En el proyecto hay una cirugía para cercenar el pasado indígena: Martín del Campo

Advierten especialistas que la reforma a la educación secundaria no pasará

La izquierda no ha sido capaz de generar una propuesta alternativa, asegura Pérez Arce

KARINA AVILES

Ex integrante de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Jesús Martín del Campo afirmó que el proyecto de reforma en secundaria lleva la carga ideológica implícita de que las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) piensan como los antiguos pobladores del oeste estadunidense: "el mejor indio es el indio muerto". En este caso, aplicaría: "el mejor indio es el indio olvidado", acotó.

En el mismo sentido, Francisco Pérez Arce, académico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), expresó que el nuevo programa del foxismo lo que pretende en realidad es hacer "una educación secundaria a modo, con las necesidades de un proyecto trasnacional, no nacional".

En una mesa realizada en el Club de Periodistas, Jesús Martín del Campo, quien también fue dirigente magisterial, expresó que en dicho proyecto "hay una cirugía ideológica para cercenar el pasado indígena", ya que sólo se abordarán temas históricos del siglo XV en adelante.

Consideró que en el centro de dicha visión está una mentalidad "pirrurrocéntrica". Quizá, dijo, "la guía epistemológica que soporta la propuesta es: 'qué güeva estudiar tanta cosa antigua, y si es de nacos, peor'".

También recordó que hace 12 años el ex presidente Carlos Salinas buscó que en los libros de historia se le exaltara como el gran modernizador y, ahora, "tal vez por quedar bien con la pareja presidencial quieren que se dedique más tiempo a lo actual y, así, enaltecer la figura de Vicente I de San Cristóbal, Guanajuato, y de Marta Carlota I, duquesa de Vamos México, quienes nos han hecho entender a los mexicanos que leer libros y peor aún los periódicos, no sirve para nada. Sirve en cambio, hacer asistencia privada con dinero público".

El gobierno foxista, añadió, intenta cambiar el contenido de los programas de historia por "convicción ideológica, por una concepción pedagógica autoritaria y depredadora, y por conveniencia política sexenal".

Expresó que el secuestro de la memoria y el olvido institucionalizado de ciertas etapas del pasado revelan un intento de mutilar una de las fuentes más importantes de la identidad de los mexicanos. "No deben ir en contra de la memoria colectiva oponiéndole un programa incoherente y recortado con fundamento supuestamente pedagógico".

El argumento de la SEP, basado en evitar el enciclopedismo y la repetición, se podría formular de la siguiente manera: "los alumnos de secundaria aprenden (o mal aprenden) mucho de todo y por eso reprueban o desertan; ahora deberán aprender (o saber) todo de nada y así no habrá resultados negativos. Si así es, pues que ni haya escuela".

Expresó que las argumentaciones ofrecidas por el subsecretario Lorenzo Gómez Morín suenan a "cliché de algún mal asesor o algún mal programa de televisión... que lo eduquen en Big Brother, porque no está como para dirigir la reforma de secundaria".

Por otro lado, señaló que la autoridad debe seguir los pasos que la ley marca, como establecer los consensos por medio de una consulta no simulada en todos los niveles.

En su turno, Francisco Pérez Arce consideró que el proyecto de reforma para el nivel secundaria busca expresamente "evitar" la asociación de los estudiantes con el pasado prehispánico, que tiene que ver con la identidad nacional, con la idea de las comunidades.

Es insostenible e incongruente pensar que se trata de una repetición innecesaria por el hecho de que el periodo prehispánico ya se vio en primaria y, por lo tanto, ya no tiene que ser abordado en la secundaria. Este es un razonamiento de "un grupo de burócratas".

Advirtió que "esta reforma no va a pasar", porque ha generado un consenso, pero en contra, de intelectuales y especialistas. Sin embargo, cuestionó que la izquierda no haya sido capaz de presentar una iniciativa fuerte que derrote este proyecto trasnacional en su conjunto.

No basta con denunciar y desenmascarar el sentido profundo de este proyecto. Es necesario hacer propuestas de reformas que mejoren las condiciones de vida de la población, añadió.

En ese sentido señaló que "estamos ante una guerra político-ideológica, y hace tiempo que quien tiene la ofensiva es la derecha". La izquierda "ha ido perdiendo la batalla sobre algunos conceptos, por ejemplo el de la palabra reforma, que los ideólogos de la derecha la han utilizado como suya".

Por ello subrayó la necesidad de hacer entender que la izquierda no está en contra de hacer reformas, pero sí se opone a aquellas que sirven a ciertos intereses, clases y sectores de la sociedad.

Por su parte, la subsecretaria de Servicios Educativos para el Distrito Federal, Sylvia Ortega, consideró que ante los índices de violencia, consumo de alcohol y estupefacientes que afectan a los adolescentes, es necesaria una recomposición de la forma de educar en las secundarias.

Indicó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones, que será presentada en fecha próxima, la mitad de los adolescentes de 12 a 17 años consume alcohol y tabaco de manera constante, y 11 por ciento de ellos experimenta con sustancias tóxicas.