevas acusaciones contra soldados de este país por haber
matado o torturado a civiles iraquíes en los pasados 12 me-ses,
mientras el ejército estadunidense presentó cargos por homicidio
y lesiones corporales contra cuatro militares que formaron parte de las
tropas de ocupación en Irak.
También en la capital estadunidense, los abogados
de nueve prisioneros en la base militar de Guantánamo solicitaron
su liberación y con ello comenzaron a aprovechar el veredicto emitido
el lunes anterior por la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, en
el sentido de que los detenidos por su presunta vinculación con
el régimen talibán y Al Qaeda tienen derecho a solicitar
la acción del Poder Judicial.
Según
el Centro de Derechos Constitucionales de Estados Unidos, el primer grupo
esta formado por dos británicos, tres franceses, un turco, un canadiense,
un jordano y un iraquí, quienes reclaman ante los tribunales estadunidenses
que es ilegal su detención, porque no se les acusa de delitos específicos.
Cerca de 600 personas se encuentran de-tenidas en Guantánamo,
Cuba, y la mayoría fueron capturados durante la invasión
de Afganistán, en 2001.
De acuerdo con el diario The New York Times, cinco
de esos reos fueron enviados a Arabia Saudita en mayo de 2003, como parte
de un acuerdo secreto con el gobierno de ese reino, que a cambio dio libertad
a cinco ciudadanos británicos y otras dos personas -cu-yas nacionalidades
no fueron reveladas-, quienes estaban convictos por participar en acciones
violentas en ese país.
El periódico neoyorquino, que publicó la
nota este sábado en su edición en Internet, citó fuentes
de los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, que afirmaron
que los siete canjeados por Riad aceptaron su responsabilidad en actos
ilegales, después de ser torturados por miembros de las fuerzas
de seguridad.
Los casos presentados en tribunales británicos
fueron abiertos apenas unos días después de que el fiscal
general de Gran Bretaña, Peter Goldsmith, informó que a los
cuatro militares que enfrentan juicios en ese país se sumó
el caso de un soldado que hirió y causó daños de por
vida a un niño iraquí de 13 años, cuyo nombre se mantiene,
por ley, en el anonimato.
Abogados británicos de la organización Public
Interest Lawyers, que representan a 30 iraquíes que reclaman por
abusos en contra de alguno de sus familiares, presentaron entre otras denuncias
las de un civil llamado Azhar Fawzi Hashim, quien fue perseguido y detenido
por soldados hasta que fue sometido y herido de muerte.
La tropa británica realizaba un cateo en agosto
-en lugar no especificado-, y a pesar de las peticiones de clemencia de
parte de los familiares de Hashim, los militares le dispararon y luego
lo dejaron en la calle hasta que falleció a causa de las heridas.
En los casos de los cuatro militares estadunidenses acusados
de matar a un prisionero iraquí y haber provocado lesiones a otro
más, el ejército estadunidense informó que también
se les levantaron cargos por haber hecho declaraciones falsas sobre el
incidente en el que estuvieron involucrados, en enero pasado.
Los cuatro obligaron a dos hombres a tirarse al río
Tigris en la localidad de Samarra, 90 kilómetros al norte de Bagdad.
Las acusaciones contra estos cuatro miembros de la primera
brigada de la cuarta división de infantería -con sede en
el es-tado de Colorado- ocurre dos semanas después de que un capitán
de la primera división de infantería fue llevado a juicio
por el asesinato de un civil iraquí, el 21 de mayo anterior, durante
una persecución en Kufa, en el sur del país invadido.
Hasta ahora el ejército estadunidense ha abierto
investigaciones sobre la muerte de 40 prisioneros iraquíes.
The New York Times comentó en su edición
en Internet que el caso del río Tigris refleja una ampliación
de los patrones de abuso cometidos por la tropas estadunidense contra civiles
de Irak, más allá de los confines de la prisión de
Abu Ghraib.
En Afganistán, mientras tanto, el ejército
estadunidense informó que se investiga la denuncia de un tercer
caso de malos tratos a prisioneros en ese país.
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