Por la
ratificación de la plataforma de acción mundial de Beijing
En el marco de la Novena Conferencia Regional sobre
la Mujer de la Comisión Económica para América Latina
y El Caribe, realizada en México D.F. del 10 al 12 de junio de 2004,
la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir hizo
el siguiente pronunciamiento público:
A casi diez años de la realización de la
IV Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, China, la Red
Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) se pronuncia
por que la Plataforma de Acción sea ratificada por los gobiernos
de la región.
Dado que con motivo de la IX Conferencia de la Comisión
Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) se están
evaluando los logros y retos de la aplicación de la Plataforma de
Acción Mundial (PAM) --emanada de dicha conferencia--, CDD rechaza
la acción de los gobiernos de extrema derecha de algunos países
que en alianza con la Santa Sede intentan obstaculizar el derecho de las
mujeres a llevar una vida digna y de calidad donde la equidad y la igualdad
sean condiciones ineludibles.
El consenso logrado por 189 naciones que adoptaron la
PAM en 1995 y la ratificaron en el año 2000, refleja la importancia
que tuvo para la humanidad la adopción de los acuerdos alcanzados;
sin embargo, en ambas oportunidades la Santa Sede se arrogó el derecho
de aplicar reservas y rechazos al capítulo referente a la salud
de las mujeres, en franca intromisión en asuntos que son de competencia
exclusiva de los Estados, evidenciando su oposición al vínculo
indisoluble entre los derechos de las mujeres y los derechos humanos, actitud
emulada, en esta ocasión, por unos pocos países y rechazada
ampliamente por la gran mayoría de los presentes.
En este sentido, demandamos a los gobiernos de los países
participantes lo siguiente:
- Respetar y reafirmar el contenido de la Plataforma de
Acción Mundial.
- Favorecer políticas macroeconómicas y
estrategias de desarrollo que se dirijan a cubrir las necesidades y esfuerzos
de las mujeres en general y de quienes están en condiciones de pobreza
en particular, en las que se atienda el vínculo del impacto desproporcionado
de la pobreza sobre las mujeres y niñas.
- Hacer viables los programas preventivos que promueven
la salud integral de las mujeres, poniendo especial atención en
la educación, la salud sexual, la salud reproductiva y la provisión
de servicios accesibles y de calidad en un marco de respeto, dignidad y
confidencialidad, especialmente para los y las jóvenes y adolescentes.
- Diseñar políticas públicas y aplicarlas
con el objetivo de erradicar todas las formas de discriminación
y violencia hacia las mujeres.
- Garantizar el acceso a la educación y el empleo
digno para las mujeres, especialmente para aquellas que son cabeza de familia.
- Reconocer que no existe un solo modelo de familia y
que la diversidad de formas familiares debe ser respetada.
- Introducir en forma eficiente e instrumentalizar la
perspectiva de género en todos los programas de gobierno, plasmándolas
en políticas de Estado.
La Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho
a Decidir rechaza cualquier intento de obstaculizar los acuerdos alcanzados
hace nueve años por la conjunción de la voluntad del movimiento
internacional de mujeres y de los gobiernos de 189 países.
Ciudad de México, junio de 2004. |