México D.F. Miércoles 23 de junio de 2004
En un estudio señala que el número de expertos en educación es "insuficiente"
OCDE: la capacitación académica en México, claramente inadecuada
Recomienda al país establecer un foro que diseñe una agenda de investigación nacional
JOSE GALAN
Para motivar un mayor enfoque hacia los retos educativos en México, el país necesita una agenda de investigación nacional, que debe ser establecida por medio de la cooperación entre los investigadores y los usuarios, a través del establecimiento de un foro nacional, recomienda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Como resultado del reporte de los examinadores sobre México, titulado Revisión nacional de investigación y desarrollo educativo, análisis realizado a lo largo de un año a petición de las autoridades federales, el organismo internacional considera que los investigadores en educación sólo representan .03 por ciento del total de profesores, cifra que es "claramente insuficiente" en comparación con el tamaño del sistema educativo mexicano.
Agrega que la capacitación académica es "claramente inadecuada", y que uno de los "problemas graves" que dañan la calidad de la investigación educativa en México es la capacitación de los investigadores, ya sea a nivel de maestría o de doctorado. Con 274 cursos a nivel de maestría y 34 cursos de doctorado, la investigación educativa en México es la disciplina con mayor número de estudiantes de posgrado después de los estudios de administración.
Sin embargo, sólo cuatro programas de doctorado y 11 cursos para maestrías son reconocidos por el Registro Nacional de Posgraduados del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), además de las dificultades para estudiar un doctorado en el exterior. De acuerdo con criterios del Sistema Nacional de Investigadores, 58 por ciento de los expertos en el tema están concentrados en la región metropolitana de la ciudad de México, y desde hace 20 años "este problema había sido identificado y se confirma como tal en todos los estudios que se han llevado a cabo desde entonces.
"Se podría haber esperado que con la descentralización que comenzó en 1992, el problema pudiera estar en parte resuelto, pero las estadísticas sugieren que éste no es el caso", añade la OCDE. "Lo que es más, de un total de 31 entidades, excluyendo al Distrito Federal, el hecho de que ocho o 10 se encuentren interesados en promover la investigación puede que la aumente en algunas áreas del país, pero puede también ampliar la brecha que existe con otros estados, usualmente los menos desarrollados." Además sostiene que hay carencia de condiciones para emprender la investigación educativa.
La OCDE recomienda instalar el foro nacional sobre investigación educativa, que considera no sólo contribuiría para cambiar el objetivo de las investigaciones, de forma que pudieran beneficiar al sistema educativo, sino que también podría servir para disminuir la fragmentación que, dice, caracteriza a la comunidad de investigación; podría ser establecido por la Secretaría de Educación Pública y el propio Conacyt, y participarían el Consejo Mexicano de Investigación Educativa, la Universidad Pedagógica Nacional y el Observatorio Ciudadano de la Educación.
Pero considera que México también requiere, dentro de la estrategia de investigación, establecer un plan para impulsar la capacidad y la infraestructura de la investigación, además de que los concursos existentes por los fondos para investigación deberían ampliarse significativamente y establecer otros nuevos para estar en posición de "abordar las prioridades".
Este reporte de los examinadores sobre México constituye la tercera revisión de la OCDE sobre las políticas de investigación y desarrollo educativos de un país miembro. Los dos primeros informes fueron sobre Nueva Zelanda y el Reino Unido, y constituyen una evaluación de la eficacia del sistema para desarrollar y aplicar conocimiento utilizable con el fin de mejorar la calidad de las prácticas y las políticas educativas.
El equipo de trabajo para la realización de este informe estuvo compuesto por Susan Fuhrman, rectora de la Escuela de Graduados en Educación de la Universidad de Pennsylvania; Javier Murillo, profesor de la Facultad de Capacitación para Profesores y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, y Sergio Martinic Valencia, de la Universidad Pontificia Católica de Chile.
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